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Narra Trunks

¿Goten me gusta? No puede ser posible, ¿o sí? NO. Claro que no, aunque, si lo pienso de ese modo, eso explicaría el por qué de todos esos molestos síntomas. Tal vez, no sea tan malo, no, ¿qué estoy diciendo?. No me puedo permitir una cosa así, y mucho menos si se trata de otro hombre, pero, Goten parece ser un buen muchacho, aunque dudo mucho que se fije en mí. También está Mai, ¿qué pasará con ella?, ¿podré seguir como si nada hubiera pasado? Aunque fue ella quién me lo preguntó, entonces, supongo que estará bien que la deje ¿verdad?. Pero, si ella siente algo por mí, no seria justo para sus sentimientos.

No me creo capaz de lidiar con ésta clase de problemas, pude lidiar con otros mucho más complejos, pero no tanto como mis propios sentimientos. Es como si no me conociera, como, si me estuviera auto descubriendo, a la edad de treinta y un años, como si fuera un adolescente. Me siento totalmente débil, a pesar de mi fuerza, siento que, con una mirada esa persona es capaz de derribarme por completo. Mis piernas se sienten débiles ante su presencia, y aunque ahora no esté ni remotamente cerca de mí, me siento igual o peor. Mai tiró una bomba atómica, una que no quería que cayera nunca, después de todo, cuanto más ignorante, más feliz eres.

—Deberías de pensarlo con calma —sujetó mi mano suavemente—. Volvamos a casa —tomó su bolso y comenzó a caminar en dirección a la salida del parque.

Tardé unos segundos en seguirla, mi mente no procesaba nada correctamente y me costaba entender lo que sucedía a mi alrededor. Todo se movía en cámara lenta, incluyéndome. Me pesaban las piernas y apenas podía moverlas, tuve que sujetarme del hombro de Mai para no caerme. Afortunadamente pude llegar correctamente a casa, una vez allí, me fui directamente a mi habitación, me sentía tan agotado.

Me arrojé a la cama sin ningún tipo de cuidado y suspiré sonoramente. Ya perdí la cuenta de cuantas veces suspiré éste día. Miré el techo completamente blanco, ojalá mi mente estuviera igual, pero es un caos. No he dejado de pensar en Goten desde que llegué, ya sea de buena o mala manera, él siempre encuentra una forma de colarse en mi mente y ahora, parece que se ha instalado ahí por un largo tiempo.

Tres suaves golpes a la puerta me sacaron de mi ensimismamiento, digo un desganado “pasa”, sin siquiera voltearme. No tenía muchas ganas de ver a nadie, y mucho menos hablar, pero tampoco me gusta ser demasiado grosero con la gente.

—Hola —esa maldita voz—. Te vi llegar bastante pálido, y quería saber cómo estabas —cerró la puerta detrás de él y se acercó hasta una distancia prudente.

Giré mi cabeza y mierda. Mi corazón se aceleró en un nanosegundo, sonreía como siempre, me miraba como siempre, hasta sus manos se posicionaban de igual manera atrás de su espalda. ¿Por qué él está bien y yo no? ¿Qué es lo que me falta para estarlo?

—Estoy bien, gracias por preocuparte —le sonreí, pero aparté la mirada rápidamente.

Su sonrisa se agrandó aún más. Se balanceaba sobre sus talones, parecía querer decir más, pero no se animaba. Su vista viajaba por toda la habitación, hasta que cayó en el cuadro que anteriormente había quitado de su vista. Ésta vez no lo hice, dejé lo apreciara tanto como quisiera. Se acercó para tomarlo, para luego sentarse sobre el borde de la cama. Me senté correctamente para darle más espacio y que se siente cómodamente.

—No eres muy diferente a nuestro Trunks —dejó la foto y me miró—. Quiero decir, físicamente, claro —un pequeño sonrojo se hizo presente en sus pálidas mejillas. ¿Cómo me quito esa tierna imagen de la cabeza?

—Claro, sí, seguro —¡habla claro, idiota!

Por amor a Kamisama, esto es demasiado incómodo. Ambos miramos hacia distintas direcciones, sin decir nada. Goten subió sus pies a la cama y los cruzó apoyando sus brazos en ellas, con una de sus manos acunó su rostro, pero mirándome fijamente.

—Tu madre siempre me habló de ti —dijo después de un tiempo—. Decía que de haber crecido juntos, hubiéramos sido los mejores amigos, ¿puedes creerlo? —rio negando con la cabeza.

Parecía un ángel desde mi perspectiva. Maldición, ya estoy alucinando.

—Bueno, en la otra línea del tiempo, de hecho somos mejores amigos —comencé diciendo mientras me acercaba sigilosamente—. O eso era lo que yo pensaba, pero en realidad somos así como una pareja —quedé frente a su rostro.

Podía sentir su respiración golpear contra la mía. Mi corazón latía fuertemente, estaba seguro de que a esta distancia lo podía oír claramente. Bajé la mirada a sus labios, ahora se veían cada vez más apetecibles.

Y lo hice, lo besé. ¿Qué podría perder?

No se movió ni un centímetro, todo su cuerpo se tensó. Sin embargo, yo me sentía en la mismísima gloria, jamás me sentí así con un beso, era una explosión total de emociones. Pero sólo duraría unos cinco segundos antes de sentir un fuerte empujón.

—¿Qué crees qué haces? —Se levantó rápidamente de la cama alejándose, viéndome enojado.

—Besarte —respondí sin más, es decir, no podía poner ninguna excusa ante lo ocurrido.

—¿Y acaso me preguntaste si yo quería? —Caminó de un lado a otro pasando su mano por el pelo una y otra vez. Sentí elevar su ki, no era mucho, pero era notable.

No respondí, sólo bajé la vista. ¿Debería disculparme? Honestamente no siento remordimiento por lo que hice, pero también me siento más asustado que antes. Quiero llorar, pero no lo hago, nada cambiaría si lo hiciera. Un portazo se escuchó.

Y ahí tenía la respuesta, me tomó tanto tiempo asumir mis sentimientos por él y ahora soy completamente rechazado. Tendría que haberme alejado aún más de él.

🌸🌸🌸

Se supone que éste capítulo sería el final, pero quiero agregar algunas cosas más, así que tendrán unos cuantos capítulos más.

Y nada, gracias por los 2k de leídas, por sus votos y comentarios que me hacen el día cada vez que los leos jajaja

Me despido, bye 💖

También tengo un GotenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora