bad boy ─ minjin

O15.

maratón 2/3

Sus inicios fueron extraños a decir verdad. Desde cómo terminó en ese puente hasta el chico con un perrito en sus manos que lo salvó de su posible muerte.

Para esos entonces, Seungmin apenas estaba entrando en la mafia y a decir verdad, Minho había dicho que estaría en prueba durante un mes.

Pues era su segunda semana después de haberse mudado a la casa que todos compartían. Chris no sabía nada sobre la existencia de Kim pues apenas se estaba mudando, ya que aún no tenía claro si lo haría en realidad. Después de su ruptura con JeongIn planeaba hacerlo pero le era tan difícil dejar la casa que ambos aún compartían. La causa de que rompieran se debía a cierto chico de máscara celeste que había abandonado la banda hace un tiempo atrás.

Admitía que Jisung tenía mayores encantos que el, pero aún así quien iba a pensar que JeongIn caería tan rápido bajo ellos. Eso fue lo de menos, ya que en esos momentos no había sido un buen día para Bang.

Desde haber perdido el cargamento -del cual el comprador era importante-, hasta tener una discusión con Minho, haber golpeado a uno de sus compañeros, perseguido por la policía y como si el mundo quisiera estar más en su contra, su familia se había enterado de la vida que llevaba.

Qué gran día.

Aquel puente tenía la altura necesaria para morir al instante, y si no lo hacía, el río se encargaría de terminar el trabajo.

Aún recordaba los insultos de su madre, la mirada de su padre, y sus hermanos quienes no opinaron nada al respecto y solo mantuvieron su mirada baja.

Se subió al borde del puente, las lágrimas que salían sin parar de sus ojos brillaban ante la intensa luz de la luna y los mechones de su cabello jugaban con el viento. Tenía unos cuantos moretones y heridas debido a todo lo que pasó hace unas horas atrás. Su rostro expresaba dolor y decepción.

Se sentía tan mal consigo mismo, pero también sentía que el mundo estaba mal.

Era una mezcla rara de sentimientos que ni el entendía. Su tristeza, rabia, decepción mezclados con su corazón roto.

Iba a dejarse caer cuando el ladrido de un perrito lo saco de sus pensamientos, bajo su mirada y lo divisó a su lado mirándolo con ojitos brillantes.

Luego de unos segundos salto del borde hacia dentro del puente y corrió hacia quien sabe dónde. Chan lo siguió con la mirada unos segundos para después volver su vista hacia el frente. Cerró sus ojos sintiendo la suave brisa chocar contra su piel.

── ¿Te vas a tirar o no?── se dió la vuelta divisando a un chico que sostenía entre sus brazos, al mismo perrito de hace unos instantes.

Chan no respondió, soltó un bufido y volvió su vista hacia el frente.

── ¿No sabes que es de mala educación no responderle a la gente?── se acercó al borde. A lo lejos se veían las grande empresas de Seúl que contaban con gran iluminación ── linda vista.

── ¿Puedes irte?── Chris elevo un poco su voz ── ¿No ves que intento matarme?

── Pues, ya te estás tardando mucho ¿No crees?

El rubio bufó, ¿De dónde había salido este chico? Tomó asiento haciendo que sus piernas quedarán colgando debido a la gran altura entre el puente y el río.

── Cállate.

Seungmin lo miró curioso y comenzó a darle suaves caricias al perrito entre sus brazos.

── En lugar de estar queriendo morir, ¿Por qué no mejor buscas un motivo para vivir?──el mayor bajo su mirada.

── Yo ya no tengo motivos para vivir── susurró con tristeza ── los perdí.

── Entonces busca uno nuevo.

Las miradas de ambos se encontraron y el de apellido Kim le dedicó una suave sonrisa al contrario.

El corazón de Chris se aceleró un poco.

── ¿Como te llamas?── preguntó olvidándose de su dolor.

── Seungmin, Kim Seungmin.

Kim fue abriendo sus ojos poco a poco, adaptándose a la luz que había en la habitación e intentando mover su cuerpo. Sintió un peso sobre su mano derecha, giró su cabeza en esa dirección para divisar a cierto rubio dormido que había entrelazado sus manos.

Intento alejar su mano pero se detuvo, solo se quedó observando lo lindo que se veía su novio cuando dormía.

Novio.

Seungmin se preguntaba que significaba esa palabra para Chris, se preguntaba si aún era lo suficiente para estar a su lado. Si aún podían mantener lo que ellos juraron iba a ser para siempre, si el amor que en un principio existió, seguía intacto. Si podían cumplir sus promesas.

Sintió al rubio moverse y de inmediato cerró sus ojos. Fingiendo dormir.

── ¿Aún no despiertas?── escucho la voz ronca de Chris, que le causó escalofríos por todo su cuerpo.

Hubo un silencio no tan abrumador, de hecho Kim podía que tenía la mirada del mayor encima, abrió un poco sus ojos encontrándose con la sonrisa burlona de Chris.

── Te descubrí── río e intento besarlo, cosa que Seungmin impidió volteando su rostro hacia otro lado.

── Te dije que no quiero tu amor de sobra.

A pesar de que intentaba sonar molesto, no pudo, pero hablamos de Christopher Bang, era difícil ser indiferente.

El rubio suspiro, era su culpa y lo sabía.

── Esta bien, lo admito, es mi culpa. Lo siento.

Seungmin mordió su labio, no sabía si hacer la pregunta o no.

── Por cierto── murmuró ganando la atención de Chris ── ¿Fuiste a ver a JeongIn, no?

Silencio. Solo eso se mantuvo durante unos segundos.

── No.