Emilio es un exitoso YouTuber.
Y Joaquín sólo quiere apoyarlo aunque por dentro se esté quebrando.
Ésta historia está basada en la manera de trabajo de "Luisito Comunica".
Adaptación Autorizada.
Todos los créditos son de la Autora original @Cinmcc...
Mike: Bien chicos, los llevaré a la que será la primera atracción, sin duda es una de mis favoritas, pueden darme la cámara si gustan y grabaré para ustedes lo que deseen.
Emilio: Eres muy amable Mike. - Sonrío.
Mike: Es sólo que soy fan del canal.
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Emilio: Hola amigos hoy es el gran día dónde Joaquín Bondoni me pidió ser su novio hace 5 años. - Abrazó al ojimiel por los hombros.
Joaquín: Y él me dijo que sí. - Sonrió.
Emilio: Sin duda alguna éste hombre estaba y quiero pensar que aún está loco por mí. - Besó su mejilla.
Joaquín: Definitivamente aún lo estoy, desde el primer día.
Emilio: Eres un cursi Bondoni. - Besó su mejilla con dulzura, los ojos de Joaquín se achinaron creando pequeñas arruguitas bajo sus ojos. - Pero bueno les presento a nuestro guía de ésta nueva aventura, saluda Mike. - La cámara enfocó al chico, quién sonrió completamente nervioso sin despegar las manos del volante, pues aún conducía.
Mike: Hola. - Mordió su labio.
Emilio: ¿A dónde nos estás llevando amigo? - Dijo aún sin apartar la cámara del chico.
Mike: Estamos en camino a "beach pig" dónde podrán nadar y convivir con los cerdos, créanme que es muy divertido.
La cámara volvió a enfocar a la pareja.
Emilio: ¿Emocionado Joaco?
Joaquín: Encantado, jamás había hecho algo cómo eso, así que estoy extasiado por lo que se viene. - Frotó sus manos entusiasmado.
Emilio: Vayamos a ello. - Tapó la lente con su mano dando fin a esa parte del vídeo.
Joaquín: Mira ésto amor. - Se acercó a un cerdito pequeño y rosado con manchas negras, lo tomó en sus brazos y le dió cortos besos. - Me encanta.
Emilio: Te ves adorable. - Sonrió grabándole.
Joaquín: Ven aquí.
El rizado dejó la cámara con Mike para que sacara algo de vídeo y algunas fotos también, las cuáles fueron a dar a Instagram. Emilio tomó a su novio entre sus brazos al estilo nupcial y pronto comenzó a caminar hacía el mar hundiendo más y más sus cuerpos.
Joaquín: Alto ahí vaquero, sabes que no sé nadar.
Emilio: Y tú sabes que nunca te soltaría.
El cerdito comenzó a chillar retorciéndose entre sus brazos así que lo dejó libre, ambos vieron cómo éste nadaba tiernamente hacía la orilla. Se miraron fijamente y sonrieron.
