—Kacchan, lo siento tanto. —Su puño estaba apretado con fuerza y su rostro humedecido reposaba en un ladito de la cama. No había logrado dormir, apenas había podido conciliar el sueño un par de horas y la mayoría de las veces se levantaba de forma intermitente. Había empezado a tener pesadillas terribles, escenario tras escenario en que el de rubios cabellos nunca despertaba.
Se sentó a un lado de la cama y dejó caer su rostro en el pecho del cenizo, podía sentir el calor de su cuerpo y el sonido de su respiración. Los médicos le habían asegurado que estaba fuera de peligro, que en cualquier momento tendría que despertar, pero no importaba cuántas veces se repitiera lo mismo, hasta que Kacchan no abriera los ojos, su corazón no volvería a estar tranquilo.
Subió un poco más su rostro y dejó que sus dedos acariciaran la mejilla del cenizo. Estaba tan pálido, cada que lo veía no podía evitar recriminárselo.
—Kacchan, por favor... —susurró. Estaba tan contrariado, tan asustado.
Recovery Girl le había asegurado que el shock del incidente en el departamento había actuado como un inhibidor del quirk que lo había afectado. Aún podía recordar el dolor enceguecedor y el sonido roto de sus huesos adoptando su tamaño real, si no se hubiese acostumbrado en su juventud a romperse los huesos con tanta regularidad, estaba seguro de que habría perdido el conocimiento a causa del dolor.
Luego de volver a la normalidad, se encontró con la visión de Kacchan inconsciente. La desesperación lo había enloquecido, el cenizo perdió tanta sangre que parecía poco menos que un cadáver. Su estómago se prensó ante el recuerdo.
Un ruido lo sobresaltó y la enfermera volvió a ponerle mala cara cuando lo encontró de nuevo sentado en la cama del hospital. Exhaló y se apartó hacia la ventana mientras la mujer hacía su ronda de rutina.
Cuando la enfermera al fin se retiró se dejó caer en el sillón de la habitación, aquel roñoso mueble se había convertido en su improvisada cama desde hacía casi una semana. El contorno de sus ojos estaba oscurecido y tenía un perpetuo dolor de cabeza.
Volvió su mirada nuevamente hacia el rubio. No podía dejar de recriminárselo, jamás debió hacer esa estúpida lista en primer lugar, sabía que Kacchan era la última persona en la tierra que quería verlo y aun así no pudo escribir el nombre de alguien más. Agachó su cabeza mientras sus manos a duras penas sostenían su cien. No sabía bien qué debía hacer y por primera vez en mucho tiempo estaba realmente asustado. ¿Y si Kacchan no volvía a despertar? ¿Y si le decía que era lo peor que le había pasado en la vida? ¿Y si de nuevo...?
No, no quería pensar en eso, había pasado años tratando de olvidar aquellas palabras crueles, la estúpida vez que se había cegado por sus anhelos, que de verdad creyó que el cenizo correspondería lo que tanto había ocultado su corazón, y todo terminó en un terrible desastre, todo porque él jamás se había podido alejar de su amigo, ni cuando eran niños, ni cuando este lo aborrecía, ni cuando confundió su camaradería con algo más, porque oh vamos, solo él podía ser tan estúpido como para creer que Bakugou Katsuki lo amaba. Sacudió su cabeza, eso no importaba, era el pasado y se había prometido a sí mismo que no volvería a ser una molestia para el rubio, aunque al parecer había fallado estrepitosamente.
—Midoriya —la voz de Todoroki lo sacó de sus pensamientos, volteó su rostro para encontrarse con un par de orbes que lo observaban atentamente. Todoroki tomó asiento a su lado y le extendió un vaso. Midoriya inhaló llenándose del amargo aroma del café.
—Gracias, Todoroki-kun —dio un sorbo y dejó salir un suspiro. Desde que había vuelto a la normalidad, ninguno de los dos había hablado sobre lo ocurrido y la tensión se podía sentir como algo palpable en el aire. Tampoco fue del todo honesto, todos asumieron que sus recuerdos habían quedado suprimidos, pero no era así.
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¡Kacchan! [KatsuDeku]
FanfictionUn par de enormes y verdes ojos, unos cachetes gorditos y ridículamente pecosos, un Deku que jamás pensó volver a ver y ahora estaba allí llamándole como solo él podía: ¡Kacchan! Historia de mi autoría [No se permiten copias ni adaptaciones] Portada...