Tenía años de no verlo y de pronto me vi envuelto en una vida oscura. Lo amo pero odio su mundo.
Att. Park Jimin
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○Historia Yoonmin
◇ Fluffy/Smut
♡Totalmente de mi autoria
♤No acepto adaptaciones ni copias
♧Contenido +1...
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—¡Espera bebé, debo cargarte!
Jimin detuvo su mano sobre la manija de la puerta y enfocó sus ojos almendras en Yoongi quien tenía una sonrisa ladeada.
—¿Por...
Pero a Jimin no le dio tiempo de analizar las palabras de Yoongi pues él lo tomó de la cintura y de las piernas cargandolo como a un bebé.
El castaño soltó una risita divertido mientas era llevado en brazos por la Suite en busca de la habitación privada.
—No sabia que existía este Yoongi tan tradicional. —Dijo el castaño metiendo su rostro en el cuello del contrario. Estaba feliz y emocionado.
Yoongi también sonrió abriendo la otra puerta.
—Bueno, es que tú me haces ser así tradicional y cursi...y eso me gusta.
Dejó a Jimin suavemente en el piso y el castaño abrió la boca con asombro al ver el pasillo que daba hacía la habitación principal. Era una alfombra de pétalos de rosas y velas a los costados iluminando el camino hasta la habitación.
El castaño caminó por la alfombra de rosas hasta llegar a la habitación y volvió a asombrarse, todo el piso estaba lleno de pétalos de rosas rojas y blancas no había ningún centímetro de piso en la habitación que no tuviera pétalos de rosas y la misma habitación olía a rosas frescas, la cama era una Queen Size y sobre ella había un bonito decorado de un corazón de pétalos rojos y un ramo de rosas rosadas, una botella del más fino Champán, fresas frescas y chocolates.
—Woow Yoonie esto es... tan bonito ¡Lo amo! —Jimin dio una vuelta y rodeo a Yoongi del cuello para poder darle un beso en los labios, momento justo que el pelinegro aprovechó para rodearlo de la Cintura y apretarlo contra él.
—¿Te gusta amor?
El menor asintió lleno de felicidad, todo estaba tan lindamente decorado.
—¿Yoonie de donde sacaste tantas rosas?
Yoongi soltó una risita, había tenido que contratar a más de dos floristerías porque una sola no cubría con el número de rosas que iba a necesitar.
—Pues por ahí, lo importante es que te ha gustado.
¿Y cómo no hacerlo? Toda la Suite Presidencial estaba llena de pétalos, velas y chocolates.
—Jiminie, sabes que eres lo más importante para mi ¿Verdad?
El castaño asintió con su corazón latiendo con frenesí que parecía que se le iba a ir corriendo en algún momento.
—Jiminie mi Pollito de algodón, quiero que esta noche sea especial, todas las noches a tu lado lo son bebé pero esta quiero que lo sea más porque ahora oficialmente puedo llamarte Min Jimin, mi esposo y esta noche voy a hacerte el amor...
