Capítulo 23.

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─Yo se que ustedes quieren saber de dónde vengo, pero también yo quiero saber que hacen ustedes dos discutiendo a esta hora. ...entiendo que nadie quiere una explicación, ¿que les parece si hacemos como si jamás nos vimos?.

Nathalie se cruzó de brazos y Gabriel nego con la cabeza, el silencio volvió a reinar en el lugar, Adrien frunció el seño y también se cruzó de brazos.

─¿Quieren jugar así?, bien, ¿que hacen discutiendo a esta hora?.

─No serás tú quien haga las preguntas jovencito─ intervino Gabriel ─¿Te di un poco de libertad y vienes con estos cuestionamientos?

─Tal vez fue mala idea dejarlo ir a la escuela y tener novia─ se sumó Nathalie tratando de sonar enojada

─Esta bien, me extra límite, les juro que no hice nada malo solo me quedé jugando video juegos con mi princesa.

Los dos adultos se miraron y sonrieron, por unos segundos olvidaron sus males, el chico estaba siendo demasiado tierno y eso les causaba tremenda alegría.

─Ve a tu cuarto que ya es tarde y no te metas en temas de adultos, ¿si?.

─Perdon padre, lo siento Nathalie.

A la velocidad de la luz este lo sobre paso y se recluyó en su habitación, ambos se quedaron en silencio por unos instantes, hasta que recordaron lo que hacían antes de que el rubio interviniera, Nathalie en automático retomó su huida pero Gabriel la retuvo.

─¿A dónde crees que vas a esta hora?.

─Suelteme señor sabe bien que puedo hacerle daño si me lo propongo.

─Golpeame si te atreves, la única forma que te suelte es explicándome que te sucede, ¿tan malo soy para ti, prefieres a Alain en vez de a mi?.

─¡Tu eres el maldito problema!─ se gira y lo mira fijo ─¿Sabes por qué demonios estoy en esa app?─ el niega ─Porque estoy completamente enamorada de ti─ el se asombra

─No puede ser cierto.

─¡Lo es!─ da un jalon y se suelta ─Lo peor de todo es que de todos los hombres en el mundo el único decente tenías que ser tu

─¿Cuál es el problema?.

─¿Me está tomando el pelo?.

─Te amo, me amas, ¿que nos impide estar juntos?.

─¡Todo!, no solo lo que ambos ya sabemos, sino que en vez de cortejarme te metiste en una app a buscar pareja, incluso me preparaste para su llegada, y todo este tiempo se trató de mi, la tonta asistente a la cual nunca mirarias como a una mujer─ sus ojos se cristalizan

─Eso fue una coartada para que no me descubran.

─No quiero hablar más.

Lo empuja y sube a su habitación, Gabriel la sigue y cuando está a punto de alcanzarla ella se encierra rápidamente, casi cerrando la puerta en su cara, Gabriel comenzó a golpear desesperado, eso llamo la atención de Adrien quien salió de su cuarto para ver que sucedía.

En el interior Nathalie se quitaba el pijama y se colocaba ropa cómoda, no podía quedarse ahí, no después de haber descubierto todo, al menos por ahora necesitaba tiempo para ella, al terminar de vestirse se acercó a la ventana y la abrió, para su suerte el paredón que daba a la salida pasaba justo debajo de su ventana, sin dudarlo salto hacia el y camino por la cornisa hasta la reja.

Gabriel se harto de golpear, tenía que hablar con ella y arreglar todo, frustrado se preparó y embistió la puerta con toda su fuerza, al ver la ventana abierta y el pijama de la mujer en el suelo, le fue fácil decifrar lo que está había hecho; desesperado salió de la recamara, bajo las escaleras, corrió hasta la puerta, la abrió y ahí es cuendo ve el momento exacto en el que Nathalie bajá de la cornisa, y se dirige a la reja.

─¡¡Nathalie no, tenemos que hablar!!.

Grito con todas su fuerzas, pero ella no le hizo caso, abrió la reja y salió, el no la persiguió, no podía ir corriendo por la ciudad en pijama, cuando el sol salga iba a arreglar todo con ella, después de todo, gracias a su última noche de borrachera, el sabía perfectamente dónde encontrarla.

Miraculous: Match Donde viven las historias. Descúbrelo ahora