13¡Tus verdaderas intenciones!

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Pablo Perry

El cuarto del chico era ridículamente hermoso, la típica decoración de gamer algunos póster de animes famosos, bonito color y allí se encontraba su hermosa casualidad...

Acostado sin saber el futuro que le esperaba, sin saber qué sería devorado y consumido en el momento que él moviera el seguro de la puerta para que nadie pudiera pasar.

Se acercó a su cama posó su mano sobre sus delicados labios y cuando este despertó asustado, le hizo la mueca para que no hablara, prosiguió apoderarse de sus labios en un apasionado y caliente beso...

—Si gimes fuerte o jadeas mami o papi puede escucharte, mantente en silencio—. le susurro para proseguir a tocar su parte íntima como presintió ya santiago estaba erecto.

Su experta y para nada tímida lengua empezó a recorrer el cuello, bajo a los pezones... siguió su camino por aquel medio marcado cuerpo lamiendo a su paso todo hasta llegar al premio mayor...

resultándole  satisfactorio ver cómo este se retorcía mientras como si del ritmo de una canción se tratase  su cabeza subía y bajaba, golpeando su nariz con la pelvis del chico. 

Una vez logró su objetivo exilarlo lo suficiente, bajo más hasta llegar a esa zona íntima, aquella entrada rosada le recibió, empezándola a lamer como si de helado se tratase, su fantasía sexual se están cumpliendo... le pidió en susurro que se levantara un poco mientras él se acotaba y el chico se subía encima de él, no podía quitarse la ropa por si tuviera que correr de emergencia.

Desabrocho su pantalón y se lo bajo lo suficiente para tener movilidad, coloco un poco de su saliva en su miembro, tomo de las caderas a santiago y empezó a penetrarle lentamente, esa cara... la maldita expresión de la inocencia perdida, quería partirlo en dos en ese preciso momento pero lamentablemente no podía.

Silenciosamente y durante una hora aproximadamente lo embistió sin parar lento para no hacer ruido y constante como para hacerlo venir dos veces, la electrizante sensación anunciaba su llegaba, finalmente liberó dentro del cuerpo del chico su semilla su esencia.

Realmente había sido exageradamente excitante, comérselo   en su cuarto con sus papas cristianos abajo  y con el altar de su dios como testigo, cuando se dio cuenta ya el chico se había quedado dormido como pudo se safo entró al baño se limpió los rastros de semen se acomodó su ropa y cómo entró salió, satisfecho de lo que había logrado.

Una semana después

La gente de aquella pequeña comunidad seguía en la búsqueda de sus 10 jóvenes desaparecidos, sin saber que los jefes de policía y ejercicio tenían trescientos millones de euros de razones por las cuales olvidarse de todos los desaparecidos en las últimas décadas, finalmente era el momento de entregarlo...

Su querido santiago Vaqueir era parte de los últimos enviados a sus dueños.

El chico hace un par de horas le había pedido que fuera su novio que le contaría a sus padres, que realmente sabía que él era el lenificado (Error) pensó.

Era un chico dulce gentil y amable, realmente le recordaba a él pero lamentablemente se dio cuenta muy tarde, una vez vendías a una personas a estas altas esferas no había devoluciones, el dueño de Santiago le veía todos los días desde que lo compro y era alguien tan poderoso que aunque quisiera salvarlo de ese destino no había vuelta atrás.

Aquellos ojos le miraban realmente enamorado ( Soy el embaucador) pensó mientras le sonreía, subió a su carro, colocó la canción favorita del chico o al menos una de ellas < Runing up that  Hill>  y empezó a conducir lentamente hacia el puerto de la ciudad, a su "2 da cita"

No hubieron palabras, solo disfrutaron el momento o al menos uno de ellos... por primera vez en mucho tiempo se preguntó si santiago le perdonaría, si viviría o si sería sacrificado en algún entupido ritual elitista como la mayoría de los chicos que habían vendido, una vez te conviertes en un probable para ellos, te ofrecen a sus deidades.

Curiosamente pensó, el atardecer empezaba a ponerse marcando el fin de una era, el inicio del caos, el tiempo se detuvo un segundo ¿Debía salvarlo? Solo tenía que decirle bájate corre y ve con tu familia, te llevo a tu fin serás enviado a una persona que te compro por mucho dinero y yo seré tu vendedor huye y no mires atrás...

Se empezaba a dibujar en el horizonte el muelle ¿Realmente podría salvarlo aunque hablara?  Volteo a verle y el reflejo de aquella inocente Alma joven y pura ¿Que culpa tenían las personas como santiago? ¿Ser bueno era un pecado ? ¿porque tuvo que toparlo ese día en el parque? ¿porque se apuntó en la academia de baile?

<A lo que estas predestinado es algo de lo que no puedes escapar> pensó.

¿pero él realmente lo merecía? Definitivamente no... ¿él pudo haberlo salvado? Absolutamente ¿Porque no lo hacía? Ni el mismo tenía la respuesta.

Estos sentimientos encontrados que golpeaban a su existencia como la brisa del atardecer fría y nostálgica ¿Porque surgían ahora?

—¿Porque?—. Susurro casi inaudible.

—¡¡¡Llegamos!!!—.

<Así es, llegamos a tu peor pesadilla pensó>

Santiago le tomó del brazo y caminó hacia el muelle... estuvieron así un par de minutos hasta que 10 hombres aparecieron de la nada, como ratas de alcantarillas esperando el momento preciso para atacar, sintió su agarre ese inicio del miedo.

Cuando esté voltio a mirarlo, desvaió la mirada simplemente no podía mirarle más

—Este es el último, ya saben dónde entregarlo— dijo alto y fuerte.

Aquel agarre desapareció, aquellos gritos eran inaudible para el, simplemente se bloqueó respiro y regreso a su coche.

Se había acabado, Santiago Vaqueir sería un lindo recuerdo en su vida.

Continuará....

Vendido (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora