Abro la puerta esperando a que entre, la noche se pasará en la finca para mañana presentar las sábanas ante las familias, mi familia ha comenzado a abandonar estas tradiciones pero la familia de Marcella sigue arraigada a las antiguas costumbres.
Sus pasos son dudosos pero firmes cuando avanza, observa la habitación y cuando su mirada se detiene en la cama noto sus hombros tensos. El que esté tensa y nerviosa no ayudará en nada así que con pasos decididos me acercó a ella colocando mis manos en sus hombros comenzando un leve masaje.
No suelo hacer estas cosas con las mujeres que me follo, pero ese es el asunto, ella no es una más de esas mujeres, ella es mi mujer. El anillo en su mano la marca como mía pero esta noche cierro el trato tomando su cuerpo.
— Necesitas relajarte – susurro, mis labios rosando su oido
— Eso intento, solo que... Tengo miedo - confiesa
La giro para que me observe, mis manos acarician sus mejillas. El temor brilla en sus ojos y es una de las cosas que maldigo de la mafia, el querer mantener a las mujeres alejadas de este tipo de información como si eso fuera a hacer la gran diferencia.
— Estate tranquila, la noche es larga. Podemos ir despacio si así lo prefieres. – aseguro
— ¿Crees que es mejor alargarlo?
No, creo que si sigue así de tensa y permite que el tiempo avance su cabeza comenzará a jugarle sucio, sin mencionar que estoy duro desde que la vi avanzar con ese vestido al altar.
Sonríe y suelta un suspiro para comenzar a quitar los pasadores que adornan su cabello que termina de caer suelto sin quitar su mirada de la mía. Mis manos abandonan sus mejillas mientras observo todo lo que hace.
Muerde ligeramente su regordete labio inferior y me es imposible no perderme en las facciones delicadas de su rostro, es bella por cualquier ángulo que se le mire.
Se aparta unos pasos para quitarse los altos tacones luciendo su baja estatura y por un minuto quiero revertir este jodido contrato, apenas me llega al pecho haciéndome creer que podría romperla si soy demasiado brusco. Pero el que se agaché dándome la espalda y una completa y sensual vista de su redondeado culo me pone más duro borrando cualquier duda.
Si la rompo, disfrutaré haciéndolo.
Aparta los tacones y me observa nuevamente, no hago ningún movimiento dándole la elección de continuar, posponer o cancelar lo que sucederá. Podré ser el mayoría hijo de puta pero forzar a una mujer... Eso jamás he tenido que hacerlo y jamás lo haré.
Asiente decidida acercándose a mi y me da la espalda.
— Podrías ayudarme con los botones – no respondo, solo observo su suave y pálida piel – si prefieres puedo llamar a mi madre o...
Mis manos comienzan a trabajar en el vestido, la tela comienza a aflojarse y ella se vuelve a poner tensa. La luz baja de la habitación no me permite distinguir y admirar bien su piel. Termino con el último botón y de inmediato se gira.
— Puedo... Ir al baño primero
— Claro.
Desaparece tomando un bolso que no había visto en el sofá y me siento en el piecero de la cama soltando un suspiro. He lidiado con una erección desde que la tuve cerca de mi en el vals. Quitó la corbata y trabajo en desabrochar los botones de la camisa cuando la puerta del baño se habré llamando mi atención.
Trago duro. Su pálida piel y cabello rojizo hace un perfecto contraste con la tela celeste que cubre su cuerpo, es un camisón transparente que me permite ver el diminuto tanga sus pezones debido a la ausencia de soste.
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Voto De Traición
RomanceElla, princesa de la Camorra. El, líder la 'Ndrangheta. El, odia la traición. Ella, hija de un traidor. Ambos con un pasado doloroso, ambos enemigos unidos por un matrimonio arreglado por el bien de sus familias. Una amenaza, un chantaje y dos votos...