CAPITULO 12

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-Alana

Era primera vez que mi hermano veía a lucas, por lo tanto, estaba en fase alfa defendiendo a su cría. No decía nada, pero bastaba con solo mirarlo para notarlo.

- Hola, lucas, ¿Cómo estás? - sale mi abuela y llega como enviada del cielo para relajar la tensión.

Santiago apenas escucho como mi abuela saludo con ese cariño a lucas se relajó y se fue.

- hola señora...- lucas me mira en señal de que le diga cómo se llama mi abuela ya que nunca se lo dije.

- Alma – digo yo bajito para que solo Lucas escuchara.

- señora Alma, bien y ¿a usted cómo le va? – responde lucas de lo más amable del mundo.

Era lindo ver como era de amable y además a mi abuela le cayó bien.

Parece que lucas vino a visitar a mi abuela porque ella lo invito a pasar y se sentaron a hablar un rato los dos en la sala. Yo no decía nada, lo último que hable con lucas fue en la casa de Samantha y eso fue un poco raro y confuso. Después de unos minutos mi abuela se levantó a buscar algo para brindarle a lucas y aprovecho para hablarme.

- yo solo vine a entregarte el libro que escogí para la tarea – me pasa el libro y se levanta. – no te molestare más, dile a tu abuela que muchas gracias y que lo siento por irme así.

- no – me levanto rápido, puse el libro en la mesa y antes de que cruce la puerta lo agarro del brazo para evitar que se vaya. – no te vayas, a mi abuela no le gustara que te vayas así.

Había algo en los ojos de lucas que me alarmaba, siempre que miro sus ojos cafés tienen un destello y brillan de forma única, pero esta vez se ven apagados y tal vez hasta un poco cansados. Recordé que me había dicho que no había dormido bien y estaba irritable esta mañana, algo más le pasaba.

El solo me miraba, así que decidí volver a hablar.

- yo quiero que te quedes - solté su brazo para tomar su mano. – me ibas a decir algo en casa de Samantha, ¿quieres hablar? – seguía sin responderme así que continúe. – lucas, dime algo, ¿estás bien?

En ese momento los ojos de lucas se cristalizaron y entendí porque sus ojos se veían apagados, estaban cansados de retener lágrimas y trasmitían lo que su corazón sentía.

Mi primera reacción fue llevarlo de la mano y sentarme con él frente a frente en el sofá.

Iba a hablar cuando mi abuela interrumpe. Menos mal y lucas estaba de espaldas y ella no le vio la cara porque si no hubiera hecho un escándalo.

- les traje jugo – dice con dos vasos en la mano.

No podía ignorar lo que pasaba con lucas así que actué.

- abue, lucas vino a traerme un libro y esta vamos a aprovechar para estudiar. – le informe tomando los dos vasos. – ¿recuerdas que te dije que es mi tutor? – le paso un vaso a Lucas y con mi otra mano libre agarre el libro. – tengo que dar lo mejor de mi – dije mostrándole el libro acto seguido camine hacia mi cuarto y lucas me siguió sin decir ni una palabra aún.

Ya en mi cuarto, puse el vaso y el libro a un lado.

- ¿vas a tomarlo? – pregunte refiriéndome al jugo.

El negó con la cabeza, así que le quité el vaso de las manos y lo puse al lado del mío. se sentó en la esquina de mi cama y yo me senté a su lado, él estaba mirando al suelo, y yo me senté de lado mirándolo a él.

- ¿quieres hablar o me quedo en silencio? – pregunte ya que no lo quería presionar.

El voltea y me mira a los ojos, una lagrima corría por su mejilla. Jamás imagine ver a lucas en estas circunstancias, llorando y vulnerable, había venido a mí, vino hasta aquí con el pretexto de entregarme el libro, con la esperanza de tal vez hablar, confió en mi para desahogarse y no pienso dejarlo así.

tutoría (en edición y mejora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora