Perdonenme Soy Omega 2- Jichen

#20

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—¿No has pensado alguna vez en regresar?

—¿Dónde?

—Con tu príncipe azul, Park Jisung. Él hijo menor de los reyes Park Sehun y Park Chaeyoung, más conocida como la reina Rosé. Según los rumores dicen que en su reino las rosas florecen hasta en el invierno.— Hablaba Doyoung emocionado, realmente era un admirador de la reina de los Park.

Chenle solo lo escuchaba, se encontraba muy ocupado mirando unos conejitos que se encontraban en el jardín del reino, hace unos días los pequeños entraron al palacio a robarse las verduras, había sido muy gracioso, aún al recordarlo le hacía gracia.

Los pequeños e indefensos conejitos saltaban sobre la mesa donde estaban las ensaladas mientras que las empleadas y empleados intentaban atrapar a los conejitos, todos estaban gritando hasta que un conejito saltó sobre la cabeza del Rey Taeyong, tirando al piso la corona quedando sentado muy agusto el conejo sobre donde antes yacía la corona.

Los empleados se disculparon tomando al conejito de su cabeza y se llevaron a los conejitos al jardín, pero no contaban que esos conejitos solo eran de distracción y los demás habían descubierto donde se encontraba las verduras, aquellos conejos aprovecharon de comer y despues salieron con verduras colgando de su pequeña boca.

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Se encontraba frente a frente a Jisung, mientras se acordaba de su conversación con Doyoung y su mente voló hacia los conejitos, que estaban allí también, junto con ellos, solo que los pequeños conejitos se encontraban escondidos o dando vueltas por el jardín, realmente era inmenso.

—Jisung, yo.

Estaba por hablar pero fue interrumpido por un ⟨Perdóname⟩ de los labios de Jisung.
¿Perdonarlo?, realmente él no había hecho nada malo como para pedir perdón, era Chenle quién debía disculparse por haber huido, por ser un cobarde.

Ahora llevaba un bebé en su vientre, un bebé que ni siquiera el propio padre sabía que existía.

No pensaba en decírselo, nunca lo diría.

—Perdóname Chenle. —Continuó— realmente fui un idiota, no sabía sí tú te encontrabas cómodo en el palacio, debí hablarlo contigo. Pero si pudiésemos cambiar esto y regresas conmigo, te prometo nunca dejarte ir.

Realmente estaba hablando enserio.
Se le nota arrepentido.

—No tienes porque pedir perdón, él único que debe pedir disculpas soy yo, por haberme ido, haberte abandonado, es solo qué —se detuvo.

—Tu padre fue al palacio, así que eres Wong Chenle, hijo del rey Wong y de su amante Zhong, aún así eres un príncipe, por ese motivo. Quiero reclamarte como mi prometido.

—Mi padre jamás lo aprobaría.

—Él no necesita porque aprobarlo, solo basta con que yo te haya marcado. Y sí estás marcado por mí.

—Realmente estás loco.

—Locamente por conquistarte.

Chenle le da la espalda mientras sonreía, la verdad es que amaba demasiado a aquel príncipe que lo único que quería era estar con él, nunca se había sentido amado tanto como cuando se encontraba con Jisung, el realmente era todo lo que necesitaba.

El pequeño Omega lo único que quería es que ese momento junto a él en el jardín de otro reino durase para siempre.

Pero no todo es de color rosa, y eso Chenle lo sabía muy claro.