Cuando el destino de un amor no es permanecer; el tiempo siempre juega en su contra sea como fuere, quiero que sepas que te amé y que te amé mucho más de lo que podría haber imaginado que alguien pudiera ser amado.
Hoy te voy a contar una historia muy real ( me paso hace unos días) y me hizo entender porque en temas de pérdida de peso y de las cosas que le pasan a uno en la vida sucede que, cuanto menos te tengas que esforzar, lo conseguirás mas pronto que esforzandote el doble cada día. No deja de sorprenderme la culpa que sentimos las personas por comer, como si hacerlo, fuese apretar el gatillo y disparar a otro ser humano o la culpa que sentimos por algunas cosas que decimos por no querer lastimar a otra persona
Llegue muy angustiada a mi consulta y con temor a la báscula. Comence la sesión diciéndo que "esta semana me había portado mal" y que no tenía fuerza de voluntad (cosa que es cierta para muchas cosas pero para dos en especial, si "F" por mí)
Para poner un poco en contexto: Resulta que hace unos meses tuve un "atracón" me dio por comer demasiados alimentos nada sanos, subi un poco de peso(4kg) y casi no dormía, obviamente eso me trajo problemas de salud,desembocó todo en una dieta y ejercicio ocasional.
El problema con los "atracones" es que se pierde lo que ya se logro con esfuerzo, yo pensaba que había recaído en los atracones.
Tampoco hubiera pasado nada, se trabaja igual sin embargo, uno se la pasa muy mal y no me hubiera gustado volver de nuevo a eso (para una persona ansiosa no es nada bueno)
Pero no fue así, la nutricionista dijo: que simplemente me había permitido mas licencias que en otras ocasiones (espero que el psicologo me diga lo mismo xD), mi madre con toda su buena voluntad, me había llevado a casa galletas y flanes de queso, porque pensaba que me estaba matando de hambre Claro, tu imagínate: Te gusta comer. Estas haciendo ejercicio algunos días a la semana aunque no te apetece ni un carajo, Tienes que medio discutir con tu familia o amistades explicándoles que cenar algunos "antojitos" todas las semanas no puede ser. Y para acabarla... tu madre te trae lo que más te gusta a casa. Te mentalizas que no es para ti, pero ves a los demás y ya valió. Pues lo normal es que en algún momento digas, - ya valí, chingue su madre la dieta!. Pero...Después viene la culpa y la rendición (yo en estos momentos por la comida y por todo) Total, si ya lo estoy haciendo mal, ¿para que voy a ir a la pista o al cardio? Total, si no he ido a correr lo que me toca, ¿Por qué no voy a comerme un flan de queso? Y así Algo que la nutricionista me dijo:
El mundo en el que vives no está pensado para que hagas dieta, constantemente te van a arruinar tus planes de cuidarte. Es decir, olvídate de hacerlo perfecto.
Este es un aprendizaje importante. Muy importante.
Lo que me lleva a lo segundo, que aplica para todo en la vida
El segundo va hilado, unido: O aprendes a ser flexible y ser autocompasiva contigo, o esto no va a funcionar. Ese exceso de autoexigencia hace que nos acabemos rindiendo antes de tiempo en la vida, en el amor, en la amistad, en el trabajo, en los estudios...en todo. Y si te rindes, pierdes. No hay más.
Posdata: Un flan de queso (o unas galletas) jamás debería arruinarle el día a nadie. Pero debo volver al ejercicio y a comer sano (aunque no quiera ni me guste un carajo) xD
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