𝐇𝐢𝐭𝐭𝐨 𝐤𝐚𝐤𝐮𝐜𝐡𝐨

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@/𝗴𝘀𝘃𝘀𝗲𝘆𝗼𝗼𝗪𝗲 𝗮𝗿𝗲 𝗮 𝘁𝗲𝗮𝗺

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@/𝗴𝘀𝘃𝘀𝗲𝘆𝗼𝗼
𝗪𝗲 𝗮𝗿𝗲 𝗮 𝘁𝗲𝗮𝗺

          Ser madre por primera vez fue difícil, sin duda, toda la preparación y los consejos que habías recibido en tus clases prenatales con una muñeca no se acercaban a lo que era tener realmente un niño pequeño en tus brazos

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Ser madre por primera vez fue difícil, sin duda, toda la preparación y los consejos que habías recibido en tus clases prenatales con una muñeca no se acercaban a lo que era tener realmente un niño pequeño en tus brazos. Agradecías que tu esposo, Kakucho, intentara realmente ser un buen padre y hacer "su parte" lo mejor posible, diciendo siempre que eran un equipo.

Pero estos días habían sido difíciles, apenas habías dormido por cuidar de tu bebé, que había estado más activo de lo habitual, resistiéndose a sus siestas y llorando la mayor parte del día. Tu compañero, por desgracia, no había estado mucho por el trabajo y eso te había jodido. Su presencia era una parte fundamental de tu funcionamiento como madre.

Estabas muy cansada, sin duda.

Ahora mismo, por fin estabas durmiendo un poco, relajando los músculos y cerrando los ojos después de un largo día cuidando a tu recién nacido. Te sentías como si estuvieras en un sueño profundo, hasta que oíste el sonido penetrante del llanto de tu bebé desde la cuna al otro lado de la habitación. Miras rápidamente el reloj, gruñendo en voz baja tratando de contener las lágrimas de frustración, al ver que eran las 3:45 de la mañana. Sólo habías dormido media hora. Mierda.

— Ya lo tengo — Susurra tu marido levantándose pesadamente de la cama. — Sigue durmiendo, amor—. Kakucho se acerca a la cuna para coger al bebé en brazos, arrullándole un poco en un intento de calmar el llanto. Pero el pequeño no daba su brazo a torcer a pesar de los intentos de su padre por volver a dormirlo.

— Creo que tiene hambre—. Dices, levantando tu cuerpo cansadamente para sentarte en la cama y frotándote los ojos.

— Pero este pequeño demonio acaba de comer hace media hora —. Bromea, pellizcando suavemente la mejilla de su hijo.

— Así funcionan los bebés—. Te levantas de la cama para sentarte en el sofá que Kakucho había comprado para poder amamantar más cómodamente en la habitación. — Dame el niño, vamos—. Kakucho hace una mueca, no es que pueda ayudar mucho en ese sentido, así que se acerca al sofá para poner al niño en tus brazos.

𝐓𝐨𝐤𝐲𝐨 𝐫𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞𝐫𝐬 || 𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora