Capítulo 46. La asesina.

10 1 0
                                    

Salimos de ahí para ir a un lugar que todavía no nos habían dicho que íbamos.

-Ahora iremos a un lugar donde torturamos a las personas.

-Yo no quiero ver eso.- le dije a Angela.

-Tranquila. Son gente mala.

Ernesto nos entró a otra sala con muchos aparatos de torturas en las paredes y dos personas atadas a sillas con unas bolsas en la cabeza.

-Estos dos se merecen todo lo que les vamos a hacer.- nos señaló Ernesto.

-¿Que han hecho?

-Mear en las tumbas anoche.

Les quitaron las bolsas y todos quedamos más que impresionados porque conocíamos a los dos chicos. Anda que si los conocíamos.

-Rubén. ¡Ángel!

-¿Los conocéis?

-Sí. Están en nuestro grupo de amigos.

-Pues ellos mearon anoche tumbas sin descaro los mal nacidos. Los pillamos y vamos a torturarles.

-Pero ayer nos dijisteis que ibais a casa de un amigo a ver fútbol.

-Y fuimos pero nos pasamos con el alcohol y perdí el conocimiento y ahora no se que hago aquí.- dijo Rubén.

-Igual yo.- afirmó Ángel con cara de miedo.

-Ellos ni son malas personas. Iban pasados de copas pero sobrios no harían eso.

-Solo los torturaremos y luego los soltaremos. Ellos no saben nada de este lugar ni se les puede decir así que no abráis la boca por mucho que pregunten.

Una puerta se abrió fuertemente dónde apareció Judith agitada.

-Nos tenemos que ir. Os han visto por las cámaras y no detectan quiénes sois.

-Todos por la puerta de atrás.

-¿Y ellos dos?- señalé a Ruben y Ángel.

-Ellos se quedan. Le diré a mi compañero que les den su merecido y los echen.

Una vez salimos estaba un chico con una pistola apuntándonos.

-Claudio, ni se te ocurra. Se lo que hiciste con las formulas ese día así que déjanos irnos que tenemos prisa.

-Vale. Iros. Yo los distraigo.- dijo algo ofuscado.

Subimos a nuestros coches y marchamos derrapando lo más rápido posible.

-¿Donde vamos ahora?

-A las oficinas de la policía a dar la grabadora con pruebas. A decir donde está el lugar donde hacen eso y entregaros a vosotras dos. -dijo Eli finalmente señalando a Judith y Serena.

-¿A mí? Me habíais dicho que nada más deciros todo me dejaríais irme lejos.- anunció Serena medio llorando.

-Vete.

-¿Que?

-Que te vayas.- dijo Eli.

Y se marchó con sus cosas a su casa para irse no sabemos a dónde.

-Yo también quiero irme.- nos reímos a carcajadas después del comentario de Judith.

-Tu si que no te vas. Pagarás por todo el daño que hiciste.

-Que hiciste tú dirás.

-¿Yo?

-Tu fuiste la que durante un día le dijo cosas y la torturó a Sabrina para hacer como si se suicidara. Tu eras la que tenía la pistola. Tu la mataste.

-¿Que pruebas hay de eso?

Sacó su teléfono móvil y enseño un video donde salía yo con un traje, apuntando a Sabrina mientras sonreía. Luego se escuchó un disparo y se paró el video.

-¿Pero como sabrán que esa soy yo? No se ve nada más que los ojos.

-Porque tengo otro video donde sales tu torturando a un niño de 6 años ese mismo día.

-¿Que hizo ese niño?- preguntó Angela.

-Matar a su gato. ¿Os enseño el video?- todos asentimos.

Nos lo enseñó. Que cruel. Le daba latigazos por todas partes hasta que sangraba y gritaba de dolor.

Le cogí el teléfono a Judith y le eliminé los videos.

-Aunque confieses no hay pruebas.

-Los archivos de la guarida.

-Los eliminé todos.- dijo Samuel.

-Imposible. Están creados para ser instaurados por si hay algún error.

-Para eso le di tres martillazos en la placa base. Para que no vuelva a funcionar.- todos lo miramos para preguntarle cuando hizo eso.- Cuando estabais en la habitación de la tortura. Por eso venían a buscarnos, porque active los protocolos sin querer.

-Muy bien Samu.- dijo Alex besándolo. Eli apartó la mirada imitando que vomita.

Entramos al cuartel de la policía y le explicamos todo lo que nos pasó. Le dimos la grabadora y nos hizo un par de preguntas dentro de una sala de metal.

El policía salió en busca de la grabadora.

Que conste que todo lo transcurrido esta noche fue de madrugada y que ahora mismo son las 12 de la mañana y mi madre me está buscando como loca.

__________________________________
Mamá: Cariño, ¿dónde andas? ¿Como has pasado la luna?

Bien mamá, no te preocupes.

Mamá: ¿cuando llegarás a casa?

Pronto.
__________________________________

Dejé el móvil y contemplé como el poli se sentaba delicadamente y me miraba buscando mentira en mi rostro.

Dejó la grabadora encendida escuchando la voz de Elisa preguntar a Serena y escucharse gemidos de dolor por parte de Judith.

-No solo grabasteis sin permiso a personas si no que también las torturasteis.

Bajé la mirada porque no sabía que decir.

-Eso está bien si quieres conseguir pruebas. Te felicito.- no me esperaba su respuesta.- ¿La que habla es Judith?

-No. Es Serena.

-¿Donde está ella?

-No sabemos. Se escapó cuando no nos dimos cuenta.

Después de varias preguntas más.

-Ya te puedes retirar. Ya os iré contando como queda todo.

Hicieron entrar a Judith esposada para interrogarla. Nosotros nos esperamos en los bancos de fuera para que nos informaran.

Esperando unos largos 45 minutos salió un policía con Judith esposada y nos miró.

-La llevamos a juicio. Esta noche el lugar del que nos habéis hablado será ejecutado. La ubicación necesitamos que nos la paséis.

Eli le pasó la dirección del lugar y nos fuimos a casa ya que nuestros padres estaban preocupados.

Profundos Secretos (1/2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora