Amor de Dos

Capítulo 21

Capítulo veintiuno.

Maca.

Estos últimos meses han sido algo complicados, con exceso de trabajo y bueno...

Con la Rubí las cosas están algo raras, creo que ella no me quiere molestar por mi trabajo, ella solo acepta todo lo que hago, ya no nos vemos tan seguido a pesar de vivir en la misma casa, aveces llego muy tarde y solo a dormir y cuando me levanto ella sigue durmiendo, yo prefiero no molestarla.

Supongo que nos tenemos que adaptar a estos cambios aun, que el tiempo debe hacer lo suyo y poner las cosas en orden, eso es lo que prefiero creer.

Descanso un momento en mi oficina, me permito pensar tranquilamente sobre mi relación con la Rubí, hay decisiones que se deben tomar con calma

Aún recuerdo cuando estuve a punto de renunciar al trabajo cuando nos hablaron de estos cambios de horario, y la sobre carga de trabajo que tendríamos estos meses, yo renunciaría por qué preferiría mil veces estar con ella, por qué se lo que significaba un nuevo proyecto, falta de tiempo, escasas horas para dormir...

Pero eso cambio cuando llegó la Dani con su pequeño hijo

El pequeño benjamín me robó el corazón y supe que debía quedarme para darle una oportunidad a su mamá y realizar cambios significativos en nuestras oficinas con respecto a las mamás como la Dani

Ella me inspiró, sus ganas de querer salir adelante, sus ganas de luchar por su hijo y por ella, me abrieron los ojos

Nunca hablé de mi sueño de convertirme en mamá, por qué pensé que en algún momento se daria esa oportunidad, pero la Dani llegó a recordarmelo, así que mi enfoque ahora estaba en dar una mejor calidad de vida a nuestras trabajadoras y sus hijos

Con la Rubí nunca tocamos el tema de hijos, y las únicas dos veces que lo hablamos o más bien yo se lo mencioné sentí que era incómodo para ella, por qué quizás ella no quería ser mamá, quizás nunca estuvo en sus planes, pero yo respetaría su decisión siempre, por qué la amaba tanto como para vivir una vida solo nosotras dos si ella lo quería..

— Golpean mi puerta —

- Pase

- Permisito — me levanté de mi lugar para recibir al pequeño benjamín — ¿Molestamos? ¿Está ocupada? — sonrió

- ¿Que te dije?

- Lo siento, es que me cuesta tutear a mi jefa

- Bueno, pero has el intento

- Está bien Maca ¿Estás ocupada? — le sonreí

- Mmh, tengo un poco de tiempo libre ahora

- Te podemos acompañar un ratito entonces

- Si, claro, yo feliz de pasar un tiempito con este bebito lindo — le di un vistazo a la Dani — ¿Que? ¿Por qué me miras así?

- Es que te ves muy linda, estoy segura que serías una excelente mamá — le sonreí y me volví a concentrar en el pequeño

Y si, pasó todo lo que nunca imaginé que pasaría, aprendí a mudarlo, le hago su leche, lo hago dormir, aprendí a contar cuentos, aprendí a inventar historias, incluso le estoy enseñando a pintar también, en resumen estoy jugando a ser mamá

- ¿No han pensado en agrandar la familia? — me volvió a hablar la Dani

- Eh, no, no hemos hablado de eso aún, quizás en algún momento lo planifiquemos — creo que mis palabras sonaron más tristes de lo que quería, lo noté por la forma en que la Dani me miró