Duda

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Hubo silencio en todo el trayecto de vuelta al aeropuerto. Shirou no dejó de ser amable con todos, cada movimiento, cada acción que daba, todo era de genuino hacía la felicidad de otros. Olga Marie también pudo determinar aquella sonrisa que portaba a cada instante en que estaba rodeado de los demás.

Olga Marie solo miró desde lo lejos como Shirou interactuaba con tranquilidad, con total paz y con... ¿Felicidad quizá?

Ella ya no estaba segura de lo que veía de parte de Shirou. Al principio vio a un tonto que solo se estaba esforzando de más en ser amable, alguien sospechoso a primera vista, pero después de su segunda interacción en la torre en el mismo año que lo conoció.

Se dio cuenta de que esa amabilidad era genuina. El que fuese no era un problema, o el hecho de que fuese así con los demás, el problema y lo que le daba miedo a Olga Marie, es que Shirou Emiya era así de amable con todos, y con todos, era precisamente con cada persona que había conocido.

Tanta amabilidad desinteresada no podía ser posible. Aparte de eso, estaba el hecho del uso de refuerzo o un punto inhumano, o quizá estaba mezclado con la cresta de la familia Emiya. Olga Marie no podía creer que esto fuese real desde el momento en que vio a Shirou.

Ira, miedo, rabia o molestia debían adornar la cabeza de una persona en esa clase de escenario. La albina llevó una mano a su boca cuando recordó la escena. Ni siquiera los experimentos de su padre parecían tan inhumanos ante la vista de personas gritando y llorando para no ser asesinadas.

Shirou Emiya era demasiado bueno en lo que hacía.

Matar.

Pero la sonrisa que daba fue lo más aterrador. La sonrisa que el hombre siempre mostraba ante toda persona presente apenas veía a alguien fue lo que más le dijo que algo no estaba bien con Shirou.

Fue como si el hombre sonriera solo para imitar una acción que calmase a los demás, no como si es que supiera el significado.

Dando un suspiro Olga Marie tomó uno de los "teléfono" prototipo de Chaldea. Fue absurda la diferencia de nivel tecnológico entre la organización y el mundo. Mientras que en el mundo empezaban a surgir modelos sin botones ellos ya tenían hologramas de alta calidad que responden con sensores.

Chaldea estaba en su auge de progreso. De reojo vio la fecha, 07 de diciembre del 2009.

Solo había pasado un mes desde su primera misión al lado de Shirou. Se suponía que iba a seguir, pero para su fortuna el hombre tuvo que viajar a África hace un par de días.

Era mejor así, le daba tiempo de ordenar sus pensamientos.

...

Olga Marie estaba frente a su padre. No se mostró feliz.

―Shirou me comentó de tu reacción en la misión, ¿De verdad te acurrucaste en miedo? ―Marisbury miró a su hija con intensidad.

Olga Marie solo bajó la cabeza sin poder decir nada, no supo que responder porque lo que pasó fue una prueba, ella misma lo sabía. Prueba que ella fracasó de manera monumental al no poder sobrellevar la situación.

La parte lógica de Olga Marie le decía que no tenía ningún sentido que estuviera en vuelta en algo como eso a los diecisiete años, era estúpido el pensar en que un adolescente podía manejar tanto o que podía ser el foco de todo para lo que vio.

―Emiya a tú edad ya había visto peores cosas y no se inmutó ―Olga Marie notó esto de parte de su padre desde que se reveló de que Shirou Emiya trabajaba para él.

Marisbury tenía casi una preferencia a decir que hubiera preferido a Shirou como su heredero. En parte ella lo entendía, de lo que había aprendido a pesar de su talento mágico nulo, Shirou poseía cualidades para ser un maestro de Servants, poseía buena capacitación en magecraft general, si bien no podía usarla, podía entender bien la situación en la que estaba.

Hierro en PlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora