𝘕𝘖𝘞 𝘐𝘛'𝘚 𝘠𝘖𝘜𝘙 𝘛𝘜𝘙𝘕
ᚘTal vez no eras tan idiota como pensaba Harrington, tal vez el idiota era yo.
----------- 𝐇𝐀𝐖𝐊𝐈𝐍𝐒, 𝐈𝐍𝐃𝐈𝐀𝐍𝐀
-, 𝗘𝗱𝗱𝗶𝗲 𝗠𝘂𝗻𝘀𝗼𝗻 estaba harto de todas las burlas que personas ricachonas y bonitas...
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“Eddie y Steve pasan un tiempo a solas. Algunas conversaciones sucede y algunas disculpas surgen.”
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La noche no había sido como Eddie esperaba. Por ejemplo, se lo había pasado genial, un pensamiento que no se le había pasado por la cabeza desde que empezó la apuesta. Mejor que eso, había podido ver a Steve Harrington fuera de su campo de conocimiento, confundido en todo momento pero esforzandose por complacerlos. Henderson y sus amigos incluso habían sido más francos que nunca, lloriqueando con Steve cuando fallaban, como lo haría un niño con su madre. Incluso había ido a a buscarles bocadillos cuando la noche había comenzado a caer. ¿Eres este tipo de persona de verdad? ¡Incluso Gareth lo había invitado al próximo juego! ¡Cuando había sido el primero en despreciarlo e insultarle! Definitivamente estaba en otra dimensión.
— Nah amigo, prefiero no venir. Esto es muy difícil para un idiota como yo. —
— Estuviste bien para ser la primera vez que juegas, Harrington, no te castigues por eso. — Habían decidido terminar por hoy cuando Sinclair había comenzado a bostezar y Henderson no podía mantener los ojos abiertos por más de 5 minutos. No habían estado de acuerdo, por supuesto, pero una mirada a Eddie y se quedaron en silencio. Se sentía como un padre, no era un mal sentimiento. Pero ¿Cómo podría cuidar de esos niños, si ni siquiera sabía cuidar de él mismo?
— Vamos, los llevaré a todos a casa . — Declaró Steve, agarrando a Henderson por el brazo cuando estaba a punto de tropezar con uno de los peldaños de las escaleras.
— Henderson y Sinclair se quedan aquí. No necesitas hacer eso, amigo. —
— De ninguna manera los dejaré caminar solos a esta hora. Definitivamente te vas a subir al auto. — Fue una orden. Y oh, Eddie no encontraba eso atractivo.
— Ya no somos niños, Harrington. — Gruño Gareth, ocultando un bostezo con el torso de su mano. Jeff asintió, asegurándole que estarían bien caminando a casa. A Steve no pareció importarle, simplemente rechazo los comentarios, algo que había visto hacer a Henderson más de una vez. Lo escucho despedirse de la señora Wheeler en voz baja, que le dijo algo relacionado a la bolsa de supermercado que había traído.
