Profundos Secretos (1/2)

Epílogo.

Sofia llevaba tres años haciendo su carrera de psicología. Este es su último año.

Estaba encantada que después de casi tres meses sin nadie con quién hablar de sus problemas. Encontrará unos buenos amigos con los que relacionarse después de clases.

Algunos les quedaban uno o dos años y otros acabarían este año como ella.

Sofia a pesar de conocer a gente nueva perdió otra. Elisa dejó de hablarle y ella no tenía las ganas suficientes de luchar por la amistad. Así que decidió que el día que Elisa la necesitara le comunicaría.

Ella esperaba pacientemente que un mensaje llegara a su teléfono aunque sabia que no sería ese día.

Conoció a chicas nuevas pero seguía perdidamente enamorada de Angela, la cuál se mudo sin pensárselo, a los Angeles a estudiar.

Se sentía sola porque tras lo que pasaron pensó que eso las uniría más.

Dejando ese tema de lado se dignó en celebrar la fiesta como merecía.

-Trae dos chupitos de licor de mora.- mandaba al camarero que le giñó el ojo ligando con ella sin saber que ese rollo no le iba.

Una hora más tarde Sofia volvió a pedir una copa.

-Cóbrate.- le pidió al chico de detrás de la barra.

-¿Ya te vas?- preguntaron sus amigas.

-Estoy cansada.- esta vez miró al camarero.- ¿Cuánto es?

-Nada. Esa chica te ahí te invita.- se giró sin prisa mirando a una esquina de la barra viendo como en esa silla de tela habitaba la persona que menos se esperaba ver.

-Hola, Sofia.- decía una Judith muy orgullosa.