Capítulo 4: Caso complicado

254 21 2
                                    


En clase

—Faltar dos días a clases no ayudó nada, ¿eh? —murmuró Haibara sin verlo, mientras hacía una figura de perro con plastilina.

—Si... —le respondió Conan haciendo un delfín con plastilina.

—Aun así... ¿qué hay de la relación entre las fichas de Mahjong y las letras del alfabeto? —preguntó Ai.

—Tampoco he descubierto lo de Tanabata Kyo. —comentó Conan, empezó a frustrarse.

—Genial, Mitsuhiko-kun, eres increíble. —alabó Ayumi al ver un escarabajo hecho de plastilina, llamando la atención de los mini-adolescentes. —Es un escarabajo rinoceronte, ¿verdad?

—Si, parece que me salió muy bien. —le respondió.

—Pero no entiendo qué hacía esa pegatina puesta en sus alas. —dijo Genta recordando el insecto que vieron.

—Ah, ¿te refieres a Orihime? —se lamentó Ayumi.

—Es verdad. —murmuró Mitsuhiko.

—Por cierto, ¿estás haciendo una serpiente Genta-kun? —preguntó Mitsuhiko curioso.

—¿No es evidente? Esto es una anguila. —explicó aburrido. —U-na-gi. —deletreo feliz.

—Eh, ¿otra vez una anguila? —soltó desconcertado Mitsuhiko.

—Genta-kun se nota que te encantan las anguilas. —le siguió Ayumi. —¿También lo has escrito en el papel del decorado del festival de Tanabata? —pregunto viendo el árbol donde escribieron sus deseos.

—Hablando de eso, mañana es el festival de Tanabata. —comentó Edogawa arreglando un pedazo de plastilina como la aleta del delfín. —"Tanabata", "Kyo", ¿Qué significa eso?

Por otra parte los policías lograron obtener un sospechoso, gracias a Takagi una nueva hipótesis salió los difuntos estaban haciendo fila en el Tropical Land, con esa idea empezaron a investigar.

—¿Seguirás la investigación? —preguntó Ai con una sonrisa mientras caminaban por las calles.

—Si, pero por favor no te preocupes de más. —le dije acariciando su cabeza.

—Eres idiota ¿o que? —le recriminó. —Claro que me preocupas. —refunfuño con un mohín en sus labios.

—Eres tan adorable. —afirmó apretando las mejillas de la niña.

—Tonto, déjame. —habló molesta tratando de alejarlo sin mucho éxito.

Su atención fue a parar a los autos particulares de los policías.

—Ai, ve a casa. —afirmó apretando sus mejillas.

—¿Eh? Pe-Pero....

—Por favor. —le suplicó. —Estoy seguro que esto no tiene nada que ver con la Organización, así que... ve a casa, te lo pido.

La niña frunció los labios algo disgustada con la petición.

—Tienes que contarme lo que pasará, ¡¿bien?! —le ordenó.

—Te lo prometo. —susurró con suavidad dándole un beso en la mejilla antes de correr dentro del centro comercial.

Dentro vio al sospechoso y estaban a punto de acorralarlo cuando por un desliz del Inspector de Gunma... él tomó un rehén.

A Edogawa no le quedó de otra que meter la mano o más bien el pie, dando un balonazo que obviamente le dio de lleno logrando salvar al rehén y arrestando al sospechoso.

Perseguidor de NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora