O39.

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Algo cubría la puerta impidiéndole la entrada. Los muebles habían caído bloqueando la entrada, así que los oficiales debían esforzarse aún más de lo que ya lo hacían antes.

Yong Ah dirigió su mirada hacia una pequeña ventana que se encontraba abierta, probablemente si se esforzaba un poco podría alcanzarla y entrar para facilitar el paso que los detenía.

Su jefe lo miraba desde la patrulla, esperando algún movimiento por parte de Hwang. Sonrió al ver como se encaminaba hasta dicha ventana.

Bang emitió un quejido de dolor, tenía ya unos cuantos rasguños en sus brazos pues estos habían sido utilizados como escudos para cubrirse de los ataques que Seungmin le brindaba

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Bang emitió un quejido de dolor, tenía ya unos cuantos rasguños en sus brazos pues estos habían sido utilizados como escudos para cubrirse de los ataques que Seungmin le brindaba. Aunque no sabía que dolía más, si los cortes que dejaban salir un pequeño hilo de sangre de sus muñecas o el hecho de que la persona que alguna vez le juro amor eterno intentaba matarlo ahora.

Su cuerpo débil apenas y le daba la capacidad para moverse, a veces no reaccionaba lo cual tenía como consecuencia un esfuerzo aún mayor para no caer. y más rasguños en sus brazos. Seungmin no se detenía, seguía lanzando un golpe tras otro, las cuchillas en sus manos parecían una extensión de estas.

Aún con todo el caos a su alrededor, el rubio sonrió, su ex novio era el mejor. Nunca dudaría de ello.1

── Morirás Chris.

── Sería un honor, morir en tus manos.

ChangBin atrapaba algunas veces las manos de Felix entre las suyas, acercando sus cuerpos y pegando los provocando que el menor se debilitará por unos pocos segundos para luego atacar con mayor fuerza que antes

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ChangBin atrapaba algunas veces las manos de Felix entre las suyas, acercando sus cuerpos y pegando los provocando que el menor se debilitará por unos pocos segundos para luego atacar con mayor fuerza que antes.

En algún momento se habían alejado un poco de los demás, aunque no estaban específicamente distanciados de estos. Los pies de ambos danzaban al mismo ritmo así como sus ataques aumentaban en velocidad.

── ¿Por qué estás con ellos?──. La pregunta fue lanzada al igual que el puño de Felix rozando la mejilla de Seo.

── No te interesa. ── al instante una pequeña cuchilla daño la densa piel de Seo, afectando específicamente la zona cerca de su ojo derecho.

El mayor dió un grito de dolor al sentir como esa zona ardía horriblemente ante un pequeño roce. O al menos eso podía ser considerado para el aquella herida no tan profunda pero si lo necesaria como para manchar su rostro de su sangre.

── ¡Si no me importará no seguiría aquí!── dicho esto el menor se lanzó contra el nuevamente.

── ¡Si no me importará no seguiría aquí!── dicho esto el menor se lanzó contra el nuevamente

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── ¡Minho-ssi!── el rubio gritaba con horror al divisar todo en llamas a su alrededor. El hombre que caminaba delante de él, tiraba de su frágil cuerpo obligándolo a avanzar aún cuando lograba ganar un poco de tiempo enganchándose de algún objeto.

El menor recordó cierto objeto, era suavecito y mimoso. Le gustaba abrazarlo por las noches al dormir y era el único recuerdo que tenía de su familia. Colores pasteles, en especial ese amarillo que tanto le gustaba.

── ¡Minho-ssi!── gritó. ── ¡Amarillo, pollito!

Lee escucho los gritos de Hyunjin.

¿Amarillo?... ¡Pollito!

El peluche de felpa, corrió a la habitación del menor, tenido ya una idea de a dónde se dirigía su padre con el menor ahora que había escuchado su voz. Entró al lugar casi cubierto en llamas.

Divisó al peluche en una pequeña esquina de la cama. Escombros en llamas cayeron cerca de Minho, quien dió un salto pasando por encima de estos para alcanzar el suave peluche.

Corrió hasta quedar afuera de la habitación que no tardó en derrumbarse. Miró a su alrededor, todo se desaparecía junto con el abrasador fuego que consumía todo a su paso.

Tal vez su familia era similar al fuego, no importaba cuanto intentase calmarlo hasta que no tuvieran un contacto fuerte y directo con el agua, no habría forma de detener la catástrofe que hacía.

Corrió hasta la dirección en la que había escuchado anteriormente la voz del rubio.

── ¡Hyunjin! ¡Si me escuchas por favor responde!── gritó mientras corría por aquel pasillo.

── Shhh. ── el hombre mantenía su mano en la boca de Hyunjin obligándolo a que no emitiera sonido alguno. El pelinegro buscaba a su novio con la mirada.

El hombre de mayor edad tomo una pequeña botella, acercándose poco a poco hasta el de piercing mientras el menor intentaba soltarse del agarre que el hombre mantenía sobre él.

── Y...── el hombre murmuró para sí mismo al estar cerca de su hijo── ¡Listo!── soltó al menor.

── ¡Minho-ssi!── gritó el menor.

El mencionado se dió la vuelta sintiendo al instante como algo impactaba contra su cabeza. Su vista se nublo.

bad boy ─ minjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora