Capítulo dos

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Un camión de mudanza se detuvo frente a una bonita casa de dos plantas, un jardín delantero bien cuidado y una preciosa entrada, desde afuera podía verse de un tamaño perfecto para que habitaran al menos seis personas, la fachada te dejaba admirado porque aunque no fuera una casa extremadamente lujosa te transmitía elegancia.

Unos ojos marrones se quedaron perdidos en el vecindario evaluando las casas y algunas personas caminando por el lugar, se posaban también en esa casa bonita, su nueva casa.

—Tae, ¿Puedes ayudar con estas cajas?—. La voz de una mujer desvió la atención de esos ojos marrones hacia ella.

El nombrado asintió sin emitir algún sonido, aunque hizo una mueca viendo que dichas cajas eran las de su hermana, contenían muchísimos libros y su peso era mucho. Se sintió molesto porque ella debería ayudar también, él ya había metido todas sus cajas y maletas incluso los utensilios de cocina que su madre tanto adoraba.

Al subir las escaleras le costó un poco, su condición física no era la mejor, dejó los deportes hace unos meses por una lesión que se provocó jugando fútbol la cuál seguía sanando.
Una vez que ayudó con otras cosas se dirigió hacia su nueva recámara.

Lo único positivo de que su hermana no estuviera era poder elegir su habitación, él escogió la más grande, dos ventanas, una más grande que otra, la pequeña daba a la calle mientras que la grande (que era la mejor parte del cuarto) daba a un pequeño balcón mirando hacia la casa de al lado. Aquella casa era color de un marrón oscuro y más pequeña que la suya, se quedó observando unos minutos esperando ver a alguien para ir conociendo aunque sea de vista a sus nuevos vecinos pero no parecía haber movimiento dentro de la casa.

La notificación de un mensaje lo distrajo y rápidamente sacó su celular del bolsillo delantaron de su pantalón jean.

honey ♡
Cariño, ¿Llegaste ya a tu nuevo hogar?
Recuerda que iré después de clases
para ayudarte a acomodar tus cosas.

La sonrisa del pelinegro se ensanchó y se apresuró a dar clic en el ícono de videollamada, no esperó mucho tiempo para que la cara de una linda chica sonriente apareciera en la pantalla.

—¡Esta es mi nueva habitación!—. Exclamó entusiasmado dando un giro sobre sus talones.

—Despacio, despacio, no enfoco bien—. Rió la adolescente.

Taehyung sintió una molestia repentina, a su hermana le permitieron ir a despedirse de sus amigos y hacer una fiesta en casa de uno de ellos mientras que a él ni siquiera le dejaron estar un poco más de tiempo con su adorada novia. Llevaban aproximadamente seis meses de relación, el día en el que se declaró estaba tan asustado de ser rechazado pero cuando la chica aceptó fue tan feliz, se prometió no dejarla ir nunca.

Quiso bufar inconforme pero recordó que su novia lo estaba viendo.

—Es la habitación más grande, me escogí la mejor. Ya quiero que vengas porque realmente no estoy decidido de cómo ubicar los muebles y esas cosas. Mira, mira, esta es mi parte favorita —. Cambió la cámara delantera por la trasera para mostrar la gran ventana con el balcón.

—Me encanta, podríamos sentarnos ahí para tener conversaciones profundas y psicológicas —. Habló pensativa— Aunque me da un poco de miedo ¿A ti no?

—¿Por qué lo haría?

—No sé, es que he visto tantas películas. Podría entrar un ladrón, o hasta aparecer la mismísima llorona ahí—. Hizo un sonidito extraño haciendo reír al chico.

—Imposible, hay una casa ahí, fijate bien, la calle está del otro lado, no podrían pasar fácilmente sin hacer notar su presencia.

—Tienes razón, sí. Ahora muéstrame tu cara hermosa de nuevo, por favor—. Pide agrandando su sonrisa nuevamente.

Taehyung obedece, iba a abrir la boca pero la puerta fue tocada repentinamente haciendole exaltar levemente.

—Hijo ¿Qué haces?—. Su madre entró y fijó su mirada en el teléfono —Oh, cariño, buenos días —. Saludó a la pareja de su hijo de manera muy amable.

—Buenos días, señora Kim—. Agitó sus manos—Esta tarde iré a verlos, ayudaré a Tae con sus cosas.

—Oh, eres un ángel, muchas gracias —. Se acercó un poco más— Pero no debes mimar tanto a este niño, él debe hacer sus cosas solo, si quieres venir hazlo cuando quieras, preparé galletas luego de acomodar las cosas en la sala y cocina, sé que te gustan mucho.

—¡Mamá! No digas eso, me haces parecer inútil —. Se quejó cómo un niño haciendo reír a ambas mujeres

—No se preocupe, señora Kim, ayudaré a Taehyung con mucho gusto. Y sobre las galletas no se apure, llegaré para ayudarla.. Ahora debo irme porque mis clases empezarán pronto.

—Claro, claro, no te quitamos más tiempo, nos vemos—. Se apresuró a decir recibiendo una reverencia cómo despedida

—Adios, niño mimado—. Alargó agitando sus manos.

—Suerte en clases.
Taehyung sonrió y le mandó un beso volado antes del colgar. Se sintió tan cálido viendo a sus dos mujeres favoritas interactuar de esa manera, su madre y su novia se llevaban de maravilla.

Tres horas después de ir de aquí para allá ya tenían toda la planta baja acomodada, fue un buen trabajo. El señor Kim no se encontraba por razón de trabajo así que su esposa e hijo se encargaron de todo.

—Mañana es tu primer día en el nuevo colegio ¿Ansioso, emocionado?—. Inquirió su progenitora mientras servía un vaso de jugo.

—Ambas, no estoy seguro si podré acoplarme a lo nuevo pero intentaré.

—Lo harás bien, eres un chico encantador, seguro que tus nuevos compañeros te adorarán—. Le ofreció el vaso siendo recibido al instante— Ahora ve a acomodar tu habitación, no esperarás en serio que Eunji venga a hacer todo—. Reprochó frunciendo el ceño.

—Claro que no mamá —. Tomó rápido del vaso y luego de dejarlo en el mesón corrió escaleras arriba.

Vió todo el desorden y le dió tanta flojera, podría empezar dentro de treinta minutos se dijo y encogiéndose de hombros de lanzó hacia la cama que los hombre de la mudanza se encargaron de dejar armada.

Estaba de boca abajo así que de un movimiento quedó mirando el techo, soltó un suspiro y pensó en muchas cosas.

En su anterior colegio solo había dejado a su novia y a su único y mejor amigo, Jimin, éste último le había reclamado más que Eunji, no quería dejarlo ir en otras palabras.

Taehyung sonrió al recordar el show que armó su amigo indignado porque lo abandonaba pero no era por decisión propia, su padre pasó de ser profesor de ciencias a ser el director de un colegio prestigioso (mismo colegio al que él asistiría) por eso se habían mudado.

No es que fueran millonarios, vivían bien y se sentía satisfecho con eso, sólo eran sus padres, hermana mayor y él. Eran una familia decente, sus padres eran reconocidos por ser trabajadores impecables en su área, su madre era abogada.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un débil golpe que se oyó a través del balcón, eso lo alarmó un poco así que de un impulso se sentó en la cama y se apresuró a ir a dar un vistazo, no había nada, sin embargo. Pensó en que las hojas del gran árbol que hacía sombra y estaba en medio del dominuto patio bajo el balcón fueron las causantes del ruidito. El árbol era básicamente un conector con su ventana hacia la ventana de la casa de al lado, no entendía por qué las casas estaban demasiado cerca pero no le dió tanta importancia.

Volvió a mirar esa casa marrón esperando ver algún movimiento pero nada ocurrió, quizás los dueños estaban trabajando y la casa se quedaba sola.
Sin darle tantas vueltas al asunto salió de su habitación, debía recorrer un poco su nuevo vecindario y ver si hay chicos o chicas de su edad.



















NA: Aquí estamos nuevamente
estoy muy feliz que tantas personas
le hayan dado oportunidad a la
historia, espero no decepcionar a nadie.

Atte: Miss Licht ˙❥˙

¿Por qué llora el perro? [VkookV✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora