Jueves 11:55, matématicas.
-Mmm oye.-Grité refiriéndome al profesor.-Mira como me dijiste el otro día que tenía nivel de tercero, pues me voy a tercero que aquí me aburro.-Dije mientras me levantaba de la mesa y andaba hasta la puerta.
-Querido en tercero no estan dando matemáticas...-Me dijo el profesor.
-No pasa nada, aprenderé lo que estén dando.-Y sin decir nada más sali de mi clase y me metí en la de Patri.
-Eee, hola. Me han echado de clase, me han dicho que venga aquí.-Dije rascandome la nuca y escuchando la risa de Patri.
-Está bien, sientese.
Como me dijo la profesora me senté en el mismo sitio del otro día. Cuando pase por al lado de Patri y noté como su compañera le decía algo. Pasaron los minutos y empecé a tirarle bolitas de papel a Patri dado que no se ponía a mi lado. Ella se limitaba a reírse e ignorarme. Al final le tiré un papel que ponía: Nena ven. Y un corazón al lado. Por fin se sentó a mi lado pero su cara tenía una mueca extraña.
-¿Nena?¿Enserio?¿El otro día te crees Hache y hoy Hardin? Muy cliché Alex, muy cliché.
-A ver, Hache se quien es, pero ¿quien coño es Hardin y que tiene que ver con que te haya llamado nena?
Patri pusó los ojos en blanco y no pude evitar reír.
-Eres muy tonto.
-Un tonto que te encanta.-Dije con una gran y seductora sonrisa en mi bonita cara.-Ahora enserio, ¿quién es Hardin?
-Hardin y Tessa. After. ¿Te suenan de algo?
-No.
-After es mi libro favorito, algún día te lo leerás.
-Yo no leo, para algo están las pelis.
Patri volvió a poner los ojos en blanco, era la segunda vez que lo hacía en muy poco tiempo y estaba demasiado adorable cuando lo hacía.
La clase iba pasando y mientras Patri tomaba apuntes yo me aburría cual sardina en el mar. ¿Las sardinas se aburren?¿Por qué acababa de decir yo eso? El aburrimiento me provoca delirios, sí, será eso. Para intentar distraerme empecé a rebuscar en el estuche de Patri cuando me encontré un papel arrugado, al abrirlo me quedé petrificado.
Zorra, o te alejas de Alex o acabarás mal.
-Patri, ¿Qué es esto?
-No lo sé.-Contestó ella con cara de preocupación.-Estaba en mi mesa cuando he entrado a clase.
-¿Y no tienes ni idea de quien te lo ha podido escribir?
-Pues la verdad que no.
-Cómo me entere de quien ha sido si queda sin descendencia.
-Alex, es una chorrada relájate. Habrá sido algún gracioso que nos vería ayer en el patio o con la moto, o vete tú a saber que...-Dijo ella quitándole importancia al asunto.
Pero no me tranquilizaba, ¿quién coño hace algo así? Y además, aquí no me conoce ni la mitad del instituto. ¡Esto es de locos!
-Patri, por dios te están amen...-Sin dejarme acabar de hablar Patri me interrumpió.
-Alex, olvidalo, por favor... -Me suplicó mientras me cogía del brazo.
-Está bien.-Cedí.-Pero si te vuelven a mandar alguna nota o a decirte algo, dímelo inmediatamente. ¿Vale?-Le dije mientras le acariciaba la mejilla. Me encanta el tacto de su piel.
-Vale.
Poco después sonó el timbre que indicaba el cambio de clase. Me despedí de Patri con un beso en la mejilla y me fui sin poder parar de pensar en la maldita nota. Para mi sorpresa, cuando llegué a mi pupitre había un papel con mi nombre y un corazón. La desplegué y antes de poder leerla oí como me llamaban desde la puerta de clase.
-¡Alex!-Me llamó Patri.-Te has olvidado algo.-Dijo mientras venía hacia mi y me plantaba un beso en los labios.
-Muy cliché, ¿no crees, nena?-Patri no pudo evitar reír ante mi comentario a lo que yo la volví a besar.
-Un cliché que te ha encantado admítelo, nene.
-Todo lo que tenga que ver contigo me encanta.-Le dije y le guiñé un ojo.
Sonrió tontamente y se fijó en lo que llevaba en mi mano: La nota, que por cierto aún no había podido leer.
-¿Qué es eso?-Me preguntó. Aunque me gustaría no contarle nada para no preocuparla, ya que sospecho que tendrá relación con la que le mandaron a ella, siento que debo contárselo, no quiero mentirle.
- Estaba en mi mesa, no me ha dado tiempo a leerla.
Patri me la quitó de las manos y comenzó a leerla:
No sé que haces con esa puta Alex. Te mereces algo mucho mejor.
Nuestra cara como antes era de completa extrañeza.
Le quité la carta de las manos y la rompí.
-Tranquila. ¿Vale?-Le dije mientras le daba un tierno beso en la frente.
Tiré la dichosa nota a la basura y Patri se despidió de mi y se fue a su clase.
Me senté en mi sitio y al cabo de unos minutos Marcos se sentó en su sitio y me dijo:
-Alex, cuando acabemos hablemos.
-¿Pasa algo? -Le pregunté.
-No, tranquilo.
Conforme el profesor entraba en clase mis auriculares entraban en mis oídos y empecé a escuchar musica.
Al fin sonó el último timbre, salí rápidamente, necesitaba fumar. No había dejado de pensar en las notas, ¿de quién serían? ¿que querrían conseguir con eso? Miles de preguntas rondaban mi cabeza.
Estaba apoyado en la moto fumando cuando Marcos salió de la mano de Lorena.
-¡Marcos!-Le llamé. Él se despidió de Lorena y vino hacía mi.
-¿De que querías hablar?-Me imaginaba que seria de Patri, aun así le pregunté.
-Creo que lo sabes bastante Alex.
-Marcos, no tienes porque preocuparte de verdad.
-Ya, pero es mi hermana pequeña y me preocupo. Os llevais dos años, tu buscas unas cosas que ella es pequeña para tenerlas.
-No Marcos, a mi eso de momento me da igual. Me gusta tu hermana, de verdad.-No pude evitar sonreír al pensar en ella.-Aunque la conozca desde hace poco días, me parece muy especial y es de las pocas chicas que de verdad me puede enamorar.
-Como le hagas algo, te mato cabrón.-Dijo riéndose y abrazándome.
-Confía en mi, ¡cuñado!