𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐈𝐄𝐂𝐈𝐍𝐔𝐄𝐕𝐄

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ℭᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅɪᴇᴄɪɴᴜᴇᴠᴇ▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

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ᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅɪᴇᴄɪɴᴜᴇᴠᴇ
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escuchar con: beggin - måneskin

❀ '₊˚.༄ ೃ

—POR FAVOR, VEN A BAILAR CONMIGO THEO—

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—POR FAVOR, VEN A BAILAR CONMIGO THEO—.preguntó Stella en voz baja, sonriéndole ligeramente.

—No, quédate conmigo aquí, por favor. No quiero moverme de aquí, estoy bien—.Suspira Theodore lo suficientemente alto como para que Stella lo escuche.

El grupo de magos llevaba una hora aquí, y desde su llegada Theodore no había soltado a Stella ni un segundo. El chico alto y moreno se había acercado a una pequeña silla y se había apresurado a subir a Stella a su regazo.

—Theo, hasta Draco está bailando—.se lamentó Stella mientras cambiaba su mirada hacia Astoria y Draco.

—Astoria lo habría privado de sexo, si no hubiera aceptado—.exclamó Theodore con una risita.

—Eso es lo que habría hecho si estuviéramos juntos—.Susurró Granger.

El joven Nott puso los ojos en blanco mientras abrazaba con fuerza a la joven Granger. Esta salida le había hecho mucho bien, se sentía bien con Theodore y agradecía que se quedara con ella.

—¡STELLA! TRAE TU CULO AQUÍ!—gritó Blaise mientras corría hacia los dos magos.—La tendrás toda la noche Theodore, así que déjanos disfrutarla antes de que se parta por la mitad.

—Blaise, cállate un segundo. Quédate conmigo—,gruñó el moreno al oído de la morena.

Stella puso los ojos en blanco ante el tono de Theodore. Era la primera vez desde que se conocían que Theodore se soltaba un poco más con ella, y eso hacía muy feliz a Stella.

—Voy a bailar con Blaise y Pansy, ya vuelvo—.Stella sonrió suavemente y depositó un beso en la mejilla de Theodore.

Este último gruñó pero dejó que Stella se fuera de todos modos, sin dejar de vigilarla. No quería que estuviera sola en esa pista de baile, rodeada de muggles. Quería que ella bailara sólo para él. Quería ver cómo su cuerpo se balanceaba para él y sólo para él. Nott no soportaba que los ojos de ciertas personas se dirigieran a su Stella. Cada vez soportaba menos que ella no fuera suya.

—Sabes que tienes que dejar de mirarla como si te la fueras a comer—.Draco se rió, sacudiendo la cabeza.—Si no quieres que baile con otra persona, vete con ella a la pista de baile.

—Sabes que odio bailar—,respondió Theodore, dando un sorbo a su bebida.—Además, prefiero quedarme aquí y vigilarla.

—Sí, ¿y luego me vas a decir que no te gusta? ¿Que no la quieres? Dame un momento—.replicó Draco, poniendo los ojos en blanco.

Theodore apretó la mandíbula y volvió a mirar a Stella en la pista de baile. Se balanceaba con sus dos amigas a su alrededor. Y eso le interesaba a Theodore tanto como Draco y Blaise, que habían vuelto con sus amigos.

—¿Por qué es tan sexy?—preguntó Blaise con la boca abierta.—Quiero decir, ¿ver a nuestras chicas bailar así?

Theodore tragó con fuerza al ver cómo las caderas de Stella se movían sensualmente de un lado a otro al ritmo de la música.

—Ya vienen, haz de cuenta que su baile no te hizo nada—,gruñó Blaise mientras terminaba su vaso de bebida.

Theodore sonrió con picardía y vio a Stella caminar hacia él con una enorme sonrisa en la cara, al igual que sus amigos. El moreno se acercó a su compañera y le entregó su vaso para que bebiera el último.

—¿Podrías bailar conmigo?—preguntó Stella, ladeando la cabeza.—Por favor—,dijo ella, haciéndole ojitos.

—¿En serio puedo decir que no?—,preguntó Theodore suavemente, rodeando su cintura con los brazos.

—No lo sé. A decir verdad, no creo que puedas decirme que no.

Los dos magos se acercaron un poco más, hasta que sus caderas se tocaron por completo. Theodore sonrió y se acercó lentamente al rostro de la hermosa morena que tenía delante. Con los ojos clavados en los labios de la bruja, Theodore se preguntó a qué estaba esperando para besar sus suaves labios.

—¿A qué esperas, Theodore William Nott?—preguntó Granger con delicadeza mientras se ponía de puntillas.

—¿Y a qué esperas, Stella Maria Granger?—Theodore la interrogó a su vez.

—A que tú hagas el primer movimiento.

Theodore sonrió y se acercó a Stella. Cuando sus bocas se encontraron, se produjo una explosión de sensaciones en el cuerpo de ambos. Stella sonrió durante el beso, Theodore sintió como si tuviera un fuego artificial en el estómago.

Sus besos se intensificaron, y a los dos magos no les importaron las miradas de los demás. Lo único que les importaba en ese momento era que estaban juntos. Sus lenguas empezaron a jugar juntas, y ambos intentaron tomar el control del beso. Stella se puso de puntillas y sus manos se posaron en las mejillas del alto moreno. Mientras que Theodore tenía una de sus manos pegada al trasero de la morena, y la otra estaba en la parte superior de su espalda.

—Bien, dejen de besarse y acompáñenos afuera—,exclamó Pansy, dándole una palmadita en la espalda a Nott.—Seguirás haciéndolo en la cama.

Theodore gruñó ligeramente al besar y separó sus labios de los de Stella. El joven mago colocó su mano en la mejilla de la bruja y comenzó a depositar besos en su mandíbula.

—¿Qué tal si vamos a reunirnos con los demás?—Preguntó, sacando la cabeza de su cuello.—¿Y si nos vamos a divertir juntos a la casa de campo?—Sonrió con picardía.

—¿Y qué propone, Sr. Nott?

¹ 𝐒𝐀𝐅𝐄𝐓𝐘 𝐍𝐄𝐓 | ᵗʰᵉᵒᵈᵒʳᵉ ⁿᵒᵗᵗ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora