“El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice” [Aristóteles].
Blair Somers
Por un momento pienso en enviarle un mensaje a Eigna pero luego desisto, posiblemente el ruso me mate si su madre le reprende.
—Gracias, siendo sincera no sabría cómo llegar, Kailo el otro día me dijo que me dejaría, pero no creí que fuera verdad, aunque ya ves. —blanqueo los ojos.
—Kailo es extremadamente volátil, él no amenaza en vano. —dijo Sander.
Y ahora comprendo que quizás me estoy tomando las palabras del ruso muy a la ligera. Anoche me dió una clara amenaza, si no hablo lo más pronto con Eigna y le digo que no quiero celebrar mi cumpleaños, temo lo que pueda hacerme. Kiarah ya me dijo que es un bipolar y conozco las características de ese transtorno.
El viaje en coche transcurre tranquilo y en pocos minutos ya estoy frente a las rejas de la mansión, el enrejado se abre dándole paso al auto de Sander una vez verifican su identidad y la mía. Hay mucha seguridad en el lugar, más de la que creía.
—Gracias por traerme, San. Me libraste de una grande, te debo un favor. —le sonrío agradecida.
—Tranquila, no hay problema. —dice y abro la puerta dispuesta a bajarme pero me detiene por la muñeca— Aunque podrías compensarlo si aceptarás una salida conmigo. ¿Qué dices?
Muerdo mi labio inferior. ¿Han experimentado esa sensación de incomodidad extrema dónde no saben si prefieren irse corriendo o hacerse los desmayados solo para evitar una situación incómoda, desagradable o peligrosa? Pues justo estoy en una incómoda, no sé qué me daría más vergüenza, si la una o la otra, pero al final me decido por la segunda opción.
—San... —digo en un susurro y me dejo ir sobre el asiento cerrando mis ojos. Internamente cruzo los dedos para que funcione.
—¿Belleza, que te pasa? —dijo con voz asustada— Demonios Blair, espera.
Siento su dedo índice y medio en mi cuello, está tomando mi pulso. De un momento a otro no lo siento cerca, escucho la puerta de su lado cerrarse y en segundos está de mi lado, pasa su brazo debajo de mi cabeza y el otro por debajo de mis rodillas.
Me alza y solo siento cómo camina conmigo en brazos, oigo cuando toca el timbre repetidamente y pronto abren la puerta. Supongo que fué alguien de servicio porque no dijo absolutamente nada. Siento como Sander está prácticamente corriendo.
No me sorprende que no se haya topado con uno de los Vólkov, aunque tampoco sé a dónde me lleva.
Escucho como patea una puerta con desespero, el nerviosismo se apodera de mi sistema, dioses. Todo empeora cuando escucho un gruñido, yo conozco ese gruñido. Justo ahora deseo poder regresar el tiempo atrás y mejor salir corriendo, hubiera pasado vergüenza pero me hubiera excusado con que debía hacer popó, bueno, eso no suena mucho mejor pero no estaría a punto de pasar esta vergüenza que...
—¡¿Quién mierda jode?! —escucho el grito del ruso justo cuando, supongo, la puerta de su habitación se abre— ¿Qué mierda le hiciste a la maldita?
Dioses, está enojado, y conste que no es por mi culpa, al parecer siempre está enojado. Eso casi me hace sonreír.
—La traje del instituto porque la dejaste, cuando llegamos la invité a salir y se desmayó. —explica Sander apresuradamente.
—¿La invitaste a salir? —sisea entre dientes.
—Sí, pero antes de que pudiera contestar se... —otros brazos me toman sin una pizca de cuidado— Ten cuidado Kailo, ¿Deberíamos llevarla a la clínica?
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ROSAS EN LLAMAS +21 [en proceso]
Fiksi RemajaMi historia es todo lo que no está bien. A la corta edad de mis 13 años comencé a experimentar mi sexualidad. No es sano, no es moral, ni es conveniente. No soy un ejemplo a seguir para nadie y jamás lo seré. Soy una pequeña preadolescente sin herm...