Capítulo 5: Solución

218 14 6
                                    

Hattori

Mi estado de ánimo estaba mucho mejor, así que conteste alegre queriendo molestar un poco a mis pequeños amigos.

—Dime, ¿dónde están ahora? —pregunté nada más atender, sin saludar ni esperar un saludo.

—En la isla de Kyuuzae, Mikawa. —me contestó irritado.

Parpadee extrañado ante su tono y sus palabras. —¿Como? ¿Por qué estás ahí? —pregunté descolocado.

—No tenía elección, me tiraron del dirigible... —soltó fastidiado, algo me decía que quería romper algo.

Bueno, considerando que cuando están separados las cosas se convierten en catástrofe, sin mencionar que tienden a alterarse por la lejanía del otro.

—¡¿Te tiraron?! —grité alarmado al procesar lo que decía.

—Si... —murmuró soltando un suspiró exasperado. —Estoy con Kaitou Kid, la verdad es que... —empezó a relatar sus desgracias.

—¡¿QUÉÉ?! —grité tan fuerte que sentí un ardor en mi garganta, volviendo a llamar la atención. —¡Explícate! —murmuré bajando la voz mientras me alejaba de las personas.

—El dirigible fue secuestrado y liberaron una bacteria dentro, además parece que colocaron bombas se dirige a Osaka. —me comentó apretando con fuerza sus dientes.

—P-Perfecto, el okonomiyaki de tres capas de calamares y carne de cerdo es delicioso. —le dije queriendo apaciguar el ambiente.

—Hay dos personas infectadas. —me volvió a decir soltando un largo suspiro.

—Hay tres, ese director también fue infectado, su palma estaba roja e hinchada. —se escuchó la voz del imbécil ladrón.

—Esa es la situación, solo quería informarte. —me comentó soltando otro suspiro, probablemente para calmarse.

—¿Y tú? ¿Estás bien? —pregunté, no se escuchaba muy bien que digamos.

Probablemente está alterado, y trata de mantener a raya sus emociones, sin mencionar que ese virus...

—Si... así parece. —habló con más calma.

—¿Y tu chica? —volví a preguntar frunciendo el ceño.

—No me había dicho que tenía alguna molestia, por lo que pienso que está bien, además no tuvo contacto con los afectados. —me respondió está vez más calmado.

De repente dejó de hablar.

—Es un helicóptero de la policía. —logré escuchar apenas una voz más gruesa, que rápidamente asocié con Kaitou Kid.

—¿Están siguiendo al dirigible? ¿De la policía metropolitana? —susurró está vez Conan con algo de sorpresa. —¡Lo siento, seguiré en contacto contigo! —soltó de golpe antes de cortar.

—Hey, espera un minuto. —le reclamé ante su despedida, pero fue demasiado tarde. —Maldición, siempre hace lo mismo.

—¿Qué haces aquí? —me preguntó Kazuha apareciendo de repente tras de mí. —Conozco un buen restaurante, vamos a comer. —me dijo neutral mirándome.

—¿Eh?

—Pensé que hablabas con alguien y te apetecía comer Okonomiyaki. —me respondió, dejándome aún más confundida con lo que decía.

Narrador

En Tokio

—¿Alguna novedad? ¿Se conoce ya su identidad? —preguntó Megure.

Barco Perdido En El CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora