Emilio se apuró a terminar los últimos detalles del desayuno, para tomar la charola subiendo a la habitación donde vio al castaño durmiendo, dejó la charola en la mesita para poder inclinarse y dejar varios besos en las mejillas contrarias, escuchando quejidos indicándole que lo despierto.
— Quiero dormir —susurró Joaquín aun sin abrir los ojos, anoche se durmieron muy tarde.
— Despierta, prometiste que desayunariamos antes de que fueras con tú padre y ya no tarda en pasar, además si no lo haces ya no volveré a seder —dijo el rizado, soltando una risita al ver cómo se levantaban rápidamente, dándole la oportunidad de darle un corto beso— Buenos días hermoso cumplañero —susurró.
El castaño sonrió tanto por el cumplido como por el que lo felicitara por su cumpleaños, de hecho por eso se habían desvelado anoche, digamos que le dio su regalo de cumpleaños el cual incluyo unos cuantos orgasmos, muy satisfactorios.
— No debiste molestarte —comentó tras ver cómo dejaban su desayuno favorito sobre sus piernas.
— Quiero consentirte —admitió Emilio sentándose junto a su novio para comenzar a desayunar juntos, entre algunos besos y por supuesto felicitaciones.
A una vez que terminaron el rizado se levantó para retirar los platos y así poder regresar para acostarse con el contrario aprocheando para extenderle una cajita azul de terciopelo idéntica a donde estaba el anillo, solo que sin maltratar.
Joaquín abrió la caja sonriendo ampliamente cuando vio un lindo collar con una combinación entre oro normal y blanco, dándole un toque muy llamativo, era muy lindo en especial porque amaba esa combinación. Se inclino para abrazar a su novio intentando agradecerle por aquel detalle tan lindo.
— Me encanta estar así contigo pero debo arreglarme —dijo el castaño dejando un corto beso antes de levantarse para cambiarse lo más rápido posible.
Emilio simplemente se quedó viendo como su novio prácticamente corría por toda la habitación intentando arreglarse, situación que le pareció bastante divertida. Jamas pensó que fuera tan desorganizado con sus tiempos debido a que siempre ha sido muy puntual.
Sin embargo en estos casi tres meses que han estado viviendo juntos, se dio cuenta que siempre esta corriendo y apresurado cuando tiene un compromiso, aun así jamas llega tarde a lo que tiene que hacer, cosa que le sorprende demasiado.
Así es llevan casi tres meses viviendo juntos, obviamente no todo ha sido perfecto, han llegado a tener discusiones, algunas más fuertes de lo que hubieran querido, lo importante es que lograron aclararlo y tener una buena reconciliación que incluia tener al menos un orgasmo.
Obviamente también tuvieron grandes momentos como las comidas familiares, cuando terminaban con dolor de estómago de tanto reír o simplemente lo hermoso que era hacer cosas tan simples, que parecen extraordinarias si las haces con la persona que amas.
— Puedes ponermelo —pidió Joaquín sacando de sus pensamientos al contrario, quien tomó el callar colocándolo— Deberé comprar algún accesorio con el que combine —agregó dejando un corto beso a manera de agradecimiento.
"Pronto tendrás uno" pensó el rizado sin poder evitarlo, aún así dejó ese pensamiento atrás para poder despedirse de su novio, esperando en la puerta de la casa hasta que dejó de ver el auto de su suegro y con ello a su pareja.
Exactamente no sabía todo lo que incluia su tradición en el cumpleaños de Joaquín, solo sabía que incluia comprar su pastel de cumpleaños, darle su regalo y tener una platica sobre lo que ha pasado en él último año. Siendo honesto le encanta la relación que tienen ellos dos y en especial por su complicidad, por lo que jamás se molestaría por que quisieran pasar la mañana juntos.

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Tiempo extra
RandomTras su reencuentro, su historia da un nuevo comienzo...¿Esta vez saldrá como desean?