-"Y...Roman hija.", dijo mi madre.
-"Y ya sabe?", dije nerviosa.
-"Saber que?", pregunta ella un poco confundida.
-"Que... Tengo leucemia...", dije bajando la mirada.
-"Hija...no se lo has dicho?!", pregunta mi mamá sorprendida.
Sólo niego con la cabeza.
-"Sophia, te preguntaré algo y quiero contestes con toda sinceridad.", dijo mientras se sentaba a lado mio en la camilla y tomaba mi mano. "Qué hay entre ustedes dos?", pregunta seria.
-"A que te refieres?", contesté.
-"Si, me refiero a que...si son pareja, amigos...", explicó.
-"En realidad sólo somos amigos mamá.", le dije seria.
-"Pero claramente tu no quieres ser sólo eso, o me equivoco?", dijo acariciando mi frente.
-"Pues, claramente no.", contesté con una risita nerviosa.
-"Me imagino que quieres algo serio con él no?", dijo riendo.
-"Si...", le contesté mirándola.
-"Bueno, si quieres algo serio y duradero, lo primero es tener confianza. Sabes, tener una pareja no es solo para tener a alguien con quien besarse, dormir en la misma cama o decir "Mirenme tengo novio". No, también una pareja tiene que ser tu mejor amigo, saber que con esa persona puedes contar en cualquier momento y confiarle cualquier cosa. Estoy segura de que los dos sienten lo mismo...", dijo sonriendo.
-"Por qué estas segura de eso?", pregunté curiosa.
-"Hija, él fue el que te trajo aquí, nos llamó para avisarnos para que viniéramos a verte. Él entró antes que yo, pero aún estabas bajo los efectos de la anestesia, y estaba demasiado triste... Hija el salio de aquí llorando. Crees que cualquier amigo hubiera hecho eso?", preguntó aún con la sonrisa en sus labios.
-"Supongo que no...", dije sonrojada.
-"Bueno, si te hace sentir más tranquila, Roman aún no sabe de tu enfermedad. Pero obviamente no tardará en preguntar o enterarse por otro lado. Sophia, te recomiendo que hables con él.", dijo levantándose.
-"Time is over." (Se acabó el tiempo.), dijo una enfermera.
Mi madre se despidió y salió.
...
Ya tengo 5 días en el hospital. Roman viene a verme un par de horas por que tiene que ir a trabajar o a entrenar. Siempre me da ánimos, me abraza, me hace reír, me da esos besos que tanto me hacen falta ahora mismo. Y no me ha preguntado nada acerca de que es lo que tengo, supongo que querrá preguntarme cuando me den de alta.
-"Puedo pasar?...", dice una voz detrás de la puerta.
-"Si...", dije sin saber quien era.
-"Nena, cómo estás?", dijo Alba abrazandome.
-"Hey, ya mejor. No tengo el respirador atado a mi cabeza, eso es un avance.", le dije sonriendo. "Y tú?"
-"Supongo que si.", rió junto conmigo. "Uff, tengo un montoooon de cosas que contarte!", dijo emocionada y con cierto brillo en sus ojos.
-"Cuéntamelo todo!", le dije sonriendo.
-"Bueno...ya vez que te dije que había intercambiado números con Dean?", me dijo sonriente. Asentí. "Pues ya llevamos una semana hablando día y noche y.... Me invitó a una cita!!!", chilló emocionada.