Capítulo II

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Abrió la puerta con un suspiro, estaba dispuesto a hablar con HyunJin, no podía dejar que la situación los separara más de lo que ya lo estaban. HyunJin era el hombre que amaba, con él había formado una familia, debía arreglar las cosas con él.

Al entrar lo encontró de espaldas, sentado en el lado de su cama; sus codos estaban apoyados en sus rodillas y sus manos sostenían su cabeza. Felix se preocupó al verlo así, notaba el estrés en su rostro y la tensión en su espalda.

Cuando cerró la puerta el sonido lo sobresaltó, pero no volteó, solo se enderezó y empezó a quitarse los zapatos. ¿Qué es lo que pasaba con él?

—HyunJin —Le habló con dulzura, pero no le respondió —Amor, ¿Qué te ocurre? —Preguntó, acercándose a él.

—Nada.

—Amor, no me mientas, sea lo que sea cuéntame, aquí estoy para ayudarte —Acarició su espalda.

El menor no se dio cuenta de que la rabia de HyunJin crecía, y no sabía si su rabia era dirigida hacia él o contra sí mismo. Y lo peor de todo... No sabía que HyunJin no podía diferenciar la ira que tenía con sí mismo con la que tenía por los demás. No sabía que era un enojo descontrolado.

—Ya te dijo que no me ocurre nada, no seas paranoico, Felix.

—Cariño, me duele verte así, estresado, preocupado —Empezó a acariciar su mano y notó que eso lo molestó.

Sin más, sin decir nada, sin alguna expresión en el rostro, HyunJin se levantó, dejándolo sentado en la cama, confundido. "¿Acaso mis caricias lo molestan?" pensó.

—Entiende, Felix, no pasa nada que te interese, estoy demasiado cansado y tú con tus reclamos no me ayudas para nada.

Felix se levantó, ignorando su propia tristeza y caminó hacia él. No podía dejarlo así, necesitaba hablar con él, necesitaba respuestas.

—Amor... —Lo llamó y no contestó —HyunJin... —Insistió con la voz quebrada, pero el contrario continuó buscando su ropa para dormir —HyunJin, mírame, por favor —Pidió, acunando el rostro del más alto en sus manos. HyunJin se resistió, pero cuando cedió esquivó su mirada.

"Algo me oculta" pensó Felix en su interior, más seguro que antes. Y la duda en su mente creció aún más: "¿Qué?"

Intentó que la mirada de HyunJin se posara en él girando su cabeza, pero el pelinegro se zafaba de su agarre. A HyunJin no le importaba si Felix necesitaba hablar con él, si necesitaba que lo mirara, si necesitaba que arreglaran las cosas.

—Ya no más, Felix —Advirtió HyunJin.

—¿Por qué no me miras, HyunJin? —Preguntó serio y nostálgico al mismo tiempo —Dímelo.

La voz del menor amenazaba con quebrarse, HyunJin jamás se había comportado de aquella manera, solía ser cariñoso, tierno y romántico.

—Hablemos, como cuando éramos jóvenes —Suplicó, porque sabía que algo había ocurrido y no le quería decir.

—¡No empieces, Felix! —HyunJin intentó irse, pero el pecoso lo detuvo, un poco más serio —Suéltame, ahora.

—¿Qué me ocultas, Hwang Hyunjin? ¡Dímelo! —Insistió, pero con mucho miedo y tristeza en su interior.

—Suéltame —Volvió a advertir, pero Felix, por el contrario, siguió intentando, insistiendo.

—¡Responde! —El enojo empezaba a hacerse presente en el menor.

—Ya te lo dije, Felix, ahora suéltame porque no lo repetiré...

—¡No! —Se negó, tomando sus manos.

—¡QUE ME SUELTES! —Gritó y lo acorraló en una pared en la que se encontraba colgada un enorme espejo que yacía en el cuarto. HyunJin apretó el cuello de Felix con fuerza, tan fuerte que el más bajo no podía respirar —¡DIJE QUE NO ME PASA NADA! ¿NO LO ENTIENDES? —Gritó otra vez y lo tiró al otro lado de la pared, donde el espejo colgaba. Felix chocó y tal impacto fue suficiente para que el espejo cayera y se rompiera en mil pedazos.

HyunJin se quedó en shock al recobrar el sentido y darse cuenta de lo que había provocado. Por otro lado, Felix no aguantó más y se puso a llorar, no solo por el dolor físico, sino ante la idea de que HyunJin, su esposo, la persona que tanto amaba, le hubiera hecho daño de tal forma.

El corazón de HyunJin se encogió al ver la sangre en la espalda de su esposo producto de fragmentos de vidrio que dieron a parar en su piel. Lágrimas de arrepentimiento comenzaron a descender por su rostro mientras miraba al pecoso retorcerse en el piso.

Felix a duras penas logró levantarse, y una vez que lo hizo posó su mirada en HyunJin. Su mirada que solía ser dulce y feliz ahora reflejaba dolor, desilusión, tristeza y miedo. Sí, le tenía miedo a su marido, al amor de su vida. No se explicaba lo que había pasado, ni siquiera podía creerlo.

HyunJin se acercó a su esposo arrepentido y dispuesto a ayudarlo, pero Felix con temor retrocedió. El pelinegro al ver aquella reacción no pudo más que sentirse como una basura, como un completo idiota o un monstruo. Se sintió peor al ver cómo su esposo, arrastrando sus pies por el suelo, entró rápidamente al baño.

Una vez ahí, Felix dejó fluir todas sus lágrimas, no sabía cuál era el peor dolor, si el de las cortadas en sus brazos, hombros y espalda o el de su corazón, tal vez aquel último.

Subió con suavidad su camiseta que antes era color crema, porque ahora se encontraba teñida por un color rojo oscuro debido a la sangre que la manchaba. Giró con delicadeza su cuerpo y cabeza, para poder ver su hombro ensangrentado en el espejo; el dolor era casi insoportable y las lágrimas bajaban como cascadas. Estiró su mano y con suavidad intentó retirar un pedazo de vidrio que se encontraba en la parte trasera de su hombro, pero no pudo enviar callar el chillido de dolor que salió de sus labios al sentir cómo el vidrio rozaba la herida. Una vez que lo logró, con su mano derecha comenzó a retirar uno por uno los vidrios incrustados en sus brazos. Pasado un tiempo la sangre aún corría sin parar, Felix subió su mirada y divisó a HyunJin, que lo observaba por el pequeño espacio que quedaba en la puerta. Los ojos de HyunJin estaban inundados de lágrimas y dolor, su mirada transmitía demasiadas cosas, pero las principales eran tristeza y arrepentimiento. Felix hizo un esfuerzo, dispuesto a cerrar la puerta.

—No, por favor —Pidió HyunJin, interponiendo su pie para impedirlo —Déjame ayudarte —Rogó, con su mirada suplicante.

Felix lo observó con el ceño fruncido, sorteando la posibilidad. Finalmente, solo se alejó de la puerta y lo dejó pasar, hizo su cuello a un lado y le dio la espalda. Con lentitud HyunJin se acercó a su cuello, examinó las cortadas en su espalda y la sangre que bajaba de ellas, aquella imagen lo destruyó por dentro.

—¿Preparado? —Le preguntó con suavidad y Felix se limitó a asentir, mirando el suelo.

HyunJin tomó un pedazo de vidrio y lo jaló lentamente, mientras Felix se agarró con fuerza del lavamanos, ahogando un grito, el dolor era demasiado.

Así fue con el resto de fragmentos que quedaban enterrados en su espalda y ahora solo faltaba una parte para terminar con aquel sufrimiento. HyunJin agarró la botella de alcohol que estaba allí y humedeció un pedazo de algodón para comenzar a desinfectar las heridas, pero dudó en hacerlo.

—Solo hazlo, ¿sí? —Felix lloraba y temblaba.

HyunJin pasó el algodón por las heridas, y Felix soltó un grito desgarrador al sentir el ardiente contacto del alcohol contra su piel abierta. HyunJin dejó caer un par de lágrimas al ver cómo sufría.

Cuando por fin terminó, agarró unas vendas del botiquín y cubrió las numerosas heridas. Felix respiraba con dificultad, su cuerpo aún temblaba y las lágrimas seguían saliendo. El pelinegro lo ayudó a salir del baño, le quitó la camiseta y lo ayudó a colocarse el pijama.

Con delicadeza, HyunJin lo recostó en la cama y lo acomodó entre las sábanas. El más alto lo miraba con suplica y con sus ojos oscuros le pedía perdón, pero el menor se negó a mirarlo.

Tras un rato ambos se durmieron, sin embargo, el corazón de Felix aún se encontraba lleno de dolor, de tristeza y de sufrimiento.

Nevertheless | ʰʸᵘⁿˡⁱˣ『𝗔𝗗𝗔𝗣𝗧𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora