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TRIGGER WARNING!

El siguiente contenido puede ser perturbante para las personas sensibles a temas como: ansiedad, depresión y autolesiones.

Si sufres de depresión o ansiedad, puedes saltar la siguiente parte, la cual sólo tiene el propósito de dar continuidad y desarrollo al personaje de Mina.
Léelo bajo tu propio riesgo, se recomienda discreción.

Y recuerda que no estas solo/a, busca ayuda.

¿Acaso existe alguien que no haya pensado en su propia muerte?

Resulta que no. Pues a lo largo de nuestras vidas, siempre habrán preguntas que tengan a la muerte de por medio, preguntas a veces sin respuesta que uno se hace a sí mismo, tales como: ¿Qué hay después de la muerte?, ¿Qué se siente morir?, ¿Sobreviviría a una bala?

Pero hay personas, que piensan en la muerte más allá del concepto básico; A veces, la gente piensa en ocasionar su propia muerte. Suicidio.

Mina a pensaba en el suicidó. Y no como un pensamiento casual, sino como una opción, una verdadera opción.

Jamás lo diría en voz alta, pero a veces le gustaba pensar que pasaría si decidiera probar una filosa navaja, e ir más allá de los típicos roces después de escribir una carta donde dijera todo el daño que el mundo le hizo para llegar a tal extremo.

En su mente, su madre se sentiría culpable de su muerte (mucho más con la carta que recalcaba que todo era su culpa), su hermano caería aún más en el alcoholismo, y su padre no tendría otro motivo para vivir.

Pero todo se centraba en su madre. Cuando peleaban, ella pensaba en decirle que se iba a matar gracias a ella, y poder ver su reacción, para saber si lo que necesitaba, era estar muerta para que la comenzarán a tomar enserio.

Lo veía como una posible alternativa, y una perfecta amenaza.

Durante algún tiempo, las autolesiones eran su escape, y la muerte su mayor anhelo.

A la corta edad de 11 años descubrio la magia que un cutter podía hacer sobre sus delicados muslos cuando se sentía mal.

Muñecas, muslos, tobillos, costillas; Estaba totalmente marcada.

Algunas blancas y largas cicatrices adornaban las extremidades y el torso de su cuerpo, estaban por todos lados. Y Mina no estaba orgullosa de ello, pero tampoco se sentía arrepentida.

¿Hizo muchas estupideces en su adolescencia? Si.
¿Eatar consciente de eso la detuvo alguna vez? Por supuesto que no.

Tenía una pequeña por cada lagrima, una larga por cada desepción, y una muy profunda por cada intento de dejar esta vida.

El día que se fue de intercambio, fue el día más feliz de su vida, pues su sueño de alejarse de todo y todos los que conocía y poder comencar desde cero, al fin se comenzaba a hacer realidad.

Fue el periodo más largo en el que Mina jamás pensó ni una vez en pasar la filosa hoja de un sacapuntas rápidamente por encima de su piel. Los mejores 6 meses que había vivido.

...

«Esto no es ningúna clase de racismo ¿Cierto?» Pensó la castaña al ver en su ordenador un espacio del papeleo que seguía sin ser llenado, titulado "Nombre extranjero". Son no sabía a qué se refería con exactitud, probablemente la gente en estados unidos no sabría pronunciar un nombre Coreano, o tal vez era alguma prevención de racismo disfrazado de bullying, pero fuera lo que fuera, era obligatorio.

Love Lab | MiChaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora