Me desperté con el sonido del despertador este lunes en que Valencia amanecía con un sol esplendido. Bajé a desayunar, tenía mi plato ya puesto en mi sitio como de costumbre. Mi hermana mayor Alissa ya estaba desayuando, ella es siete años más mayor que yo, ella es 'la perfecta' de la familia: estudiosa, simpática, ordenada... Fisícamente no puedo decir que sea perfecta, ya que entonces yo también lo sería, a pesar de la diferencia de edad podríamos pasar por mellizos: ambos tenemos los ojos azules, el pelo rubio, una sonrisa igual a la de mamá y la nariz clavadura a la de papa. Luego está Mike, o Miguel para mama, él tiene 13 años es moreno como mamá, tiene los ojos marrones y la piel clara. Bueno, y yo soy Alex, la 'joya' de la familia, el típico adolescente que pasa de estudiar que prefiere salir de fiesta o correr una carrera de motos antes que obedecer a sus padres, el que ha decidido que ningún colegio de pijos es bastante para él y al que le han obligado a ir a un instituto público en contra de todos los principios de su familia, pero para ver si de una vez por todas asentaba la cabeza. Si, ese soy yo. Cuando vivíamos en América ya era así, estoy acostumbrado a hacer lo que me plazca y a que compren lo que apetece, para algo mis padres son millonarios, ¿no?
Acabé de desayunar, subí a mi cuarto me puse mis Levis, una de mis últimas adquisiciones en América, la camisa de Hollister de cuadros roja y las Vans rojas del mismo tono que la camisa. Me metí en el baño, me aseé y me puse el pelo en su sitio. Se hizo la hora de salir hacia el nuevo instituto y papá se habia empeñado en llevarme en coche el primer día, para según él "dar buena impresión". Cogí mi mochila y bajé al salón donde estaba mi padre junto con Salvador, el chofer, esperándome.
-Buenos días Alex, vamos no querrás llegar tarde.-Me dijo mi padre con su acento estaunidense. Se le veía bastante tranquilo, pensaba que si me llevaba a este instituto de una vez por todas valoraria los demás colegios en los que pagaban miles de euros al mes.
No le contesté, me limite a dirigirme hacia al ascensor y llamarlo. Bajamos al garaje, donde nos montamos en uno de los tantos coches que mi familia tenía, esta vez, comcretamemte en el BMW color rojo. El camino se me hizo extremadamente corto, cuando llegamos entramos en recepción, y enseguida pasamos al despacho de la directora, donde mi padre rellenó todos los documentos necesarios y la directora me llevó a la que sería mi nueva clase.
Entró y dijo:
-Buenos días, tenemos un nuevo alumno en esta clase de 4°, se llama Alejandro y espero que le recibais bien.
-Encantado Alejandro, soy Fernando tu profesir de Biología y tu tutor, por favor toma asiento.-Dijo mientras señalaba un sitio libre con la mano,
Me dirigí al sitio que me habia indicado el profesor, justo al lado de un chico que parecía muy majo.
-Hola soy Marcos.
-Hola, yo me llamo Alex.
Estuve hablando con Marcos las dos clases antes de la hora de almorzar ya que a él tampoco le importaban las clases. Era muy simpático y sentia que le conocia de toda la vida. Podría ser mi primer amigo aquí, ya que aunque llevaba aquí meses aún no habia conocido a nadie que pudiera soportar, a excepción de Marcos.
Salimos al patio y Marcos me diji que me fuera con él y sus amigos, y asi hicé. Tan solo eran el y dos más, Pau y Tito. Eran igual de majos que Marcos, así daba gusto hacer amigos no como en los otros colegios que todo eran millonarios snobs. Cuando estabamos sentados en un banco en la parte trasera del patio llegaron dos chicas, una morena con el pelo liso y ojos que verdes que tras el beso que le dió a Marcos pude suponer que era su novia. Y junto a ella una chica rubia muy morena de piel.
-Chicas este es Alex, es nuevo.-Dijo Marcos.-Alex estas son Lorena, mi novia, y Carla.
-Encantado.-dije dandole dos besos a cada una.
El resto del patio pasó rapidamente mientras les contaba toda mi vida y porque había entrado a este colegia a mitad de curso.