Una vez que el grupo de los que en un universo paralelo fueron sus mejores amigos dobló la esquina, Draco se preguntó cuánto más necesitaría ver. Evidentemente no habían descubierto la información sobre Nicolas Flamel; pero no podía quedarse atorado eternamente en primer año.
Durante un breve momento, se permitió preguntarse si lo que había hecho sería suficiente para volver. Pero la posibilidad de que Hermione aún lo recordara era demasiada tentación: Si ella aún sentía algo por él al volver al presente, no tendría la entereza de volver a viajar para intentar alejarla otra vez.
Tras cavilar un segundo sus opciones, decidió acelerar un poco más y aparecerse por el segundo año. Después de todo, siempre podría volver un poco más y arreglar contratiempos que encontrara en el futuro.
Convencido, se dirigió escaleras abajo hasta los jardines del castillo. El aire cargado de aroma a pino y la nieve a su alrededor le hicieron sentirse de nuevo como en casa. En algún rincón de su mente, Draco se preguntó si sería la última vez que se sentiría así. Más que el castillo, la nieve o el gran comedor, sus amigos eran su hogar. Y acababa de echar todo por la borda.
Pero no importaba. Valdría la pena si con eso lograba salvarla.
No habría hogar en el que él prefiriera estar si ella no se encontraba a salvo. Y aunque ella supiera cuidarse, la alternativa de vivir resguardándose y defendiéndose por siempre no era lo que él quería para el resto de sus vidas. Porque sí, por supuesto que la encontrarían.
Tras comprobar su encantamiento desilusionador, Draco echó a andar en el mayor silencio posible. No tenía ninguna gana de continuar yendo y viniendo en el tren, así que decidió elegir algún momento importante de su segundo año. Sin embargo, la duda de qué hacían en la biblioteca antes de las vacaciones volvió a asaltarlo, y se dio cuenta de que había cambiado demasiado. Quizá no suficiente para asegurar que Hermione lo hubiera olvidado, pero al menos suficiente para no saber en dónde se encontrarían los tres en su noche de llegada o en el primer castigo memorable que recordaba; el cual involucraba un montón de babosas carnívoras y las calabazas de Hagrid (Por supuesto, Hermione se había salvado de ése).
Así que, sin pensarlo más, se dirigió al gran comedor y, oculto tras las puertas enormes, activó una vez más el giratiempo. No tenía ni idea de lo que le depararía el inicio de su segundo año; pero esperaba estar preparado para lo que sea que sus amigos habrían logrado sin él.
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Sacrificio
FanfictionDraco viaja al pasado para enmendar errores, desenterrar recuerdos...Y cambiar la historia. Todo para protegerla. La única manera en la que yo podría aceptar el Dramione.