El autógrafo

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Desperté de golpe, ya que alguien toco la puerta de mi habitación.

—¿Elena, despertaste?  —pregunto Robert detrás de la puerta —ven a desayunar.

—Ya bajo —dije tapándome el rostro con las manos.

Menuda manera de despertar.

Me cambie de ropa, al último conjunto que me quedaba de la ropa. Era unos jeans negros mom's, una polera blanca, con una chaqueta negra hermosa. De verdad, esto lo usaría en el presente.

Al bajar, solo estaba Robert, sirviendo el desayuno.

—Hola —dije tomando asiento en la barra de la cocina.

—Hola Elena, ten —dijo amablemente, dándome un plato de waffles.

Otro deja vú.

—Gracias.

—¿Y los demás? —pregunte mientras comíamos.

—Salieron temprano, volverán como en 3 horas —dijo mirando su reloj.

—Está bien, yo también saldré ahora —dije levantándome y lavando mi plato.

—¿Te puedo acompañar? —pregunto —no tengo nada interesante que hacer.

—Claro —dije amablemente.

Se colocó su abrigo largo, y salimos. Robert se viste muy bien, eso no se puede negar.

Salimos de casa, y caminamos por las grandes calles de Nueva york.

Caminamos muchísimo, y nos contábamos anécdotas y nos reíamos.

Paramos a tomar un helado, Robert me golpeó con el codo. Muy fuerte cabe recalcar.

—¿Qué pasa? —le pregunté.

—E-es J-John Lennon... —apuntó la calle del frente.

Me giré tan rápido que casi me lesiono el cuello.

—No puede ser —se me heló la sangre.

—Ve a pedirle un autógrafo —le dije, debía aprovechar, era su única oportunidad.

—No creo que me preste atención, mejor para la próxima —parecía desanimado retomando la caminata.

¿Cómo le explico que no habrá próxima?

—no me dejas otra opción —el me miró extrañado, pero cambió su expresión cuando le quité el helado y corrí a la calle del frente. (mirando si no venían autos, dato importante).

—¡devuélvelo! —gritó desde la otra calle.

—¡Ven por el Smith! —dije caminando hacia John.

El suspiró y cruzó la calle.

Me acerque a Lennon y le hable.

—Disculpa, ¿podrías darme un autógrafo, por favor? —me estaba estremeciendo, no lo voy a negar.

—Claro, no hay problema —Me sorprendió su amabilidad.

Le di el lápiz y block que traía en mi bolso, con algo de dificultad, ya que traía 2 helados en una mano, que gracias a dios se mantuvieron firmes.

—¿Cuál es tu apellido? —preguntó deteniéndose al escribir.

—Emm, Smith, Elena Smith —digo casi en un susurro, cuando veo a Robert acercarse.

—Listo, ten —dijo dándome el lápiz y el block, con una sonrisa.

Para Elena Smith, de

Un viaje a mi nuevo yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora