Dreamer // Adaptación Emiliaco

Cap. 34 - Final

Meses más tarde.

Joaquín y Emilio habían estado viviendo en Londres, que aunque los dos eran mexicanos esa ciudad la sentían cómo su hogar porque ahí habían hecho su vida, pero aún así Emilio seguía con sus viajes a Los Ángeles, menos recurrentes que antes, pero iguales de necesarios para su carrera, mientras que Joaquín seguía en su profesión cómo maestro, más entregado que nunca a sus alumnos, intentando sacar a adelante a todos y cada uno de ellos con todas las herramientas que tuviera para lograrlo. 

Emilio: Hey Joaco, necesito hablarte de algo. - Gritó desde la sala, con su laptop en sus piernas, al parecer había recibido algunas nuevas noticias; Joaquín salió de la cocina secando sus manos en una mantita, la cuál colocó sobre la mesa.

Joaquín: ¿Ocurre algo? - Frunció al ceño al ver la cara de seriedad de su novio, caminó hacía él y se sentó a su lado, su brazo sobre el respaldo del sofá, su mano viajando automáticamente a los rizos de Emilio.

Emilio: Está todo bien, tranquilo. - Masajeó con su pulgar el ceño del ojimiel para que se relajara. - Sólo son planes a corto plazo, y tú debes estar enterado de ellos. 

Joaquín: Soy todo oídos. - Sonrió.

Emilio: Bien, no te pongas histérico, pero estoy pensando en dejar de ser youtuber de tiempo completo. - Intentó escucharse lo más tranquilo posible, Joaquín sólo lo miró con los ojos entrecerrados intentando procesar esas palabras. - Quiero decir, no sólo trabajar de los vídeos, he estado hablando con un par de socios junto a Diego para hacer otros proyectos. 

Joaquín: De acuerdo. - Dijo con lentitud, aún sin saber que estaba pasando, se fué por lo más sencillo de preguntar. -¿Qué clase de proyectos?  

Emilio: - Aclaró su garganta. - Bueno uh... mi propia marca de ropa es el proyecto más cercano que tengo ahora, tengo a Diego conmigo en ésto, ambos lo haremos, estamos a unos contratos de que salga, pero también están éstos otros trabajos cómo hacer papeles pequeños en películas, doblaje de voz, modelar para Nike y Gucci, son los que me han estado llamando constantemente, pero no les he dado una respuesta, tenía que hablarlo contigo antes, saber lo que piensas. - Mordió su labio, nervioso. 

Todo eso era demasiada información para Joaquín, su cabeza estaba a mil por hora, pensando en lo que ahora ésto conllevaba, sin duda era otro nivel, pero tenía que decir que sí, apoyar a Emilio, todo ello iba a ayudarlo, iba a crecer cómo persona, tenía que alentarlo, rechazarlo sería el peor error de su vida. 

Joaquín: ¿Quieres saber que pienso? - Murmuró, los ojos cafés de Emilio sobre él, inspeccionando su expresión corporal, pero ésta no decía nada, hasta que Joaquín sonrió. - Hazlo todo, vé a por ello, no te pongas un límite, puedes con ésto y más ya no vamos a temer al cambio ¿de acuerdo? 

Emilio: - Sonrió al escuchar las palabras de Joaquín y lo abrazó. - Espera. - Recobró la compostura. - Te daré tiempo para que lo pienses igual porque éstos trabajos... 

Joaquín: No hay nada que pensar. - Interrumpió. - Si tenemos que mudarnos, lo haremos, pero tú vas a crecer, cómo yo lo haré. - Emilio frunció el ceño, curiosidad en su rostro. - Tengo algo que decirte igual. - Mordió su labio, nervioso.  - No quería decírtelo hasta que fuera algo seguro, pero con ésta bomba que acabas de soltar tengo que hablar.

Emilio: ¿Qué ocultas solecito? 

Joaquín: Bien estuve en una búsqueda, Leidy y Susana, mi directora, me han ayudado mucho en ésto. - Emilio lo alentó a seguir. - Busqué escuelas en Los Ángeles, tenía ya un tiempo haciendo eso, pero no encontré ninguna que requiera de los servicios de un profesor.