Capítulo 26.

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Gabriel estaba deprimido, lo único que hacía era estar acostado y ver fotos suyas con Nathalie, se reprochaba cada vez más haber sido tan ciego, a simple vista se podía ver qué ella lo amaba, si tan solo se hubiera dado cuenta antes las cosas jamás habrían llegado a este punto, sería feliz con ella y tal vez tendrían una hermosa familia.

A todo esto, del otro lado de la ciudad, Nathalie estaba siendo consolada por Caline, por primera vez en muchos años la pelinegra se permitió llorar, estaba cansada y está situación era la que más le dolía, años dando todo de si por ese hombre y el jamás lo valoro.

─Olvidate de el, es historia, ahora deberías enfocarte en nuestro sexy vecino que no dudo en enviarte saludos a penas vio que entraba aquí.

─No estoy para el amor Caline, solo hace daño.

─No seas pesimista, no has sufrido ni la mitad de lo que yo he sufrido, y aquí estoy dispuesta a amar más que nunca.

─Tu y yo somos diferentes.

─Tal vez, ¿pero que vas a ganar aquí llorando?, nada, ve con Alain y se felíz, la estación Agreste ya pasó y nadie bajo ahí.

─Eres tan tonta. . .me duele mucho todo esto.

─Creeme que lo sé, y porque lo sé es que te digo que dejes de llorar, no irás a ningún lado así, ya has sufrido lo suficiente.

─Aun lo amo Caline, ese es el problema.

─¿Y por qué lo dejaste ir?.

─Cada vez que lo veo me recuerda el hecho de que estuvo a punto de irse con otra mujer, ¿si no era yo, que hubiera hecho?.

─Tienes un muy buen punto, pero estás dejando pasar por alto que siempre fuiste tú, de todas las mujeres que la aplicación le presento se enamoro de ti, podrías tener otro nombre, una foto discreta, pero la escencia de esa mujer eres tú.

─Y no se dió cuenta.

─Eres muy negativa.

─Aguante todo menos esto, ¿sabes lo horrible que fue escucharlo decir que tenía que prepararme porque pronto la casa tendría una nueva señora?. Solo soy un adorno para el, nada más, y si ahora me nota es por los ideales que se hizo con esa aplicación, yo no le importo.

─Entonces con más razón deberías salir con Alain, y olvidarte de todo.

─Es muy pronto, necesito tomarme todo con calma.

─Ya te tomaste mucha calma, trabajas hace años allí encerrada, se terminó, hoy saldrás a cenar con Alain y no recibiré un no como respuesta.

Se levanta, abre la puerta y sale, camina por el pasillo, se para frente a la puerta del departamento de Alain y toca timbre, en pocos segundos la puerta se abre.

─Hola. . .¿Caline?.

─Alain, mucho gusto, vengo con una invitación.

─Te escuchó.

─Nathalie pregunta si te gustaría cenar con ella está noche.

─Dile que nada me gustaría más.

─Excelente, ¿a las ocho?.

─Estare ahí, dile que tengo un muy buena idea en mente.

─Excelente.

La mujer se despide y vuelve a su departamento, Nathalie seguía en la misma pose en la que la dejo, parecía hasta aterrada de lo que fuera a suceder.

─Viene por ti a las ocho y dice que tiene una muy buena idea.

─Te odio, ¿lo sabes, cierto?.

─Yo también te amo─ la abraza ─Ahora vamos a comer estoy segura de que hiciste algo delicioso

De regreso con Gabriel, este se sentía peor que nunca, tenía muchísimo miedo, perder a Nathalie era como enviudar de nuevo, pero peor, ella estaría viva y viviendo su vida lejos suyo, eso lo mataría, tenía que pensar cuando antes en como recuperarla

Después de pensar en vano se fue a dormir, su cuerpo no tenía la suficiente energía como para mantenerse despierto, estaba muy cansado y comenzaba a sentir los primeros signos de depresión, verdadera depresión, una que gracias al apoyo y soporte de Nathalie no llego a sentir cuando su esposa lo dejo.

Mientras nuestro diseñador favorito dormía por culpa de sus malos ánimos, Nathalie con la a asistencia de Caline, se probaba vestidos para la cita que iba a tener con Alain, hasta ahora ninguno le gustaba, todos eran provocativos o enseñaban por demás, ella no quería lucirse así, buscaba un perfil más bajo, de repente entre toda la ropa de su prima encontró el vestido perfecto, uno gris, estilo ejecutivo que con solo verlo se ganó el corazón de la pelinegra.

Mientras nuestro diseñador favorito dormía por culpa de sus malos ánimos, Nathalie con la a asistencia de Caline, se probaba vestidos para la cita que iba a tener con Alain, hasta ahora ninguno le gustaba, todos eran provocativos o enseñaban por d...

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─¿De verdad vas a usar eso?, fue lo que utilice para la entrevista del François. . .no es exactamente un vestido para una cita.

─Es perfecto, no quiero lucir desesperada o al borde de ser una trabajadora sexual─ la mira fijo

─Mis vestidos no son tan osados, solo dejan ver al público lo que una tiene.

─Para una discoteca los veo ideales, pero no para una cena tranquila.

Después de eso se metió al baño, se colocó el vestido, soltó un poco su rodete, libero su mechon rojo el cual caía por el contorno de su rostro, se cambió el maquillaje y salió, Caline quedó atónita, el vestido en ella lucía horrendo digno de una mujer buscando trabajo, pero en Nathalie era diferente, se acoplaba bien a su figura realzando sus curvas y le quedaba muy bien, era una princesa enfundada en un vestido de oficina.

─No entiendo cómo Gabriel no se abalanzó sobre ti el primer día que quedó viudo─ la aplaude ─Yo si fuera hombre Nathalie, no te dejaría ir de esta casa

─Que tonta.

─Es la verdad, y estoy segura de que Alain pensará igual que yo.

─Creo que ya le gustó y me gane el mérito con mi mejor traje─ sonríe

─Antes que nada debo saber si me quedo despierta para llamarte si algo ocurre.

─Es agradable, no creo que necesite que me rescates.

─¿Y si quiere llegar a segunda base?.

─Tal vez es lo que necesito.

─Señorita Sancoeur, no sabía que podía ser tan osada─ se acerca a ella y le da una nalgada ─Ve tigresa, está es tu noche

─Aveces eres tan rara─ toma su bolso

─Pero me amas así.

La ejecutiva no pudo responder, el timbre sonó, rápidamente se despidió de su prima y fue a abrir, del otro lado estaba Alain, se veía más que hermoso vistiendo un traje azul Francia.

Miraculous: Match Donde viven las historias. Descúbrelo ahora