Capítulo 2: Detectives

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Narrador

—Escuchen atentamente, los he traído hoy porque se trata de una excepción, así que deberían portarse bien. —exclamó Kogoro con una mirada firme como su hablar como si hablara con niños de cinco años a las personas que tenía bajo su custodia.

—Si. —exclamó aniñadamente Conan.

—Papá, tu corbata no está bien puesta. —dijo Ran arreglando la corbata, en ese despiste el detective calificado quitó un micrófono de sus lentes y lo metió en los bolsillos del saco de su tío.

—¡Ah! Mouri-san. —lo llamó el detective Takagi saliendo de la sala donde sería la conferencia junto con Sato.

—Siento que le hayamos llamado tan temprano. —se disculpó Sato de forma respetable. —Buenos días, Ran-chan, Conan-kun.

—Buenos días. —les respondieron al unísono.

—He oído que están ocurriendo sucesivos asesinatos en diferentes zonas. —hablo Mouri.

—Si. —afirmó Takagi. —Se encontró una pieza de mahjong en la escena del crimen ayer en el peaje de Odarawa.

—Las piezas de mahjong que se encontraron en: Tokio, Kanagawa, Nagato y Shizuoka, con estos municipios suman un total de cinco casos. —explicó Sato.

—Ya veo. —habló entre pensamientos Kogoro.

—Le daré los detalles en la conferencia de ahora. —dijo Takagi indicando el camino. —Por aquí. —volvió a hablar una vez entraron en la sala llena de detectives de diferentes jefaturas.

—Vaya, ¿no es Mouri-san? —lo saludó alegre el detective Yokomizo de cabello largo y rizado. —¡Cuánto tiempo sin verle! 

—No tiene porque hablar tan alto, Yokomizo. —comentó Kogoro "limpiándose" el oído debido a la bulla.

—Soy Sango. —volvió a hablar el detective de largo cabello. —Este es mi hermano Jyuugo. —presentó a su hermano exactamente igual a él a excepción de su cabello rapado y actitud más reservada.

—Ya lo sabía, me he reunido con él un par de veces. —habló algo disgustado Mouri, tras de él Tagaki se tapaba la boca para evitar soltar una carcajada.

—¿Sa-Sango? ¿Jyuugo? —le murmuró Takagi a Sato casi saliéndole lagrimas de risa, claro que Sato le silenció de inmediato.

Takagi al sentir la mirada de molestia de Jyuugo se asustó por lo que empezó a reír de forma nerviosa.

—¿Y quién es esa señora? —preguntó Mouri con un sonrojo casi imperceptible.

—¿Eh? Olvide presentarla. —comentó Sango antes de hacerse a un lado y dejar ver a una mujer de cabello hacia atras negro, ojos azules casi llegando a una tonalidad del gris, con traje amarillo pálido. —Ella es la inspectora Ogino de la comisaría de policía Saitama.

—Soy Ogino Ayami. —se presentó la mujer. —Es un placer conocerlo.

—No sabía que la policía de Saitama pudiera tener jóvenes tan guapas. —empezó Kogoro supuestamente avergonzado.

—Ella era mi aprendiz cuando estaba en Saitama. —volvió a hablar Sango.

¿Se preguntarán por qué la policía de Saitama está también en esa reunión?

Al parecer la víctima asesinada en Tokio vivía en Tokorozawa.

¿También el hecho de que pinta Kogoro Mouri en esa reunión?

Por muy "buen" detective que es ahora, no es necesario en una reunión como esa, pero… su jefe Matsumotou lo solicitó expresamente.

—Es ridículo pedir ayuda a un detective. —refunfuño Jyuugo.

Perseguidor de NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora