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Una nublada mañana asomaba por la ventana, los tenues rayos de sol de un blanco extremadamente pálido, daban a el rostro de una bella chica pelinegra que descansaba plácidamente en su cama.

Una incleiblemente ruidosa alarma logró que la chica abriera sus ojos de golpe, casi pegando un salto y tomando una profunda respiración por la nariz, para proceder a estirar con cauela ambos de sus brazos mientras aún estaba recostada en la cama, y la alarma seguía emitiendo un repetitivo y molesto sonido.

— Ya escuche. — Bufó molesta aquella chica, procediendo a apagar el sonido de la alarma y finalmente proceder a levantarse de su cama, cosa que le resultó sorprendentemente fácil al recordar que día era.

"Es el día de el gran anuncio" pensó para si misma, y una vez hecho esto, comenzó a preparar todo lo más rápido que pudo para empezar su día.

————

El agua tibia caía por su cabello, haciendo que recorriera todo su cuerpo, desde su espalda hasta sus pies, cerró la llave del agua solo para ver como las últimas gotas caían de la regadera.

Soltó un tranquilo y lento suspiro mientras tomaba con ambas manos su largo cabello rubio, para apretarlo y sacar el exceso de agua que este tenía, en ese momento, sus pensamientos invadían su mente, y su cuerpo se movía en automático, y durante toda la mañana hizo sus actividades casi como una rutina.

A pesar de siempre proyectar confianza ante todos los demás, en su interior estaba aterrada, el futuro era de sus mayores miedos, la incertidumbre y el miedo al fracaso eran cosas que Chaeyoung no podía soportar.

Y ella no quería superar a Mina, tenía que superarla, ser mejor que ella. Mina era de las pocas personas que hacían sentir insegura de si misma, y Chaeyoung no sabía porque, pero Mina tenía algo, que hacía que su instinto de competencia, se activará por si solo.

Una vez llegando a su lugar de trabajo, teniendo una mano dos carpetas, y en la otra sosteniendo su bolso, la mencionada entró por la puerta principal, , así caminando así por el pasillo con la misma confianza que la caracterizaba, sin fijarse mucho, cada vez que alguien la saludaba, ella movía la cabeza ligeramente en señal de respuesta.

— Buenos días Chaeyoung. — Escucho la voz de una de sus ahora ex-compañeras.

— Jihyo. — Dijo para llamar la atencion de la alta chica, quien detuvo su paso y volteo a verla.

— Esa soy yo. — Respondió con una leve sonrisa.

— Muchas felicidades por el puesto. — Extendió su mano dando, a entender que está debía estrecharla, y así, ambas dieron un apretón de manos. — De verdad te lo mereces.

Dijo por último, y siguió caminando hasta llegar a su oficina, acomodo todas sus cosas en su respectivo lugar, y tomó asiento en su silla, puso sus lentes en su rostro, y abriendo sus carpetas, comenzó a hacer anotaciones de trabajo.

— Chaeyoung. — La llamo una linda chica de un pelo entre café y anaranjado. — La junta es ahora, darán en anuncio, no te lo quieres perder, créeme. — Dijo la misma chica, con una leve risa que hizo que la curiosidad llenará a Chaeyoung.

Se levanto de su lugar y siguió a su compañera hasta la sala de juntas, mientras en su cabeza se presentaban todos los posibles escenarios en los que podría terminar la junta, y para Chaeyoung, en cada uno de ellos, ella terminaría siendo la que se quedara con el puesto, cueste lo que cueste.

Love Lab | MiChaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora