Miraculous: Match

Capítulo 12.

Adrien habia vuelto del François, después de lo que Nathalie le dijo se había dado cuenta que tenía razón, le gustaba Marinette, no sabía desde cuándo, pero ahora no paraba de mirarla, de admirar su belleza, su delicadeza, su torpeza, el problema había empeorado, porque su corazón ya no solo latía fuerte en la escuela, sino que lo hacia en cada comento que pensaba en ella, y en este instante era a todo momento.

Nathalie sintio como unos golpes llamaban a su puerta, ella ya tenía su pijama puesto, aún faltaba para la hora de dormir, pero ya estaba recluida en su habitación, desganada fue hasta la puerta y la abrió, del otro lado se encontró con Adrien viendo el suelo, parecía apenado.

─¿Adrien que pasa?.

─Tienes razón─ la mira, sus ojos estaban cristalinos ─Me gusta Marinette. . .pero recordé que a ella le gusta otro chico, ¿que hago Nathalie?, ahora me duele─ se toca el pecho dónde debería estar su corazón

Ella sonríe y lo invita a pasar, el entra y camina hasta los sillones, ella va hasta su mesa de noche y toma la caja de bombones que tiene para emergencias, luego va hasta allí, corre el tablero de ajedrez, deja la caja en su lugar y se sienta.

─Me arrepentiré de esto luego, no es bueno que a tu edad comas mucha azúcar pero es una ocasión especial─ toma un bombón ─A tu edad es normal que te sientas así, pero yo estoy convencida de que a Marinette también le gustas

─¿Por qué dices eso?─ toma un bombón

─Los he visto Adrien─ toma otro bombón ─No comas estos─ señala una fila ─Tienen licor─ el asiente

─No se que viste. . .pero ella me dijo una vez que le gusta un chico.

─Seguro fue timidez.

─¿De que?.

─Bueno, las chicas no solemos declararnos a los chicos si no estamos seguras que gustan de nosotras.

─Eso tiene sentido. . .ella tiene fotos mías pero me dijo que son porque ama el trabajo de papá─ Nathalie ríe, el la sigue solo porque su risa era contagiosa

─Esa niña es talentosa por si sola. . .no necesita admirar el trabajo de nadie─ baja la voz ─Menos el de tu padre─ güila un ojo, el se vuelve a reír y toma un bombón

─¿Entonces debería hablar con ella?.

─Si. . .estoy segura que te dirá que si, unas flores y unos bombones y será tuya

En eso la puerta detrás de ambos se abre, Gabriel ingresa al lugar mientras observa una tableta estaba completamente distraído.

─Nathalie hay un error en el pedido de telas, pediste cuatro de color rojo y dos de verde agua, era al revés, ¿cómo es que sucedió esto?─ se acerca a los sillones y baja la tableta ahí ve a ambos cómplices ─Eres tú quien la distrae─ intenta agarrar un bombón pero Nathalie se lo impide

─Son para ocasiones especiales─ dijo en tono de reto

─¿Me vas a negar un bombón?─ ella asiente lentamente ─Te has vuelto egoísta─ se sienta en la cama notoriamente enojado, su hijo ríe ─¿Que celebramos?

─Nada─ hablo Adrien con nervios

─¿Y la ocasión especial sería?.

─Esta bien, tenga, solo queríamos acaparar los bombones─ Nathalie le extiende la caja y Gabriel toma uno victorioso, Adrien suspira aliviado, aún no estaba listo para que su padre sepa de lo que siente ─Con respecto al pedido usted me lo dijo de esa forma, no cometí ningún error

─Entonces te debo una disculpa─ toma otro bombón

─Los dejo, gracias Nathalie─ musito el chico y se fue

─¿Debo preocuparme?.

─No.

─Es raro que ustedes dos estén tan juntos.

─Bueno desde que creció se volvió independiente, pero siempre fuimos unidos─ le pide la caja, Gabriel se la extiende

─Es verdad─ sonríe ─Recuerdo cuando pinto tu rostro

─Creo que tengo la foto en algún lado─ suspira ─Crece tan rápido

─Demasiado. . .cuando me quiera acordar vendrá con otra novia.

─Una que si elija.

─Ya pedí disculpas por eso.

─No estuvo bien.

─Lo se, pero era una buena oportunidad.

─En vano.

─¿Culpa de quién?.

─Ya vencerá a esa niña.

─Ya no me interesa Ladybug.

─¿No?.

─Me voy a rendir. . .ya no necesito los miraculous.

─Cierto─ se come el último bombón ─Bueno, creo que es hora de dormír

─Tienes razón, perdóname por lo del pedido, debo estar algo distraído.

Gabriel sale, Nathalie se queda ahí sentada unos minutos, luego se levanta, tira la caja de bombones vacía en un cesto que tenía dentro de la habitación, vuelve a la cama y toma su celular, "G" le deseaba buenas noches, ella hizo lo mismo con el y se acomodo para dormir, por desgracia no pudo conciliar el sueño en ningún momento, la causa, no podía dejar de pensar en Adrien, también había recordado el insidente de su cumpleaños hace dos años, en dónde Marinette le dejo la bufanda en un completó gesto lleno de amor.

Molesta se levantó, encendió las luces, tomo su tableta, e inició una video llamada con el chico, este contesto de inmediato, estaba asombrado.

─Hay algo que debo confesar, no me está dejando dormir. . .aunque creo que es más la culpa de los dulces que de eso. . .en fin tengo que decírtelo.

─Que sucede, no me asustes Nathalie.

─Hace dos años, cuando fue el cumpleaños que Nino te organizo. . . Marinette te dió un regaló.

─¿Que dices?, Marinette jamás me dió nada en esa fecha, si lo hizo luego.

─Por eso puedo asegurar que Marinette está enamorada de ti, créeme, ella te dió un regaló, que me entrego a mi. . .pero yo cambie los destinatarios, ese día tuve un día complicado, tu padre me exigía que te entregará un regalo de su parte. . .ví la oportunidad, no lo pensé bien.

─La bufanda─ la interrumpió ─¿Por qué Nathalie?, arruinaste todo, hice el ridículo frente a ella, no entiendo como es que pudiste hacerme algo así, creí que me querías.

─Si te quiero, fue irresponsable de mi parte, no me comporté de la mejor manera, pero te juro que lo compense, fui yo quien convenció a tu padre de usar sus diseños en el desfile para Audrey, incluso lo convencí de darle los asientos de primera fila, y estoy dispuesta a seguir haciendo más pasa enmendar ese error.

─Estoy decepcionado─ suspira ─De todas formas no puedo enojarme contigo, pero si irás mañana conmigo y pediras disculpas, es lo menos que Marinette se merece.

─Lo que pidas.

─Ahora descansa. . .

La video llamada termino, ella se recostó y soltó su cabello, estaba cansada, pero al mismo tiempo se sentía liberada, al fin soltó la carga de haber tenido que guardar la mentira que creo con respecto a la bufanda.