Mi padre mira a Mónica como si estuviera loca, pero, tras un duro reto de miradas, sale del espacio. La tensión no disminuye, es más, aumenta, aunque el silencio permanece. En estos momentos es nuestra mejor compañía.
Después de unos segundos en los que nos mantenemos la mirada, Mónica solloza y la aparta. El miedo se apodera de ella, veo como poco a poco su rostro se contrae para terminar en un mar de lágrimas.
«No me gusta verla así».
Me siento a su lado y esto llama su atención. Ella levanta la cabeza y sus hermosos ojos, llenos de amor y ternura, se posan en los míos. Le sonrío con cariño, el mismo que me ha dado ella desde que llegó a mi vida, y eso la calma un poco.
―No te asustes, solo quiero hablar contigo―digo en tono suave.
―Lo siento―responde ella a mis palabras―. De verdad lo siento.
― ¿Por qué te disculpas? ―Tomo su mano.
―Sorbe su nariz―. Porque sé que esto no te hace feliz.
―Sus palabras golpean mi pecho con fuerza―. «¿Por qué no me haría feliz?».
―Tú dijiste, que no querías ser parte de la "fantasía familiar" de tu padre―. Su voz es baja, casi inaudible―. Y ahora yo... ―Acaricia su vientre con cariño―. Tengo a un pequeño aquí por el que tendrás que ser parte de esta fantasía―. Las lágrimas vuelven a rodar por sus rosadas mejillas―. Lo siento, Alton, de verdad, lo siento―. El dolor se le ve reflejado en el rostro, una punzada de culpa presiona mi pecho―. No lo planee, juro que no, solo... solo ocurrió y yo...
―Mónica―. La llamo mientras tomo sus manos, está por darle un ataque de nervios―. Mírame, ¿sí? ―pido―. Solo mírame.
Ella asiente y le ayudo a respirar, el miedo y el pánico la habían convertido en un manojo de nervios. Ella llora y me pide perdón, más veces de las que puedo contar, pero se tranquiliza al ver que permanezco a su lado.
Después de veinte minutos, por fin las lágrimas han cesado y podemos retomar la conversación. Ella está más tranquila, pero aferrada a mi mano. Me pide en silencio que no me aparte de su lado y le aseguro que así será, no puedo dejarla sola, menos ahora.
―No me odies―pide en susurro.
―No podría―respondo con la mayor sinceridad posible.
― ¿No te molesta que esté embarazada?
«Me ofende que piense que me molestaría un bebé de ella».
―Claro que no―. Le sonrió―. Será interesante ver mi potencial como hermano mayor―. Ella parece no confiar en mis palabras―. Lo digo en serio, Mónica. No me molesta que vayas a tener un bebé.
―Tu padre... tu padre dijo que a ti y a Libby les molestaría, por eso queríamos guardar el secreto.
«Ese imbécil».
―No debes confiar en sus palabras, Mónica―suspiro―. Él apenas sabe de nuestra existencia.
―Alton, eso no es cierto, él...
―Olvidémonos de él―pido y ella suspira resignada―. «No quiero discutir nuevamente con ella, no quiero que se altere». ―Más bien, ¿ya estás más tranquila? ―Ella asiente, pero no la siento muy convencida―. Mónica, dime lo que piensas.
―Se acomoda en la cama―. ¿Por qué de repente cambiaste de opinión? ―Ella reformula la pregunta al ver que no le entiendo―. Dijiste que no querías pertenecer a la familia de tu padre, pero no estás enojado porque tendré un hijo con él―. La expresión de su rostro me lo dice todo, tiene la esperanza de que acepte su proposición―. ¿Acaso cambiaste de opinión?
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Classless [Boyslove] [+18]
Storie d'amoreAlton le prometió a su padre que cumpliría el trato y dentro de 4 años tendría su ansiada libertad, sin embargo, nunca imaginó que los cambios que da la vida lo pondrían todo en peligro. Segundo libro de la trilogía How do I found my first love? (¿C...