𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐀 𝐁𝐈𝐓𝐂𝐇

05

—Min ¿Sabes dónde está SeongHwa?

La pregunta de JongHo logró hacer que MinGi apartara la mirada de su teléfono para dirigirla hacia el menor del grupo, alzando una de sus cejas.

—¿Para qué lo buscas?

—Me prometió que me ayudaría a limpiar la habitación. Hay una mancha rara en la esquina que no deja de crecer y me da miedo.— Murmuró lo último jugando con sus dedos.

MinGi hizo una mueca, resoplando mientras que miraba hacia el pasillo.

—Creo que entró en su habitación con Wooyoung Hyung, se lo veía enfadado.

—¿Crees que se molestarían si los interrumpo?

El peliazul se encogió de hombros.

—Quizás, seguramente estén discutiendo por algo. Pero puedes probar.

El de tez canela mordió su labio, indeciso.

Si bien era cierto el hecho de que SeongHwa se encontraba enfadado, no quería ni verlo. Ya había sido testigo de su actitud estando de aquella manera en otras ocasiones, y no era agradable tratar con él.

Era un maldito impulsivo que decía todo lo que pensaba antes de que pudiera procesarlo en su mente, fuera hiriente o no.

—¿Me acompañas?

El contrario bajó la cabeza, tratando de contener una sonrisa. Guardó el teléfono en su bolsillo.

—¿Qué te da más miedo? ¿SeongHwa o la mancha en tu habitación?

—Ambos me dan el mismo nivel de respeto.— Respondió mirando al mayor, renegándose a ir y deseoso a su vez.

MinGi finalmente se levantó del asiento, haciendo un leve gesto con la cabeza tras estirar su cuerpo.

—Vamos, yo te acompaño.

—Te lo agradezco, hyung.— Murmuró el menor, ahora con más confianza, reinando sobre él y comenzando a caminar junto al peliazul.

Y claro que, esto no podía ser tan fácil.

MinGi apoyó la palma de su mano en el pecho impropio con la intensión de frenarle, y JongHo, sin comprender la situación, lo miró frunciendo el ceño.

—¿Qué...?

—Están hablando.— habló susurrante.

—¿Y? ¿No decías que podíamos probar a interrumpirlos?

El alto sonrió, acercándose a la puerta, sin hacer el amago de abrirla.

JongHo entreabrió sus labios al comprender la situación.

—Eres un tonto metiche.— Susurró en el mismo tono. MinGi chasqueó la lengua.

—¿No tienes curiosidad?

—No quiero morir devorado mientras duermo por una mancha en mi habitación, muchas gracias.

—Vamos.— Aligeró el peso de su consciencia tratando de hacer que el menor se uniera a él. JongHo pareció pensárselo; él no era un cotilla, tenía principios y uno de ellos era el de respetar conversaciones ajenas. Pero se escuchaban cosas raras tras la puerta.— No se van a enterar.

Él no era cotilla, pero sí un poco curioso.

—Voy a echarte toda la culpa.

Habló a regañadientes, sentándose y apoyándose en el suelo con ayuda de su rodilla, fingiendo que aquella situación lo llenaba de molestia cuando en realidad le era más que indiferente.

Ambos pegaron su oído contra la puerta, y durante unos segundos, el silencio reinó en la habitación contigua al pasillo.

—¿Qué crees que estará pasando?— Susurró JongHo a su ajeno. Este sonrió ladino.

—El que no tenía curiosidad.— Bromeó, el menor, rodó los ojos.

—Vete a la mierda...

—Desnúdate.— La voz de SeongHwa fue clara tras la puerta, pero eso no hizo que los dos chicos curiosos no se sorprendieran.

MinGi abrió los ojos más de lo común, sin entender lo más mínimo. La reacción de JongHo se podría considerar similar, ambas bocas se secaron y ambos juntaron su vista como si pudieran explicarse entre ellos la situación sin necesidad de palabras

—¿Escuchaste eso?

—¿Ese "Desnúdate"? Qué va, MinGi.— Murmuró de manera sarcástica, el nombrado puso sus ojos en blanco

—¿Crees que habremos oído mal?

JongHo mordió su labio.

—Quizás. Podría haber dicho otra cosa.

—Sí, "desnúdate" se parece a muchas cosas.— Habló MinGi con nerviosismo.

—¿Como qué?

—Como... eh... "Báñate," realmente eso no es lo importante aquí.

—¿Realmente crees que SeongHwa le diría eso a Woo estando en su propia habitación? ¿Eres idiota o qué mierda te pasa?

—¡Y yo qué mierda sé lo que está ocurriendo entre esos dos ahora mismo!

Um gemido agudo y ambos se apartaron rápidamente de la puerta, cayendo casi de inmediato al suelo si no fuera por las manos de ambos, que habían tenido el mismo reflejo al apoyarse.

—¡Oh, Dios! ¡SeongHwa!

Y entre pasos torpes, casi tropezándose con sus propios pies, salieron huyendo hacia el salón.

JongHo y MinGi se miraron con los ojos abiertos en exceso.

Un fuerte rubor recorría sus mejillas, pasando por la nariz, logrando que el bochorno fuera más que visible en sus pieles. Las orejas del maknae estaban tan rojas que pareciera que fueran a estallar en cualquier momento.

—MinGi, están...

—No lo digas.

—Hola chicos.— Murmuró Hongjoong, entrando feliz al salón, completamente ajeno a la situación. Frunció el ceño al verlos en tal estado.— ¿Qué pasa?

—Nada.— Respondió el rapero con rapidez.

—¿Y los demás?

—¡Wooyoung y SeongHwa están haciendo él mete-saca!— Exclamó JongHo importándole poco si los nombrados llegaban a escucharle.

Lo único que quería era que aquella presión incómoda frenase.

Y mientras esto ocurría, Hongjoong se sintió empalidecer.