Perdonenme Soy Omega 2- Jichen

#11

—Es cierto, ahora solo puedo cuestionarme que hubiese sido de mí si aquél día no hubiese sobrevivido, si ellos no me hubieran salvado ¿Acaso seguiría vivo?— suspira profundamente mientras algunas lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos.

—Nadie sabe lo que realmente pudo haber sido— responde el contrario mirando el techo y se sienta a su lado.

—Solo quería sentirme amado, quería sentir el amor de mis padres quería que alguien me quisiera y me acompañase pero es inútil, tal vez realmente no lo amé y solo estuve con él para no sentirme tan vacío.

—No digas eso, si realmente no lo amaras no estarías pensando en él en cada momento— responde Doyoung.

—Yo lo amo, eso creo.

—No es lo que crees realmente lo amas y no lo trates de negar, tus ojos se iluminan de tan solo mencionar su nombre, sonríes cada ves que piensas en él y no dejas de mencionarlo.

—.... Espera, ¿entonces ya sabes quién es?

—Claro que no, solo era una forma de decir— Doyoung suspira y lo mira.

—....

—Tienes la nariz roja.

—Ay, ya basta.

Ambos ríen luego de haber llorado y continúan hablando de cualquier cosa, hasta que ambos quedaron en silencio.

—Y dime, ¿Cómo es ese alfa?— pregunta Doyoung con una sonrisa abrazando sus piernas.

—Pues, es muy lindo, tierno, cariño y amable conmigo, lo quiero demasiado tanto que no sabría que hacer si él no estuviese— sonríe mirando a algún lugar de la habitación.

—Me gustaría escuchar como se conocieron ¿Podrías contarme?— Doyoung se acomoda y mira al otro Omega en la habitación.

—Fue un día normal, había llegado a su pueblo y me estaba quedando con una chica que me ofreció un techo, ella estaba trabajando en el palacio, y estaba descansando en el pueblo porque le habían dado una semana libre por haber trabajado mucho, ella se llama Jihyo, que por cierto ella también me consiguió trabajo en el palacio, un día caminando por el pueblo, no recuerdo bien pero creo que choque con él y no recuerdo más— Doyoung lo mira y sonríe.

—¿Solo eso?— dice Doyoung con su aún sonrisa.

—No recuerdo más.

—Ya se está oscureciendo, vamos a cenar— sonríe.

—Ok.

Ambos se levantan y salen de la habitación.