¿Por qué llora el perro? [VkookV✓]

Capítulo doce

Taehyung bajó con cuidado por la ventana del sótano luego de cerciorarse de no correr riesgo de ser atrapado, giró sobre sus talones una vez tocó el suelo y observó al gran doberman durmiendo con la respiración agitada.

—¿Carboncito?—. Se acercó con preocupación momentos después de apresurarse en encender más luces.

Se puso de rodillas frente a la jaula en una esquina cerca del animal y colocando su mochila en el suelo estiró su mano para poder despertar al perro notando que temblaba.

El pelinegro no quería entrar en pánico porque no sería capaz de sobrellevarlo, la idea de que carboncito se estaba yendo le invadió la mente y un nudo en la garganta se le formó al instante.

—Carboncito, carboncito—. Llamó zarandeando con cuidado al perro.

El animal abrió los ojos aún quieto en su posición, Taehyung quedó expectante aún acariciando el lomo de carboncito entonces se dió con que entre las patas delanteras del animal estaba el elefante que le había dado días atrás.

—Dios, ¿estás bien, carboncito?—. Se tuvo que tragar la piedra en su garganta evitando soltar lágrimas.

El doberman se levantó con calma y se sentó acercando su hocico a la mano del chico que lo acariciaba, le dió un lenguetazo y un brillo fugaz no captado por Taehyung destelló en los ojos del perro mientras lo veía.

Empezó a mover la cola demostrando entusiasmo cosa que alivió al humano que con más confianza acarició su lomo hasta llegar a la cabeza sin poder evitar sonreír aliviado.

—Carboncito, me espanté tanto al verte así, tamblabas mucho—. Habló y alzó su otra mano para sostener con ambas la mandíbula del nombrado— ¿Estás bien, cierto? Ojalá pudieses responderme—. Suspiró y seguidamente rió por tan tonta y absurda petición — Te ves más gordito que la vez que te ví por primera vez, pero eso no me asegura que estés sano realmente —. Hizo una mueca inspeccionando el rostro y cuerpo del doberman.

Acercó más al can quedando a más corta distancia mirándolo a través de las rejas de la jaula. Mientras observaba las pequeñas cicatrices y heridas mordia levemente su labio inferior en concentración.

Por otro lado el perro también observaba con detenimiento el rostro del chico: sus ojos, mejillas, cabello, nariz y finalmente labios.

Maldito humano, es jodidamente atractivo. Se dijo confiado de no ser escuchado, con atrevimiento olfateó con cuidado, podía jurar que era el olor más rico y cautivador que había percibido en toda su vida así que se preguntó si sabía igual de rico por lo que sin dudarlo lamió la mejilla del pelinegro tomándolo por sorpresa.

Taehyung dió un brinquito abriendo sus ojos más de lo normal, estaba asombrado por aquella acción.

—¿Qué fue eso?—. Su sonrisa fue muy bonita para el perro, era cuadrada y mostraba sus dientes perfectos. Momentos después arrugó un poco la nariz— No lo tomes a mal, realmente estoy emocionado porque te muestras con más confianza hacia mi pero tu aliento apesta—. Rió moviendo sus manos hacia las orejas del can.

Carboncito se ofendió, por supuesto, así que en forma de venganza arremetió con más lenguetazos las mejillas de Taehyung quien de forma floja se alejaba aún riendo.

—Bien, no te preocupes. En cuanto pueda prometo asearte y realmente tendrás un rico olor, podría también dejar que te acuestes conmigo en la cama una vez que estés completamente limpio, definitivamente te sacaré de aquí, chiquito—. Su sonrisa volvió a ensancharse mientras se limpiaba la baba del perro con su antebrazo.

Minutos después se encontraba dando de comer a carboncito quien devoraba sin masticar el alimento.

—Discula por no poder venir todos los días seguidos, mamá se fue así que tuve que mantenerme cerca de la cocina—. Intentó sonreír pero aquel gesto terminó siendo una mueca— ¿Sabes? A veces me frustra no poder quejarme por las cosas que me molestan, pienso que tengo la razón pero de repente termino sintiéndome malagradecido y no me gusta eso—. Suspiró abultando sus labios— Mi hermana desapareció desde que mamá se fue y no es cómo que papá haya hecho o dicho algo porque está muy ocupado con su trabajo.