Miraculous: Match

Capítulo 01.

Gabriel estaba harto de perder, no entendía como una niña más joven, inexperta y credula podia ir siempre un paso adelanté suyo, no importaba cuán elaborado era el plan, que tanto el arriesgaba, ella siempre encontraba una forma de poder burlarlo y derrotarlo; las cosas habían empeorado, si bien en el último combate logro burlarla y hacerse con el grimorio decodificado logrando así reparar el miraculous del pavo real, en el medio perdió algo más valioso que una simple batalla, la salud de Nathalie.

Después de que el prodigio fue reparado su salud fue mejorando, recupero la movilidad y ya no tosia tanto, pero había una realidad, ella tenía que descansar y sin su asistencia, la casa se desmoronaba, ella era irremplazable, ni el gremio entero de asistentes ejecutivos podrían reemplazarla, y ni hablar siendo apoyo como villana, sus planes eran los mejores e infalibles, gracias a ella logro conseguir el grimorio y la ubicación del guardian, pero ahora todo eso era en vano, su poder combinado no se asemejaba a la astucia de esa niña.

─Nooroo, Duusu. . .voy a tomar un descanso, les permito diambular por la casa libremente, pero no pueden salir del interior ni mucho menos buscar ayuda, si me entero de que tratan de huir, les haré algo peor que volverlos mis esclavos, ¿les queda claro?.

Las dos criaturas mágicas asintieron, el hombre se desprendió los miraculous y los dejo sobre una repisa, cansado, salió de su guarida, subió las escaleras y se introdujo en el cuarto de su asistente.

Allí estaba ella, entretenida con el móvil, vistiendo su pijama de dos piezas negro, el mejor de la marca Agreste, sonreía tontamente mientras miraba la pantalla de su celular sin siquiera haberse dado cuenta que su jefe estaba ahí, este tosió y ella volvió a la realidad, ojos azules y grises se cruzaron por un momento, hasta que ella rompió la conexión, escribió unas palabras en su celular, lo apagó y le prestó atención a su jefe, el estába ahora sentado en la punta de la cama, dándole la espalda.

─Estoy harto. . .

─No me diga que planea rendirse.

─Rendirme no. . .solo unas vacaciones, estoy cansado, no logro pensar con claridad y esa niña─ cierra sus manos en puños ─¿Como una adolescente puede ser más inteligente que yo?

─Solo tiene suerte. . .

─La odio─ bufo

─Va a encontrar la manera, usted puede todo lo que se propone.

─Por eso quiero tomarme un tiempo para mí. . . pensar, reflexionar, y si tengo tiempo ser un mejor padre para Adrien─ suspira

─Me alegra escuchar eso. . . pronto también estaré recuperada, ya ni siquiera uso el bastón y podré ayudarte, lo vamos a conseguir.

─Por ahora concentrate en recuperarte, piensa en ti─ se levanta ─¿Ya cenaste?

─No tengo apetito.

─¿Segura?─ la mira ─Podríamos cenar si quieres

─Me gustaría. . . pero enserio no tengo apetito, puede cenar aquí y le hago compañía.

─Tranquila ya habrá tiempo, me haré un sándwich y me iré a la cama. . .si necesitas algo.

─Te lo haré saber, gracias─ sonríe

Gabriel sale, baja, se mete en la cocina, toma algunas cosas del refrigerador, se prepara un sándwich como le había dicho a su asistente, y con el sube a su cuarto, allí deja el plato sobre una mesa, entra en su vestidor, se quita la ropa, se coloca el pijama, sale de ahí, toma el plato y se dirige a la cama.

Frustrado toma su celular, Gabriel Agreste no entendía sobre relajación, asíque lo primero que se le vino a la cabeza fue leer las noticias, pobre de el, ahí no solo encontró alabanzas hacia la heroína sino que múltiples y repetitivos insultos hacia su identidad secreta.

─¡Maldita!─ dijo  regañadientes ─Te odio Ladybug, si tan solo pudiera seguir adelante y olvidar a mi esposa, no tendría que recurrir a esto─ apretó el celular con su mano ─No, no hay pareja suficiente para mí, Emilie era mi todo, tengo que concentrarme en ella

En eso el celular empezó a vibrar, el no se dió cuenta que había apretado tanto el teléfono con su mano producto de la ira que accidentalmente abrió un anuncio, ahora la pantalla del teléfono se había puesto de colores, y el móvil vibraba conforme las letras que asimilaban un cartel de neon, se prendían y apagaban, la leyenda en la publicidad decía lo siguiente: "soltero, viudo o incluso casado, cansado de la soledad, de la monotonía este es tu lugar, Match, la aplicación de citas, conecte con personas cerca suyo en un radio de diez kilómetros, anímese, diviértase y diga adiós a la soledad".

El diseñador no podía creer lo que leía, pero sin querer tocó el botón de instalar, al darse cuenta ya era demasiado tarde, la aplicación ya estaba en su teléfono, deshacerse de ella era tan sencillo como volver al centro de descargas y desinstalarla, pero en vez de eso nuestro platinado favorito decidió darle una oportunidad.

En lo que Gabriel configuraba su perfil nos vamos a centrar en Nathalie, ella estaba encerrada en su habitación, con las luces apagadas viendo su celular, casualmente ella ya sabía de la existencia de dicha aplicación, la comenzó a usar desde el momento que sus piernas dejaron de responder y se tuvo que quedar en cama para descansar y recuperar sus fuerzas, quien lo diría, Nathalie Sancoeur ligando con hombres en su tiempo libre, algo increíble.

Sus noches desde que quedó atrapada en su lujosa habitación se remontaban a meterse en la app, conocer algún hombre, platicar con el, molestarlo enviando alguna foto atrevida, y cuando la conservación subía muchísimo más de tono, los bloqueaba y se iba a dormir, esa era su rutina y aunque no lo crean le divertía muchísimo, aunque parecía que hoy todo iba a cambiar, de repente recibió un Match, ella jamás los recibía, siempre los daba, intrigada abrió la notificación, ahí se encontró con un perfil sin foto, como nombre tenía únicamente una letra "G" mayúscula y una descripción muy pobre en dónde se presentaba levemente y aclaraba que le gustaban las mujeres rubias.

─¿Que se cree?─ bufo mientras abría la pestaña de mensaje ─Porque me da Match si claramente busca rubias, nadie me molesta a mi, es al reves

Se quejo mientras redactaba un corto mensaje que iniciaría todo. Pobre de ella tan solo debía ignorar eso y seguir con su vida, no sabía en lo que se estaba metiendo iniciando ese chat.