Cap. 23

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Polo : Hey, por aquí. - Levantó su mano para que Joaquín lo viera, éste sonrió al divisarlo a unas cuántas mesas, se acercó tímido hacía él.

Era sexy, tenía que admitirlo, cuándo sonreía se hacían unas pequeñas arruiguitas en la comisura de sus labios, sus ojos se empequeñecian y su lengua la pegaba a los dientes, era tierno, un niño nada más.

La luz le favorecía sin embargo, haciendo que su piel brillara cuál nieve debajo del sol. Sus ojos brillaban y su nariz puntiaguda iluminaba el lugar, pero no se acercaba ni un poco a Emilio, ni a la primera vez en que se vieron... Parecía un recuerdo muy lejano ahora.

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Flashback

Ely: Vamos Joaco llegarás tarde a tu primer día de carrera, no querrás dar una primera mala impresión ¿Oh sí, futuro maestro?

Joaquín: Madre, faltan horas para entrar. - Murmuró por lo bajo con la cabeza pegada a la almohada. Ely frunció el ceño y tomó una manta a su lado, sin pensarlo, comenzó a golpear levemente a Joaquín, quién comenzó a reír.

Ely: No voy a parar hasta que te levantes jovencito.

Joaquín: Mamá por favor déjame dormir. - Seguía riendo, Ely se le unió.

Ely: Por el amor de los cielos, bien... Tú ganas, pero no me culpes si se te hace tarde.

Dejó la manta sobre la cama de Joaquín y salió de la habitación, no sin antes plantarle un beso en la mejilla del ojimiel, quién rápidamente concilió el sueño.

●☆●

Ely: Te lo dije, ah pero el joven no se quiere levantar. - Habló mientras conducía a una velocidad más rápida de lo que suele permitirse, claramente a Joaquín se le había hecho tarde, Ely frunció el ceño.

Joaquín: Lo siento bien, tenías razón.

Ely: Siempre la tengo hijo.

Estacionó fuera de la escuela en dónde su hijo comenzaría sus estudios. Joaquín besó la mejilla de su madre y bajó lo más rápido posible. Corría mientras se despedía de su madre, sin mirar al frente, cuándo de repente su madre comenzó a hacerle señas de que se volteara, él no comprendía pues seguía corriendo, agitado, hasta que... 

Estaba en el suelo junto a su mochila, sentía el sabor a sangre. Comenzó a perder la cabeza. 

Joaquín: Oh por los cielos, ¿estoy muerto? ¿sangre? 

x: ¿Te encuentras bien? No te ví, una disculpa. 

Joaquín: - Volteó hacía el chico frente a él, se notaba mareado, abría y cerraba sus ojos con fuerza, cómo si quisiera volver en sí.  - ¿Estoy en el cielo? ¿Eres un ángel? - El chico sonrió después de hacer una mueca de dolor.

Dreamer // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora