CAPITULO 16

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-Alana
Cuando me levante Lucas ya no estaba eran las 5 A.M. no sé a qué hora se habrá ido o cómo salió, pero yo seguía muriendo de sueño. A fuerzas me levanté y me arreglé para ir a la escuela mientras me estaba peinando me entró una llamada, sorprendida de ver quién era conteste.
- Buenos días - saludé.
- Buenos días, chiquita - saludo Lucas al otro lado del teléfono.
- ¿A qué hora te fuiste?
- Hace como una hora, llegué a mi casa y ya voy de camino a la escuela ¿pasó por ti? Así no llegas sola.
Lucas anoche se portó bien, me refiero que no trató de sobrepasarse o intentar algo más teniendo la oportunidad y como están los hombres hoy en día me pone muy feliz que Lucas sea diferente, respetuoso y se preocupe.
- Está bien, no vendría mal la compañía.
- Entonces nos vemos
- Adiós, Lu. - dije para luego colgar.
Me apure en terminar de arreglar el desastre de mi cabello y tapar con poquito corrector mis ojeras, no me gusta hacer a las personas esperar y no quiero que lleguemos tarde por mi culpa.
- ¿vas a desayunar? - pregunta mi abuela apoyada en la puerta de mi cuarto.
- Si alcanzo, Lucas viene para ir juntos a la escuela.
- Me levante a abrirle la puerta. El me cae bien y pasó la prueba de dormir juntos.
- ¡Ay, por dios abuela! - exclamé en broma. - sabes que sería incapaz, aparte parecen olvidar que tengo novio.
- Pareces olvidarlo tú cuando se trata de este muchacho.
Las palabras de mi abuela me cayeron como balde de agua fría, tenía razón. El timbre de la puerta sonó para interrumpir.
- debe ser Lucas - dije y caminé para ir a abrir la puerta.
Abrí la puerta y claro que era Lucas, esta mañana se veía diferente, como esos chicos que pasan a recogerte para llevarte a la escuela en sus súper autos, con la camisa a medio abotonar, cabello estilo peinado, pero no tanto, con sus dos manos escondidas en los bolsillos de su pantalón; disculpen pero ¿si notan lo lindo que es?
Pareciera que quisiera responderme porque me sonrió y sentí que me desparrame ahí mismo.
Cierra la boca y límpiate la baba que estás derramando ilusa.
- Hola Ali. - saca una mano del bolsillo y saluda sacudiendo la mano como niño chiquito y al tener los ojos achinados se veía más tierno.
- Hola Lu. - dije corto y sencillo para evitar tartamudear por lo embobada que seguía.
- ¿Ya desayunaste Lucas? - pregunta mi abuela rompiendo la burbuja.
- No señora, salí rápido y no me dio tiempo.
- Déjalo pasar Ali y siéntense a comer, porque si no comen no les llegaran las ideas al cerebro.
Yo me hice a un lado para que entrara y luego los dos nos sentamos en la mesa a desayunar. Mi abu nos pasó un plato de comida a cada uno y la verdad no sé si tenía hambre o tenía prisa, pero me lo comí con ansias.
- está rico, señora alma - dice Lucas con comida aún en la boca.
Mi abuela le sonrió y ya. Para ganársela solo tenías que halagar su comida y ser respetuoso, a eso le llamó puntos dobles para Lucas.
- Te ves bien - solté sin más mientras lo seguía analizando sin poder creer que ese ser tan lindo estuviera desayunando conmigo en mi cocina.
- Gracias, igual tú siempre te ves bien.
El tonto era tan perfecto, o sea, siempre da las respuestas correctas, esta demasiado lindo y sin contar que tiene todas las cualidades para ser un gran novio en potencia, aparte se ganó a mi abuelita. Igual no entendía porque hoy me sentía más atraída por Lucas. Al terminar de comer, nos despedimos de mi abuela y salimos para empezar a caminar hacia la escuela.
- ¿Cómo dormiste? - pregunta.
Ni sentí que tenía a alguien durmiendo a mi lado, caí como piedra apenas toque la cama.
- Estuvo bien ¿y tú?
- Estuvo bien también.
Mi pregunta es cómo hace para verse tan bien sin haber dormido un carajo, pasa tips Lucas.
- ¿sigue en pie eso de salir mañana?
- Claro, será divertido.
Respondí asegurando que aún seguía con el "plan" Erick para descubrir quién me convenía más.
A la entrada de la escuela, algunos me saludaban y me sonreían, yo por ser amable respondía a sus saludos.
- ¿No te molesta? - pregunta mientras caminamos por los pasillos.
- ¿Qué cosa?
- Tener que saludar a personas con las que nunca has hablado y fingir que te agradan.
- No finjo nada, es un simple saludo, no te ofendas pero nunca te he visto hablar con más nadie.
- La gente de aquí no vale la pena.
- ¿La "gente de aquí"? - resaltó y preguntó ya que no entiendo a qué se refiere.
- O sea, las personas de aquí solo quieren llamar la atención, chisme y aprovecharse de los demás - responde con una cara un poco de repulsión.
- ¿Y para ti yo hago parte de "la gente de aquí"? - entorné los ojos.
- no me refiero a ti, tú siempre has sido... - hace una pausa para pensar bien la palabra que usaría. - de una forma diferente desde mi punto de vista y hablar contigo ahora lo comprueba mucho.
- ¿Diferente como? - me detengo a la mitad del pasillo para encararlo.
- Tienes corazón - se detiene él también y me mira directamente a los ojos. - no haces las cosas por el qué dirán, a pesar de todo te dejas llevar.
Una pequeña punzada tocó mi corazón después de escuchar las palabras de Lucas, me encantaría poder decir que si, que si tiene la razón, pero la parte que hasta ahora él conocía de mi era lo que se había formado a base del "qué dirán" y aún no ha llegado a conocerme como de verdad soy y no estoy segura si quiero que me conozca, porque  la mayoría se alejan y no quiero que Lucas lo haga.
- Aún no me conoces - volteo los ojos y avancé.
Lucas me frena agarrando mi muñeca y haciendo un ligero movimiento para que lo mire directo a los ojos.
- Entonces, déjame conocerte - dijo decidido y con su mirada fija en mis ojos.
Me soltó de su agarre y siguió caminando, después de eso ninguno dijo más nada, sólo caminamos en silencio hasta el salón.
- Chicos, hay un informe matutino en el auditorio por favor preséntese - dice el maestro mientras nos ve entrar al salón.
Yo no dije nada solo asentí y comencé a caminar al auditorio. Mi escuela no era la más grande o la más lujosa, tenía sus cosas, cuenta con grandes patios y canchas, una cafetería aceptable y el auditorio, sin contar la cantidad de aulas y demás cosas normales de una escuela.
Seguía con Lucas caminando a mi lado en silencio, pero después de cruzar las puertas de entrada al auditorio miré entre los alumnos y encontré a mis amigas.
- No es necesario que estés pegada a mi siempre - hablo de repente y yo voltee a verlo, pero él estaba mirando en dirección a donde estaban las chicas. - además no me gustaría otro escándalo de Dylan - voltea así mi lentamente con una sonrisa.
- Puedes sentarte con nosotras - dije porque en parte Lucas en la escuela solo estaba conmigo y a veces cruzaba palabras con otros "nerds", pero casi siempre estaba solo.
- Estaré bien, chiquita - me da dos palmaditas en la cabeza y se va.
Yo lo vi alejarse hasta que London llamó mi atención.
- Alana, ¿te vas a quedar ahí o te vienes a sentar?
Reaccione y fingí una sonrisa, camine hasta los puestos saltando algunas piernas y pies para no pisar a nadie.
- ¿Y esto? ¿Saben de qué se trata? - pregunté acerca de la reunión mientras me sentaba.
- Ni idea, estamos aquí igual que tú - respondió Adriana.
London estaba sentada a mi izquierda, a mi derecha Samantha que se estaba quedando dormida con la cabeza apoyada en el hombro de Adriana, y luego Adriana. Las tres siempre lucen bien, siempre con ese aspecto adolescente que intenta no morir en el intento de vivir la vida, pero se les veía bien, en lo personal pienso que las tres son muy atractivas.
London con soy piel color chocolate, cabello oscuro y ojos brillantes; Adriana cabello rojo fantasía y linda sonrisa; Samantha cabello rubio siempre desordenado, con un piercing adornando su nariz, ojeras un poco visibles que todo junto le da esas vibras de rockstar que siempre a querido.
Por mi parte yo tengo rasgos muy normales, ojos verdes, cabello corto color castaño (que alguna vez estuvo de colores, pero al final regrese a mi tono natural) nariz, cejas y pestañas de lo más comunes, un cuerpo no de lo mejor, igual aceptable, pero siempre todo junto queda bien, no tengo baja autoestima, al contrario aveces tengo una chispa de narcisismo y de poder.
- Alana - me habla London sacándome de mi análisis mental físico que les hice a ellas y estaba haciendo en mi.
- ¿Si?
- Mira arriba discretamente - comenta enfatizando en el discreto.
Y yo volteo con todo mi descaro y pudor a ver qué pasa arriba.
- ¿Qué demonios?
Fue lo único que me salió decir una imagen que nunca pensé ver, ¿estaba soñando acaso?
- Bueno, creo que tú tampoco te lo esperabas - afirma Samantha que había dejado su siesta para enterarse del chisme.
Lucas y Dylan sentados juntos en la última fila, hablando de lo más normal y relajados como dos viejos amigos. ¡LUCAS Y DYLAN HABLANDO SIN DISCUTIR!
No lograba captar lo que hablaban pero no parecían alterados así que yo no me altere.
- mientras no se les ocurra pegarse de nuevo yo no tengo ningún problema con que hablen - dije acomodándome otra vez en mi silla.
- ¿de qué crees que hablen? - pregunta Adriana.
- No lo sé y ya dejen de verlos, parecen señoras chismosas - bromee.
Habló la rectora de la escuela al frente del auditorio y ellas dejaron de mirarlos para prestar atención.
Mientras la maestra nos saludaba y nos daba los buenos días, Dylan se acercó a nosotras e hizo que London se rodara para sentarse a mi lado.
- buenos días, amor - me saludo con una gran sonrisa con un aire extraño de Victoria.
Y entendí que sucedía cuando voltee para ver qué Lucas estaba yéndose a paso apresurado del auditorio. Y algo me dijo que no fue una charla tranquila como se veía.
- buenos días - me limité a decir intentando no sonar distante.
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Holiii, primero que todo disculpen la ausencia estuve un poco ocupada, cambie de cuarto y lo estuve arreglando y además estoy en fin de trimestre y la escuela no me deja tranquila, tuve un pequeño bloqueo creativo, pero aquí estoy.
Con amor: Chisumi <3

tutoría (en edición y mejora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora