Miraculous: Match

Capítulo 28.

Gabriel grito con todas sus fuerzas, Nathalie despertó y envuelta en pánico corrió hasta su cuarto, apenas entró, se acercó a el y tocó su frente, todavía seguía caliente.

─¿Señor que pasa, le duele algo?.

─Nathalie, me alegra verte─ dijo aliviado, su vista aún estaba borrosa y seguía confundido, antes creyó que estaba frente a Kitty solo porque Nathalie tenía otro atuendo diferente ─Ocurrio una desgracia

─¿Que paso?.

─Mi novia se enojo conmigo y se fue, necesito que vayas a buscarla y la traigas─ libera un quejido

─No es momento para eso.

─Por favor Nathalie, sin ella no soy nada, la amo─ tose un poco

─Ire por hielo─ toma los congelantes, los cuales estaban derretidos ─No se preocupe, esa mujer va a regresar tarde o temprano

─Tu no entiendes, si la pierdo, jamás la volveré a ver, haz algo, te lo suplico─ unas lágrimas caen de sus ojos

─Gabriel estás delirando por culpa de la fiebre nada de lo que crees es real, no tienes novia, ni ella se fue.

El diseñador empieza a sollozar, ella rodea sus ojos, de verdad parecía que trataba con un niño pequeño.

─Por favor, te lo suplico, haz algo.

─Bien.

Nathalie se va, camina hasta la cocina, deja los congelantes en el fregadero, luego se dirige al freezer, toma unos nuevos y emprende el regreso a la habitación, con el mismo cuidado de antes colocó uno debajo de cada axila, otro debajo de la nuca y está vez trajo uno extra que depósito sobre la frente del hombre, Gabriel al sentir el frío en su frente abrió los ojos.

─Nathalie, que alegría verte─ volvió a decir aliviado, la mujer suspiro pesadamente ─Tengo que decirte algo

─Lo escucho Gabriel.

─Tengo novia─ la ejecutiva rodea sus ojos ─Necesito que la cuides por mi, es importante

─¿Solo ella?.

─Es una mujer extraordinaria, delicada como un trozo de tela, sincera como ninguna, es el diseño que ronda mi cabeza desde que la conocí─ cierra sus ojos ─Es la mujer con la que me quiero casar, la amo

Se queda dormido mientras habla, Nathalie lo observa, su corazón estaba destrozado, ella tuvo razón todo este tiempo, el solo tiene ojos para la parte que conoció en la aplicación, jamás tuvo ojos para ella y nunca los tendrá.

Dolida volvió a su habitación, aún era de noche, pero gracias a esto tenía algo claro, cuando el sol salga, se iría de esa casa, no podía estar un minuto más.

Y así fue, cuando el reloj marco las siete de la mañana y el sol estuvo en lo alto del cielo, la ejecutiva se vistió y salió de la mansión.

Para ese momento Gabriel estaba casi recompuesto, su cuerpo dolía cómo si Ladybug y Chat Noir lo hubieran golpeado durante horas, pero al menos ya no tenía fiebre, con cuidado se levantó y fue al baño, lavo su rostro y aunque estaba débil decidió salir, en el pasillo se encontró con Adrien quién apenas lo vio corrio hacia el y le exigió que vuelva a la cama.

─¿Por qué reaccionas así?.

─¿No recuerdas nada?─ el niega ─Tuviste mucha fiebre, no respondías, Nathalie llamo a la doctora Charcors para que te revise, según ella no era nada pero para nosotros estabas muy mal, me asustaste padre

─¿Nathalie está aquí?.

─Se fue muy temprano, no se que sucede padre, pero la vi triste.

─¿Hijo sabes si dije algo mientras estaba en ese estado?.

─Hablaste de una tal Kitty.

─Demonios, tengo que hablar con ella, ¿podrías decirle que sigo mal?

─Lo haré pero cuando descubra que estás bien, espero que sepas que no volverá a responderme.

Gabriel asíntio, el adolescente llamo y sonó lo más desesperado que pudo, Nathalie le confirmo que iría, en pocos minutos estuvo ahí y con ella traía una bolsa de farmacia, desesperada entró en la habitación y se acercó a la cama en dónde Gabriel se había acostado para simular su mentira.

La farsa termino cuando la ejecutiva llevo su mano a la frente del hombre y la sintió completamente fría.

─Involucrar a Adrien en una tontería no es propio de un adulto─ se cruza de brazos y el abrió los ojos

─¿Por qué te fuiste?.

─Estaba fuera de la casa, vine por emergencia, pero ahora veo que se abusa de eso.

─Adrien me comentó que te vio irte con un semblante triste, si dije algo anoche.

─Dijo muchas cosas, no paraba de pedir a Kitty, hasta me presento con Adrien de esa forma, hablo de cuánto la ama y de lo importante que es para usted, la mujer con la cual se quiere casar.

─Que estúpido que soy.

─Uno inmenso, pero sabe, todo esto sirvió para una cosa, darme claridad.

─¿Perdón?.

─No pidió por mi estando enfermo, pidió por Kitty, no te importo en lo absoluto, y en el único momento que me reconociste, me pediste que la busque y la cuide por tí.

─Tenia fiebre no sabía ni donde estaba.

─Deja de ser necio, hay una realidad, yo no te intereso, no me voy a quedar aquí siendo la opción de lastima.

─Para nada eres eso.

─¿¡¡Entonces que soy para ti!!?─ grito enojada

Gabriel se quedó callado, ella lo miraba envuelta en odio, estuvo a punto de irse después de la catarsis que hizo, se estaba humillando demasiado, pero el la tomo de la muñeca, impidiendo que deje la habitación, ella accedió a quedarse únicamente para terminar con todo esto de una forma apropiada, y dejarle a Gabriel bien en claro que no queria saber más nada con el.