Los rayos de sol se filtraron por la ventana de Minho, haciéndolo despertar. Abrió sus ojos con lentitud y estiró sus brazos, para después levantarse de la cama con pereza.
Caminó en dirección a la habitación de su madre para saludarla como de costumbre, pero se encontró algo que no esperaba.—Ma, buenos días, ya es hora de despertar.
Se acercó el chico a su progenitora, sentándose a su lado para dejar un beso en su frente y acariciar su cabello; pero la mujer no respondió. —¿Mamá?— Comenzó a mover aquel cuerpo con desesperación, pero seguía sin dar ningún tipo de señal. Gritó con todo el dolor de su corazón, tomó el pulso cómo pudo y se dió cuenta de que ni siquiera se sentían los latidos.
—No.. no, no puede ser posible, no ahora.
Comenzó a llorar desesperadamente, llamó a una ambulancia con rapidez e intento reanimarla con lo que recordaba del curso de rcp que le habían dado en la secundaria, pero nada funcionó.—¡Mierda, Seungmin!— Gritó, pero su hermano no estaba en la casa.
En eso, la ambulancia llegó, Minho corrió a abrirles la puerta y los dejo pasar. Cayó de rodillas al suelo agarrándose el pecho, le dolía todo, el ser que más amaba había perdido la vida. Un médico se acercó a él y se agachó a su altura.
—Lo lamentamos, no hay nada que podamos hacer, ella sufrió un paro cardiorespiratorio.— dijo acariciando el hombro de Minho, el cuál solo se limitó a asentir mientras los médicos salían de su casa.
Se tiró en el piso de madera a derramar todas sus lágrimas, no se sentía capaz de nada, ahora solo necesitaba un abrazo de Jisung.
Jisung, Lucero.
Una idea pasó por su mente. Corrió con velocidad a su cuarto, buscando el libro de Demonología en el cuál había anotado la dirección de la Zero line. Si mal lo recordaba, las almas iban al Inframundo después de morir; por lo tanto podría recuperar a su madre de alguna manera.
Con sus pocas fuerzas tomó el libro y salió a toda rapidez de su casa, corriendo enérgicamente hasta la línea cero, no le importaba arriesgarse con tal de salvar a su madre. Tomó el tren a Busan, desesperado por las dos horas que tenía que esperar para llegar.
Miró la dirección y en cuanto llegó a la estación corrió cómo un demente en dirección al descampado, luego al bosque, hasta que logró visualizar a Eunchae. Se tiró con fuerza sobre ella y rogó.
—¡Eun! No tengo firma ni nada, pero no me mates, necesito que me dejes pasar, mi madre murió y..— Eunchae lo apartó con cuidado y lo abrazó.
—Tranquilo, Honnie, pasa, pero no le cuentes a nadie ésto porque Kazuha podría desterrarme y matarte a tí.
Minho dejó un beso en su mejilla y agradeció con sus ojos totalmente cristalizados, se levantó y colocó su dedo índice sobre el cero de la línea del árbol, cerrando sus ojos. Eunchae recitó unas palabras y automáticamente fue transportado a la dimensión contraria.
Se despertó aún un poco mareado, en la calle Perla Negra, en ese momento agradeció a Hyunjin por haberle contado los nombres de las calles, de esa manera podría guiarse.
Caminó temeroso por aquella calle, cruzando a Antigua Lanterna para comenzar a buscar el edificio de los complementos infernales.
Finalmente llegó y se acercó al tipo de la entrada, explicándole su situación.—No puedo dejarlo pasar sin permiso.
—¡Han Lucero Jisung me conoce! De verdad es una situación urgente.— rogó.
—¿Sabes cuántos me dicen eso por día, señorito..
—Lee, Lee Minho, déjame pasar por favor.
El guardia abrió los ojos cómo platos cuando escuchó el nombre del chico y se hizo a un lado, dejándolo pasar cómo si la vida le fuera en ello.
Minho no entendió porque de repente se quitó, pero no se quejaba. Caminó dentro y pasó por las oficinas, hasta llegar al ascensor. Subió y subió varios pisos, hasta llegar a la oficina de Jisung. Tocó la puerta y esperó.—¿Minho, cómo..
Y lo abrazó, mientras volvía a romper en llanto. Jisung sintió una opresión en su pecho al ver a Minho de aquella manera, por lo que correspondió el abrazo y preocupado preguntó.
—¿Que te ocurrió, bebé? ¿Te hicieron algo, que pasó?
—M-mamá... ella.. falleció ésta mañana.— a penas pudo formular la oración.
—¿¡Qué!? Amor, calma, por favor.
—¿Podrías llevarme al Inframundo?— preguntó de repente. —Necesito verla y decirle cuánto la amo.
Lucero se replanteó la situación, no debería llevarlo al inframundo, pero no podía soportar ver a su amado de aquella forma. —Sí, te llevaré. Ven, vamos.
Se tomaron de las manos y salieron rumbo a la estación de tren, Minho estaba nervioso pero aún más seguro, haría lo que fuera por ver a su madre.

ESTÁS LEYENDO
٬ 👹 ․⠀Lucero. ˚ . ✦ (Minsung)
Fanfiction« "-Quizá si seas uno de los cinco complementos del infierno, tal vez eres peligroso para mí, pero a mí todo eso no me importa, mí pequeño Lucero, yo te amo y te cuidaré, aunque tenga que dar mi vida por ello." » ﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏ • No hacer adaptaciones...