💎20

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Los días habían avanzado rápido en París y Yoongi había llevado al menor a recorrer varios de los lugares más famosos en la capital de Francia. 

Lugares que el ya había visto más no se había detenido a observar detalladamente nunca, no le parecía nada interesante más bien aburrido y monótono. 

Pero debía de admitir que cuando fueron con Jimin a El Louvre, el museo más famoso y visitado del mundo, había vivido una experiencia nueva.

El enorme museo inaugurado a finales del siglo XVIII le dió a Yoongi una vista más pintoresca que la última vez que lo había visto, podria decirse  tal vez que era la compañia la que aportaba un plus a esa experiencia, ya que en todo momento la vocecilla de asombro de Jimin retosaba en sus oídos y la risita encantadora que se le dibujaba en su rostro  cada vez que algo le parecía bonito o interesante llenaba de regocijo  al mayor. Tenía que admitirlo, la compañia de Jimin era lo mejor.

     —¡Wow mira Yoongi   La Gioconda de Leonardo da Vinci! —A pasos apresurados Jimin se acercó al cuadro admirandolo con asombro.

     —¿La que? —Yoongi tuvo que correr un poco para alcanzar a Jimin quien por las prisas lo había soltado de la mano para ir  a ver la pintura.

     —La mona Lisa Yoon. —Contestó rodando los ojos.

Yoongi sonrió, obviamente con solo ver la pintura ya se sabía que era la mona Lisa.

     —¿Sabías que hay muchas teorías sobre esta pintura Yoon?

Las entrañas del mayor se retorcian con violencia cada vez que escuchaba ser llamado "Yoon" aunque parecía que Jimin lo hacía de manera inconsciente Yoongi lo sentia como una tortura pues su mente no dejaba de volar al pasado a cuando le había roto el corazón al tierno Jimin por sus putos miedos internos. Pero aunque le causaran un enorme agujero cada vez que el tierno mote le taladraba el pecho, al mismo tiempo sentía otro sentimiento valga la redundancia; ya que una chispa de nostalgia saltaba de su pecho al oír ser nombrado así.

Y entonces volvía a tener miedo, miedo a que esa chispa encendiera la caja de dinamita que guardaba en su interior. 

     —¿Yoon? ¡Yoongi! —Tuvo que susurrarle Jimin muy de cerca pues Yoongi no parecía querer  volver en si.

     —¿Si? Lo siento... me perdí en la pintura.  —Trató de disimular su viaje al pasado.

     —Que si sabias que hay varias Teorías sobre La Mona Lisa.  —El menor se cruzó de brazos mirando a Yoongi analizándolo efusivamente.

     —¿Mmm cuáles?

     —Bueno... —Jimin se acercó más a la pintura feliz de haber captado nuevamente la atención del mayor.  —Según dicen es una mujer al que un amigo de Da Vinci  mandó a pintar, pero en realidad dicen  que no es una ella, si no un él.

El mayor arrugó la frente un tanto interesado en la historia.

     —Dicen que Da Vinci estaba profundamente enamorado de su pupilo, y que hasta tuvieron un romance de 25 años así que creó una mezcla entre ellos, de hecho, los cuadros anteriores en los que Da Vinci utilizó a su amante como modelo lo reflejan como un personaje ambiguo y extremadamente andrógino, unos rasgos que según dicen, son muy similares a los que presenta la Mona Lisa.

Yoongi escuchaba fascinado a Jimin mientras observaba a la mujer en la pintura.  —¿Entonces, ella puede ser él en realidad?

Jimin asintió.

     —Aunque él pinto a una mujer llamada Lisa en realidad estaba plasmando la esencia de su amante ahí, todos la ven como una mujer y otros como hombre.  Pero yo creo más bien que cada quien   ve la pintura como quiere verla, al fin y al cabo la manera en la que percibes el arte es la forma en la que tu subconsciente se refleja.

Ambos se quedaron ahí parados observando la pintura creada en 1503 como si fuese una cosa llena de secretos que debían revelarse.

No es una ella, es un él...

     —Creo que tengo hambre, vamos a cenar. —Yoongi tomó a jimin de la mano para sacarlo de ahí a toda prisa.

     —¡Espera Yoon, aún no vimos la Venus de Milo o el Escriba Sentado del antiguo Egipto! —Se quejó Jimin jadeando debido a la prisa con la que Yoongi lo jalaba para afuera del museo. 

     —¿En verdad quieres verlo?

     —Yoongi por favor... ¿cuantas veces más crees que voy a venir a París?

Yoongi no se detuvo, necesitaba salir de ahí ahora mismo porque sentía que se estaba asfixiando.

     —Muchas bebé yo me encargaré. 

Jimin resopló y se dejó arrastrar por Yoongi hasta afuera del museo.

     —¡Espera! —Jimin Gritó tan fuerte que provocó que Yoongi se detuviera de repente y se girara.  Jimin no frenó a tiempo así que chocó contra el pecho del mayor el cual lo abrazó para sostenerlo.

Jimin estaba tan cerca de Yoongi y podía sentir su aroma a Menta fresca y los latidos de su corazón.

     —¿Que...que pasa Jiminie? —La voz de Yoongi salió como un suave Susurró de sus labios y Jimin tembló. 

Jimin se separó de él con su rostro enmarcado en un tono carmesí que lo hacía ver muy lindo.

     —N-no nos hemos tomado la foto afuera del Louvre, es una tradición todos los que  vienen lo hacen, como en la torre Eiffel.

Yoongi sacó su teléfono y se colocó a su lado para tomar una selfie y con eso Jimin sonrió contento.

Luego de la cena en un restaurante a la orilla del río Sena ambos arribaban al hotel, exhaustos.

El en loby del hotel había un grupo de personas esperando ser registrados.

Parecían modelos de alguna agencia, mujeres altas y extremadamente delgadas.

     —¿Que pasará aquí? —Preguntó  Yoongi dirigiéndose a Jin quien caminaba detrás de ellos.

     —Mañana empieza la semana de la moda Yoongi, estos días estará lleno de modelos y empresarios de la moda por todos lados.

Yoongi bufó con fastidio, algo que odiaba mucho era tener que coincidir con eventos de moda en sus viajes. Eran ruidosos y sumo extravagantes. 

Caminaron evadiendo la multitud hacia el ascensor pero una voz femenina los detuvo.

     —¡Yoongi-Ah! ¿Yoongi-ah eres tu? —El mayor volteó justo cuando una chica alta y rubia caminaba hasta él. 

Trató de hacerse para atrás pero los brazos de la chica se cerraron en su cuello.

     —¡Sabía que eras tú! Que gusto verte, al fin este viaje esta valiendo la pena. ¿Quieres beber algo? Estaré libre esta noche tal vez si quieres... ya sabes.

Yoongi la apartó bruscamente mientras se deshacía de su agarre.

     —Irene, déjame.

     —Ay Yoongi-ah no seas malo conmigo, o mejor si se malo pero no aquí... —Levantó una ceja sin dejar de mirarlo.

Jimin sentía que sobraba ahí así que apretó el botón para llamar el ascensor. 

     —Irene no... ahora no puedo estoy ocupado. 

Trató de ir detrás de Jimin pero las manos de ella lo volvieron a apresar.

Jimin solo alcanzó a ver que ella susurraba en su oído.

Un sentimiento de tristeza le invadió por completo.

     —Descuida Jimin ya volverá, Tom está con él no te preocupes.  —Dijo Jin refiriéndose al otro guardaespaldas.

Jimin asintió y cuando el ascensor llegó  rápido se metió a la habitación y no volvió a salir.

De verdad sentía algo dentro de su ser que le causaba una molestia enorme. Yoongi no era de su propiedad y nunca lo sería a pesar de las cercanías que a veces tenían y de la manera en que él se refería a Jimin como su novio, sabía que jamás iba a haber algo más allá con aquel hombre que una vez lo trató de la manera que jamás se espero y que además no merecía. Aún así sentía aquello llamado Celos.

❀~✿ ❀𝕄𝕪 𝔾𝕒𝕟𝕘𝕤𝕥𝕖𝕣 𝕓𝕠𝕪𝕗𝕣𝕚𝕖𝕟𝕕 |𝒴𝑀|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora