Amor de Dos

Capítulo 18

Capítulo dieciocho.

*Los textos en cursiva son recuerdos*

Maca.

Después del pequeño accidente que tuve y el recuerdo que se libero en mi, vinieron pequeños episodios.

En la sesion con mi psicólogo le comenté lo que había sucedido..

- Maca es maravilloso lo que me cuentas, parece poco, pero para nosotros son avances significativos, estoy seguro que muy pronto podrás volver a hacer tu vida normal

- Si, también lo creo

- Y por lo que veo... — se detuvo un momento, bajo sus lentes, me miró y volvió a hablar — Rubí es parte fundamental de tu recuperación — sonreí y asentí — espero poder conocerla

- Si, ella es... — me detuve a pensar y no pude evitar sonreír al pensar en ella

- ¿Ella es? — inquirió, y yo suspiré antes de volver a hablar

- Es alguien muy especial para mí, ella alegra mi corazón, su compañía me trae paz, cada vez que se que la volveré a ver pareciera que mi corazón se va a salir de mi pecho, sus ojitos, su sonrisa, su voz — volví a suspirar — todo de ella me agrada mucho — reaccione y mire a Pablo, quien me escuchaba con mucha atención, el es mi psicólogo y confidente, sacó sus lentes y me miró con una sonrisa

- Si yo no supiera que ella es tu amiga, pensaría que estás enamorada — lo mire un momento y me removí en mi asiento — porque hablas de ella con tanto cuidado y sobre todo con tanto amor — hice una mueca con mis labios

- Es algo que me complica un poco, acá es el único lugar donde siento que puedo hablar con total libertad, sin sentir que estoy cometiendo un error al sentir tanto por la Rubí — Pablo asiente

- Bueno acá es donde puedes ser libre, debes evitar reprimirte tanto Maca, tu entorno debe ser un espacio de contención para ti, pero también debe ser donde puedas expresarte libremente — asentí

**********

Ningún sueño o recuerdo había sido tan claro, tal real como el de aquella noche dónde todo tomo sentido para mí

—Voy en la mini van, termino la llamada con mi Rubí, junto a mi va sentada la Cami, se burlan de mi por qué dicen que nunca me vieron así de macabea con la Sofía, que definitivamente la Rubí me cambio, pero para mejor, rio con ella y le doy un pequeño empujón, estamos en un semáforo la miro un momento y fijo mi mirada en el camino y abro mis ojos, un frío recorre mi cuerpo, es un vehículo que viene a toda velocidad y fuera de control

- ¿Maca estás bien?, Cómo que te quedaste pegada — ella dirige su mirada hacia donde yo estoy mirando y da un grito, por impulso la tomé y abrace contra mi cuerpo —

Abro mis ojos, me siento en la cama y trato de respirar, pero siento que me falta el aire, esa sensación de ahogo, las lágrimas no cesan y esa sensación de frío que recorre todo mi cuerpo, quedo impávida, busco mi celular y le marco a mi papá

- Hija, ¿Que paso? ¿Por qué me llamas a esta hora?

- Necesito que vengas — mi llanto no cesaba

- Hijita... ¿Por qué estás llorando?

- Papá ven ahora por favor

- Voy hijita pero cálmate, le voy a hablar a Rubí para que te haga compañía