• Revancha •

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Pov Bulma

― ¡Amiga! ¡Vamos! ¿Cómo es que eres tan perezosa? ― me removí en la cama, confundida.

― Qué te digo, deberíamos intentar entrar por la ventana, no nos abrirá ― las voces sonaban distantes, pero familiares.

― ¡BULMAAAA! ― el llamado, acompañado de fuertes golpes en la puerta, me hizo abrir los ojos con pereza.

Miré a mi alrededor, intentando ubicarme en tiempo y espacio. Fregué mis ojos -somnolienta hasta que una pregunta me hizo sentarme de un salto. ¿Qué día es? ¿Por qué dormí tanto?

Busqué mi móvil con desesperación, encendiendo la pantalla para ver la hora.

10:45 am, Sábado 5 de Noviembre.

Suspiré aliviada. Esto de madrugar para trabajar me está quemando la cabeza. Ya estaba pensando que me había quedado dormida.

― Mejor entramos por la ventana ― la voz de 18 me recordó por qué me desperté en primer lugar, así que me levanté rápidamente antes de que se fueran y abrí la puerta.

― Oh vaya, buenos días, bella durmiente ― saludó con ironía, entrando a la habitación.

― ¿A qué debo el honor de su visita? ― hablé con voz ronca, de estar recién despierta.

Lex y 18 entraron, así que cerré la puerta y pasé de ellas para tirarme de nuevo en la cama.

― Pues para presionarte desde temprano. No sé por qué me late que querrás cancelar la salida de esta noche ― habló Lexi, entrecerrando los ojos de manera acusatoria. Hice una mueca de cansancio, pues después de todo, tiene razón.

― Es que estoy cansada, chicas. Trabajé toda la semana ― me excusé, hundiendo el rostro en la almohada.

― No, no, no. Nada de eso ― 18 se sentó a mi lado, haciéndome girar en la cama para quedar boca arriba. ― ¿Cuándo en la historia te has bajado de un plan del grupo? ¿Qué está pasando contigo? ― me senté, intercambiando miradas con Lexi, quien parecía presionarme para que contara la verdad.

― De verdad estoy cansada ― suspiré, dejándome caer hacia atrás. ― Y también... ― apreté los labios, dudando de si debía confiar o no en 18 nuevamente.

― Está enamorada ― acusó Lexi, a lo que 18 se paró de la cama, inhalando aire con sorpresa.

― ¡¿Qué?!

― ¡Lexi! ― me senté en la cama con reproche. ― ¡Joder, qué boca suelta eres! ― acusé, mirando por fin a mi mejor amiga, que esperaba impacientemente una respuesta. ― Cielos, odio tener que hablar de esto ― me cubrí el rostro avergonzada, sintiendo mis mejillas arder.

― Bulma... ¿enamorada? ― volvió a sentarse, aún en estado de shock. ― Sabía que algo pasaba, hace tiempo que estás cambiada, pero ¿enamorada? ¿De quién? ― demandó, analizando la situación.

Me descubrí el rostro, sintiendo la respuesta como una obviedad. ― De Vegeta ― confesé, viéndola sorprenderse por segunda vez.

― ¡¿Qué?! ― sus ojos se abrieron, sin poder creerlo. ― Pero Bulma, Dios, es una locura... ¿No podías enamorarte de alguien más? ― se exasperó.

― Joder, ¿piensas que es adrede? ¡Obviamente que yo no elegí que suceda! Solo... solo sucede, solo lo siento... No lo puedo evitar ― bajé la mirada, recordando los últimos encuentros con él, acalorando mi rostro y retorciendo mis entrañas con ese famoso cosquilleo de mariposas al que ya me estoy acostumbrando.

Adictiva [Vegeta y Bulma] [DBZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora