Capítulo 20 Baile de Navidad Parte II

3.2K 239 70
                                    

En el transcurso de 8 años la había visto de muchas maneras, primero como una niña llena de interés y entusiasmo por aprender, recordaba perfectamente como brillaban sus pequeños ojos chocolate cuando la vio levantar su manita para contestar a la pregunta que en ese entonces el le había hecho a Potter, pero el hecho de que fuera una Gryffindor fue lo que le impidió dejarla destacar, en un par de años la vio convertirse en una adolecente poco usual, mientras las demás jóvenes solo pensaban en chicos y se volvían vanidosas, ella siempre estaba estudiando y asombrando a todos con su gran intelecto, jamás lo admitiría pero disfrutaba mucho mientras revisaba sus tareas, ya fuera porque eran los únicos pergaminos de mujer que no traían corazones u olían a perfume y porque siempre eran muy buenas sus redacciones, muchas veces mientras había terminado de leer unos de sus pergaminos por su mente había cruzado el pensamiento: "si tan solo hubiera pertenecido a Slytherin señorita Granger". Pero ella también le demostró que era una guerrera y que si bien amaba los libros estaba totalmente en contra de las injusticias y que daría todo por defender a sus seres queridos, el jamás pensó que ella se iría con Potter y Weasley dejando así el colegio, pero la mayor sorpresa que ella le dio fue cuando renuncio al amor de su vida por salvarlo a el de la prisión, el sabia que el jamás podría hacer algo así, pero ahí estaba Granger dándole una vez mas una lección de vida.

Pero hoy, por primera vez podía verla como una mujer, sin miedo al que podrían pensar los demás, pues Hermione Granger ahora Hermione Snape lucia un vestido en color verde oliva oscuro de seda pura, de la parte de arriba su vestido era de tirantes delgados a los hombros que daban una pequeña vuelta en sus brazos sujetándose solamente de ahí, el escote de los senos era profundo, dejando mostrar perfectamente el nacimiento de estos y su voluptuoso volumen, el vestido era justo a su figura, delineándola perfectamente, caía hasta los talones con una abertura en su pierna derecha que llegaba a medio muslo, de la parte trasera, estaba totalmente desnuda hasta la espalda baja, Hermione dejaba muy claro que ya no era una niña, si no mas bien toda una mujer, y una mujer muy hermosa, su maquillaje era tenue, solo resaltando sus facciones y su cabello sujeto en un moño de lado dejando caer rizos sobre su hombro derecho, la única joyería que usaba eran unos pequeños aretes y los anillos en su mano que demostraban que ella era suya. Su caminar era lento, lo cual le permitió a el disfrutar de la vista cuando paso frente a el, por primera vez la vio descaradamente y deseando sujetarla en sus brazos y si era posible hacerla suya ahí mismo.

Hermione ya reconocía muy bien esa sensación que la invadía cuando sabia que Severus la miraba, solo le llevo unos segundo encontrarlo con la mirada, detuvo su paso y lo miro, lo veía tan guapo fuera de su habitual levita, este lucia un traje contemporáneo en color gris oscuro, su cabello perfectamente lavado y acomodado detrás de sus orejas, se sintió cohibida al ver como el le sonreía descaradamente, por primera vez el parecía feliz y ella creía que el motivo era ella, sin pensarlo por primera vez se quiso dejar llevar por sus deseos y sentimientos, dio un paso en dirección a el, bajo un poco la vista a la mesa donde descansaban las manos de su esposo, vio como una mano muy blanca se depositaba sobre la de el, busco rápidamente a la dueña de esa mano, no fue sorpresa encontrarse con Elien a su lado, lucia hermosa la mujer, aunque muy pálida y muy delgada a comparación de la ultima vez que la había visto. Ese pequeño gesto le basto a ella para demitir de su acción y seguir su paso con la cara altiva.

Snape no pudo evitar sonreír al darse cuenta que su esposa lo celaba, y eso era una clara muestra de que el no le resultaba indiferente a ella, la vio llegar a la mesa donde estaba Potter. – dime Elien – se giro a mirar a su compañera – ELIEN – Snape se asusto al ver su rostro.

-solo necesito un poco...— a Elien le costaba respirar – un poco de aire fresco – pidió intentando sonreír

-eres terca como trol – la reprendió Severus mientras la ayudaba a ponerse de pie, le tendió su brazo para que se sujetara, cuando ella tomo su brazo el pudo sentir a trabes de su traje lo fría que estaba ella, su primer impresión fue soltarla pero no lo hiso. Lentamente por la misma puerta que entraron salieron con dirección a los jardines.

Sentencia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora