#17

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—Jisung eres tú— musitó Chenle.

De pronto se le fue todo el sueño que tenía en ese momento a Jisung, no pensó en nada más y se acercó a abrazar a su amado Omega con el cual estuvo separado durante mucho tiempo, casi una eternidad para este.

—Te extrañe demasiado, porfavor no te vuelvas a ir así, no me dejes de nuevo— dijo Jisung entre lágrimas.

—Lo siento mucho, no quise dejarte así pero tuve que hacerlo— Chenle dijo susurrando bajo.

—¿Hice algo mal? Puedo cambiar, porfavor vuelve.

—Tú no has hecho nada malo, no debes cambiar nada de tí, tú eres perfecto y por eso te amo.

—Aún puedo cambiar por tí.

—Te amo tal como eres, no debes cambiar nada, así que porfavor deja de decir que puedes cambiar por mí.

—Pero.

—Pero nada, yo me enamoré de Park Jisung, no de un falso Park Jisung.

Jisung sonrió y lo besó tiernamente agarrando sus mejillas. Luego ambos juntaron sus frentes mirándose con dulzura.

—Eres una estrella difícil de encontrar.

—Pero tú me encontraste.

—Eso me pone feliz.

Jisung de verdad se encontraba feliz de encontrar a su estrella, después de tanto tiempo por fin ya estaba en paz.

—Casate conmigo— Susurró.

—¿Porque tan de repente?

—En este tiempo que no estuvimos juntos me di cuenta que no puedo vivir sin tí, por eso y más quiero tenerte conmigo todo el resto de los años conmigo.

—Jisung.. yo.

—No hace falta que respondas en estos momentos, cuando estés listo, pero antes regresa al Reino conmigo, todos te extrañamos.

—Tengo algo que decirte— Chenle sonrió pensando en lo que opinaría Jisung sobre el bebé.

—Dilo, soy todo oídos.

—Lo que pasa es qué..

De pronto ambos se estremecieron al escuchar una rama crujir al ser pisada y miraron en dirección al ruido, era un guardia, Chenle lo había conocido hace unos días, era Daniel.

—Disculpen pero los invitados deben volver a sus habitaciones— habló Daniel.

Con invitado solo se refería a Jisung y estaba claro que Chenle recibiría un regaño por salir tarde en una noche tan fría, eran muy protectores y no querían que el Omega pasase frío por miedo a que le pasase algo al bebé.

—Joven Chenle, debería volver a su habitación, estará más cálido allá y le mandaremos a alguien para que le lleve leche tibia para que pueda dormir bien.

—Esta bien— Chenle dijo con una sonrisa.

—Volveré a la habitación, pero me gustaría estar un tiempo más con Chenle.

—Vuelve a la habitación Jisung, ya es tarde, es hora de que descanses— Chenle sonrió.

—¿No podemos descansar juntos?

—No permitiré que se le insinué al joven Chenle— Daniel apuntó con su espada a Jisung.

—¡Daniel basta!

Jisung miró al guardia y luego a Chenle. Se pudo apreciar en el rostro de Jisung una señal de tristeza; sus cejas se cayeron, sus labios hacían una mueca y sus ojos se volvían llorosos.

—Seguiste tu vida. Mejor me voy ya.

Sin dejar responder a Chenle él se fue rápido a la habitación, cerró la puerta con seguro y cayó al suelo con la espalda pegada a la puerta, mientras las lágrimas comenzaban a salir de los ojos de Jisung, recorriendo sus mejillas.

Perdonenme Soy Omega 2- JichenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora